domingo, 12 de agosto de 2007

CINE ANIMADO: RABBIT OF SEVILLE * * * * *

Protagonizada por Bugs Bunny y el cazador Elmer, Rabbit of Seville (E.U., 1949) fue una más de las parodias operísticas que ambos personajes protagonizaron, ya que también se les colocó juntos en la divertida adaptación de varias óperas de Wagner en What’s Opera Doc?.

Dirigida por el genial Chuck Jones, el corto arranca cuando Bugs y Elmer, en una de sus eternas persecuciones, irrumpen accidentalmente en un auténtico escenario teatral de El Barbero de Sevilla. Sin más, ambos se disfrazan de los personajes principales, e improvisan la famosa obertura de esta obra de Rossini, dentro de la Barberia. Se nota claramente la influencia del Gran Dictador (Chaplin, 1940), con su estupenda y memorable escena de la barbería. Bugs Bunny hace una rutina similar al barbero judío creado por Chaplin, sentando a Elmer en el sillón, le hará una comiquísima rasurada y corte de pelo, todo al compás de la famosa obertura.

Bugs hará sufrir a Elmer bastante: hará crecer flores en su calva, le aplicará un tratamiento de piel usando concreto, le quemará la cara con una toalla caliente, etcétera. El corto es un prodigio en la historia de las animaciones cómicas (número 12 en la lista de los 50 mejores filmes animados), dirigido con maestría, gozando de un buen ritmo, sincronizando a la perfección cada una de las acciones cómicas con la música.

Los gestos de experimentado barbero de Bugs Bunny en todas las coreografías que ejecuta, su habitual travestismo para seducir a Elmer, su sadismo de siempre para hacerlo sufrir, es decir, las típicas rutinas cómicas se adaptan paródicamente a la ópera. Muchos de estos cortos animados de la Warner, es evidente, se producían como una respuesta chusca a los filmes animados producidos por Walt Disney, que por esa época había tenido éxito con Fantasía (1940), serie de adaptaciones de arias de opera en cortos animados fantásticos.

Rabbit of Seville, con una estupenda orquestación musical a cargo de Carl Stalling, tiene un estruendoso final, cuando Bugs y Elmer, simulando casarse teniendo de fondo la “Marcha Nupcial” de Mendelssohn, suben hasta el lugar de los tramoyistas y el conejo lo dejará caer para que el calvo cazador aterrice en un gran pastel, con la leyenda escrita: “Las Bodas de Figaro”, aludiendo a una de las famosas óperas de Mozart. Si cuenta con el canal Cartoon Network, donde se transmiten cada noche los cortos animados de Bugs Bunny y los Looney Toones, vale la pena revisar este divertido corto.

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