lunes, 17 de diciembre de 2007

CINE ANIMADO: FRITZ THE CAT * * 1/2

El prolífico realizador de filmes y teleseries animadas Ralph Bakshi, fue el responsable de la primera adaptación al cine del cómic de Robert Crumb, Fritz the Cat (E.U., 1972), aquel dibujante de voz aguardientosa, amante irremediable del jazz y que tuvo una imaginativa adaptación de su vida y trabajo al cine, en tono documental, en el filme American Splendor (Berman y Pulcini, 2003), con Paul Giamatti en el papel de Crumb. La obra animada de Bakshi se ha caracterizado por estar al margen del enorme marketing hollywoodense, alejada de fórmulas comerciales y de carácter independiente, siendo más conocido entre aficionados al género animado de autor, en sus vertientes más artísticas y propositivas. De hecho, luego de la Disney (en su primera etapa), podría decirse que Bakshi es uno de los animadores más cercanos al realismo en la apariencia y movimientos de los personajes en sus filmes, muchos años antes de que la tecnología digital en 3D irrumpiera en el mundo de la animación.

Ahí tenemos, por ejemplo, la primera adaptación animada de The Lord of the Rings (1978), en la que Bakshi combinaba dentro de la animación imágenes de actores reales, manipuladas con impresionantes efectos fotográficos, para que se acoplaran con los escenarios y personajes dibujados. Fire and Ice (1983), era un impresionante relato fantástico (en la línea de Conan el Bárbaro y similares), con impresionantes efectos especiales, movimientos muy realistas de sus personajes, cuyo diseño se apegaba mucho al de un cómic, aspecto que dejaba evidente el gran apego de Bakshi al llamado “noveno arte”, en especial, por su trabajo dirigiendo las teleseries animadas de los 1960 de Spiderman, Iron Man, Hulk, El Capitán América y otros héroes de la Marvel.

Fritz The Cat, adaptada por el mismo Bakshi, no es la excepción, ya que el diseño del filme es fiel al del cómic de Crumb, así como a su espíritu desparpajado y rebelde. La película es en extremo dispareja, con una narración inconsistente de las aventuras del gato Fritz (voz de Skip Hinnant), un felino sexoso y libidinoso, que acaba de graduarse de la universidad y se encuentra sin rumbo buscando sentido a su vida. Estamos ante un filme animado para adultos, a pesar de lo infantil que pueda parecer la concepción de sus personajes, todos ellos animales antropomórficos.

Sin embargo, dentro del extremadamente rústico diseño de la película, con una técnica animada muy básica y simple, la historia, formada por un conjunto de viñetas enlazadas forzadamente, era una especie de viaje existencial de Fritz por los ideales contestarios y hechos políticos de la recién acabada década de los 1960, que seguían presentes en los incipientes 1970. Ahí tenemos a un Fritz que no tenía reparo en participar en un orgía caótica dentro de una tina con otros animales, o en tener relaciones con una gordaza mujer- cuervo dentro de un autobús, como si se tratara de un filme blaxploitation que jugaba con elementos de zoofilia, erotismo y humor.

El gato siempre acababa golpeado (en más de un sentido) por no poder encajar en todo este entorno, como en un enfrentamiento a golpes entre los policias con apariencia de cerdos y un grupo de “Panteras Negras”, aunque sin duda influido y transformado por la filosofía liberal. La última parte se convertía en una road-movie con elementos de suspenso y fantasía, en un trabajo no del todo logrado, pero atractivo en su parte visual y cómica, por su acabado imperfecto y descuidado, por su interesante trasfondo político y social, con todas sus complicaciones para contar una historia y hacer del famoso Fritz un personaje más interesante.

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