
La chica es sobrina de Rachel (Naomi Watts), periodista y madre de un niño, quien una vez enterada de las causas de la muerte de su sobrina, se involucra en la investigación del fenómeno del vídeo cassette asesino, que condena a todo infortunado que

Gore Verbinski dirige con mucha solvencia el filme, para manejar bien los elementos y situaciones propios del género, a través de una lograda narración que crea una paranoia gradualmente en ascenso. En efecto, lo que parece ser un fenómeno paranormal sin lógica, adquiere un cariz fantástico, justo cuando veamos a una horripilante fantasma de cabellos largos y empapada de pies a cabeza, salir de la pantalla de los televisores donde se reproduce el vídeo para matar a los que han tenido la mala suerte de mirar sus imágenes.
Lo atractivo de esta versión americana de Ringu, es que no estaremos ante el típico filme de terror de fórmula hollywoodense, sino que Verbinsky, haciendo uso de una paleta de tonos fríos en la cinefotografía de Bojan Bazelli y contando con las buenas actuaciones de Naomi Watts y del resto del reparto, logra una inquietante y al mismo tiempo entretenida película de suspenso paranormal, mezclando elementos de leyenda urbana, que en el fondo es una representación del miedo al imparable avance de la tecnología y del poder de la imagen electrónica.
De ahí que para Nakata -y luego para Verbinsky-, el desenlace es desalentador, casi apocalíptico y catastrófico. La imagen electrónica y su capacidad de reproducción están ahí para condenar al ser humano, como una plaga. La historia de The Ring se convierte en la pesadilla de un mundo dominado por lo audiovisual en el nuevo siglo XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario