martes, 25 de septiembre de 2007

CINESPAÑA: EL MUNDO ALREDEDOR * * 1/2

El realizador Alejandro Calvo-Sotelo tiene en El Mundo Alrededor (España, 2005) todas las intenciones de hacer una mezcla de road movie con toques de humor negro, sin que este último logre tomar forma del todo. Para colmo, no hay una sola actuación que valga mucho la pena destacar (ni siquiera la pequeña participación de Antonio Resines y Luis Tosar es muy rescatable que digamos), pero si uno está dispuesto a desconectar el cerebro por un rato y va del humor adecuado, la película resultará entretenida en la medida que empaticemos con un grupito de malogrados aspirantes a músicos, con la ilusión de participar en el festival Viña Rock.

Calvo-Sotelo ya había trabajado la fórmula en Se buscan Fulmontis (1998), filme que no he visto, pero se que es una burda reelaboración de la divertida comedia-social británica The Full Monty (Peter Cattaneo, 1997), sobre un grupo de tristes desempleados que sueña montar un espectáculo de desnudistas para mujeres. El Mundo Alrededor muestra la facilidad de Calvo-Sotelo para sacar situaciones más o menos divertidas, de las dificultades que su grupo de músicos pasará para llegar por carretera al mentado festival. Guiados por esa suerte de líder moral del grupo, Charly (una disfrutable sobreactuación de Oscar Zafra), un tipo con pinta de heavymetalero y con melena, promete una inscripción segura a sus compañeros: un callado guitarrista, Keko (Críspulo Cabezas, el Rai de Barrio/Aranoa/1998), una chica lesbiana preocupada porque su padre no sabe que asiste a clases de música, enamorada de su amiga percusionista y experta en tecnología digital, y Gabriel (Antonio Molero), el conductor de la furgoneta, un tipo tartamudo y ex empleado de una prisión (donde conoció a Charly) que sueña con ser vocalista.

El guión, escrito por el mismo Calvo-Sotelo junto a Ignacio del Moral, no tiene la menor complicación. Será evidente que presenciaremos la ruta edificante que estos personajes seguirán, de autoconocimiento y reconocimiento de que para todo servirán menos para la música. Haciendo memoria, no hay más que una sola secuencia, en serio, rescatable: el del robo de la furgoneta, a manos de un –según se deduce- padre de familia con tintes antisociales (Luis Tosar), suceso que terminará en un prostíbulo. El asunto de los mafiosos que persiguen a Charly por una deuda monetaria, siento que está forzada y que no logra encajar muy bien en la trama.

Pero si por algo se salva El Mundo Alrededor, es porque Calvo-Sotelo supo darle la vuelta a lo que inicialmente era un documental sobre el festival Viña Rock (rescatando algo de ese material), para conseguir una comedia menor, pero con instantes bastante cómicos y con un Oscar Zafra en verdad desenfrenado, que se roba la película con su parlanchín y desatado personaje.

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