jueves, 15 de noviembre de 2007

DVD: FRIDA * * * *

No existe una película que sea 100 por ciento fiel a la vida de algún célebre artista, o cualquier otro personaje famoso. Ninguna biopic puede serlo. Películas como Amadeus (Milos Forman, 1984), sobre la vida y obra musical de Mozart, Lautrec (Roger Planchon, 1998) y Rembrandt (Charles Matón, 1999), dos biopics sobre estos pintores importantes en la historia del arte, y muchas más, no son películas que se apeguen completamente a la realidad biográfica de los personajes que intentan retratar. Su mérito radica en la capacidad de captar la esencia del artista, sus realizadores dan su visión particular acerca del personaje adoptado como motivo cinematográfico, y no por una objetividad, de por sí, inútil de conseguir. A este lista se puede agregar Frida (E.U.-Canadá, 2002).

En el momento de su estreno en México hace algunos años, la película fue destrozada por muchos medios, críticos e incluso especialistas en la pintora, centrando más sus opiniones en si era fiel o no a la vida de Frida Kahlo, que a sus méritos cinematográficos, no pocos en mi opinión. El proyecto no pudo haber caído en mejores manos que en las de la estadounidense Julie Taymor, directora que hizo gala de un manejo magistral de la imagineria y estética surrealista en Titus (1999), una versión contemporánea de la obra homónima de William Shakespeare, y que este año ha estrenado Across the Universe (2007), un musical-homenaje romántico a la música de The Beatles.

Frida está producida y protagonizada por Salma Hayek, que interpreta a la pintora mexicana más famosa a nivel internacional. La película es un claro ejemplo de cómo, haciendo uso de un lenguaje cinematográfico original, se pueden reflejar el sufrimiento, el dolor físico y psicológico que ha caracterizado a la pintora, mostrándola al mismo tiempo como un ser lleno de pasiones, defectos, excesos y vicios.

Julie Taymor ofrece un verdadero deleite visual, cargada de su visión surrealista, onírica y moderna, que logra transmitir, a lo largo de delirantes imágenes, la complejidad del mundo interno de Frida Kahlo, basándose para ello en los cuadros más importantes de la pintora y que marcaron su evolución profesional.

El cine (sobre todo el mexicano) se ha preocupado poco de Frida, una mujer compleja, contradictoria, ambigua, fascinante y talentosa a la vez. Frida, Naturaleza Viva (de 1984 y desconocida en España) del realizador Paul Leduc, con la mexicana Ofelida Medina en el papel de la pintora, es el único largometraje que existía antes de la producción de Taymor. Fuera de esto, nadie más en México se ha preocupado por un proyecto de la magnitud y calidad como el de Salma Hayek, Edward Norton como co-guionista y Julie Taymor. Lo que sí llega a haber siempre, son las críticas desfavorables y ataques a la hora de que surgen estas producciones desde el extranjero, tal y como sucedió con Apocalypto (Mel Gibson, 2006), filme sobre los mayas. ¿Quién se acordaba en México de los mayas antes del filme de Gibson? ¿Quién se acordaba de Frida Kahlo antes de la película de Julie Taymor?

La trama de la segunda película dedicada a Frida Kahlo, gira en torno a la tormentosa relación que vivió al lado del muralista y pintor Diego Rivera (el británico Alfred Molina), amor pasional y destructivo al mismo tiempo, narrando brevemente sus etapas como estudiante en la Escuela Nacional Preparatoria (donde conoce a Rivera), hasta su muerte en la famosa Casa Azul de Coyoacán, en 1954. Sus ideas políticas, su filosofía artística y su particular visión de la vida, quedan bien reflejados a lo largo de la película.

Aunque claro, hay varias cosas que se le pueden reprochar a Frida. Para empezar, el molesto "spanglish" que desde el principio resulta incómodo en los diálogos de Salma Hayek, ciertas contradicciones visuales, como el mostrar a Frida desnuda con un cuerpo perfecto, cuando en la vida real sufrió múltiples tormentos desde su juventud, debido a un accidente en tranvía. Pero el mayor problema, es lo mucho que el personaje de Diego Rivera pesa sobre Frida Kahlo, especialmente en la primera mitad (el título "Frida y Diego" hubiera quedado mejor).

El reparto es excelente, con actores mexicanos y extranjeros. El australiano y siempre notable Geoffrey Rush da vida al filósofo político ruso León Trotsky (con quien Frida mantuvo una relación), el británico Roger Rees interpreta al fotógrafo Guillermo Kahlo, padre de Frida. Mientras, la mexicana Patricia Reyes Espíndola, tiene una pequeña participación como la madre de Frida; Margarita Sanz interpreta a la esposa de Trotsky, entre otros

La dirección de fotografía de Rodrigo Prieto y el diseño de arte son magníficos. Se puede argumentar que Frida es la clásica visión folklórica de México por parte del cine estadounidense, pero Frida era así, folklórica, extravagante, excéntrica, y una gran promotora de la cultura mexicana en el extranjero. Los famosos "judas" explosivos (figuras con forma demoniaca que en México se queman durante Semana Santa), a los que Frida era muy afecta a coleccionar, llevan un simbolismo especial en la película.

Taymor combina en Frida efectos digitales con recursos más rústicos y artesanales: la animación de las calaveras de los hermanos Quay, o su interpretación de King-Kong (1933), metáfora de cómo Frida vivió casi siempre a la sombra de Diego Rivera, representado aquí como la "bestia comunista", invasora y amenazante a los ojos de los E.U., la animación de los cuadros más famosos de Frida, son otros más de los recursos formales de la realizadora en la película, cuya preocupación principal fue la de tratar de descubrir los motivos y fuentes de inspiración de la pintora, es decir, el dolor, el sufrimiento, la política, etc., sus pinturas eran, al mismo tiempo, su propia fuente de autoconocimiento.

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