viernes, 31 de agosto de 2018

ANTMAN AND THE WASP * * *

Evangeline Lilly y Paul Rudd.
Sabíamos que Ant-Man regresaría en una secuela, y que no lo haría solo. Ant-Man and the Wasp, secuela de Ant-Man (2015), viene cargada del doble de diversión y acción. Contrario a franquicias más poderosas y épicas (como la de Avengers, en donde Ant-Man ha tratado de encontrar su lugar), la saga del "hombre hormiga" todavía no tiene esos alcances. Pero ya tiene su público, y ha probado ser un entretenimiento familiar noble, funcional, veraniego, al que vale la pena darle una oportunidad. Su humor en general es gracioso, y la experiencia acaba siendo divertida si se tiene la actitud apropiada.

Dirigida nuevamente por Peyton Reed, el lado femenino de la historia tiene más peso que en la anterior película. Evangeline Lilly vuelve como Hope, el interés romántico de Scott Lang/Ant-Man (Paul Rudd), quien usando la tecnología desarrollada por su papá, el Dr. Hank Pymm (Michael Douglas), se convertirá en The Wasp. El Dr. Pym está decidido a encontrar a su esposa, Janet Van Dyne (Michelle Pfiffer), la primera en vestir el traje de la "avispa", quien si recordamos el primer filme acabó atrapada y miniaturizada en el plano subatómico. Mientras tanto, Scott sigue luchando por encontrar el balance apropiado entre ser un buen super héroe y un padre, cosa que no tendrá fácil al tener que enfrentar a una nueva némesis, el Dr. Bill Foster (Laurence "Matrix" Fishbourne), el protector y suerte de padre adoptivo de Ava (Hannah John Kamen, de "Ready Player One" y "Game of Thrones"), una chica mutante con el poder de volverse invisible y hackear sistemas con sus poderes electromagnéticos.
Paul Rudd sigue mostrando lo cómodo que se siente en su fasceta cómica. Es un actor bueno para la comedia, que no se toma muy en serio así mismo (hay una escena en que, sin revelar demasiado, hace una rutina cómica con un lado femenino muy marcado). Lo malo en esta secuela, es que no hay tanto de Ant-Man miniaturizado como en la primer película (que era de lo más divertido y rescatable), sino más del héroe en versión gigante. Michael Peña como Luis, el mejor amigo de Scott, tiene ahora el doble de tiempo y más espacio para desenvolverse, aunque llega un momento en que quizás acaba siendo demasiado.
Ant-Man es un buen entretenimiento de fin de semana clasificación AA. Advertencia: hay que quedarse hasta el final de los créditos para poder ver lo que viene en la tercer película.

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