lunes, 16 de febrero de 2009

LA SECUENCIA DE CRÉDITOS


Para muchos (entre los cuales me incluyo), Spider-man 2 ha sido hasta ahora la mejor película de la trilogía dirigida por Sam Raimi. Su secuencia de créditos inicial no se queda atrás, en un ágil y dinámico trabajo de animación que, como puede suponerse, está en parte inspirado en un formato de moderno cómic.

La banda sonora es de Danny Elfman, y el tema musical que abre la película es de unos intrigantes acordes que se funden rítmicamente con toda la secuencia. Tres telarañas dan inicio a la secuencia, cruzándose una con otra y casi fundiéndose con el título de la película, todos con un efecto dorado-platinado que le da fuerza visual, para que así el espectador quede atrapado desde el principio.

El soporte es un fondo rojo, que varia mucho en tonalidades de claras a obscuras. Además de ser un color que sirve para producir emociones excitantes, de alerta y peligro, es también una referencia rápida al uniforme de Spidey. La estrategia visual de la segunda parte de la secuencia es maravillosa: la animación de una especie de espejo roto, una referencia simbólica a la locura del villano anterior: El Duende Verde, nuevamente presente en la segunda parte. El espejo, de hecho, como se vio desde la primera película, es un reflejo de la locura y doble personalidad del Dr. Norman Osborn (interpretado por Willem Dafoe), y aquí ha servido a los diseñadores como tema visual de la secuencia.

La animación es sumamente dinámica, dentro de un movimiento caleidoscópico. Son tres los colores principales: rojo, azul y blanco, los dos primeros forman parte del uniforme de Spidey, y el blanco sirve para darle una lectura adicional a este juego cromático, el de los colores de la bandera de Estados Unidos, un símbolo patriótico y de heroísmo propio de la iconografía norteamericana.

Los fragmentos de este “espejo” en la secuencia, sirven como soporte visual para los títulos de los créditos, y aquí viene otro punto a favor de la magistral animación: la distorsión de los títulos conforme van moviéndose los fragmentos del espejo, tal y como sucede con la imagen que refleja un espejo estrellado.

Como decía, no será exactamente un formato clásico de cómic, pero es clara su inspiración. Varias ilustraciones en acuarela (realizadas por Alex Ross, artista de comics), de imágenes tanto de la película anterior como de la segunda parte, irán desfilando gradualmente. Me recordaron mucho a ciertas portadas de cómics modernos, hechas con diversas técnicas, desde acuarela hasta acrílico.

La animación tiene como soporte un juego de líneas negras, de distintos grosores, moviéndose rápidamente sobre el cuadro. Estas líneas, con diferentes inclinaciones, simbolizan también el estado mental inestable, prácticamente de locura, en varios personajes, encumbrados por el nuevo villano, el Dr. Octopus (Alfred Molina), Harry Osborn (James Franco), el mejor amigo de Peter (Tobey McGuire) y el interés sentimental de ambos, Mary Jane (Kirsten Dunst), emocionalmente dividida por no saber con cual de los dos se queda. Además, en esta segunda parte Spidey experimenta las mayores dudas en su doble vida como superhéroe y como Peter Parker.

Justo a la mitad de la secuencia (que dura aproximadamente 1 minuto), aparece la máscara de Spidey, y en uno de sus ojos se encuentra la imagen del Duende Verde, en una ilustración a la acuarela. Un rápido acercamiento nos introduce al ojo y sirve como punto de referencia para entrar a la animación del “espejo” fragmentado. La secuencia produce emociones mezcladas, y una más es la de tener la sensación de iniciar una película de acción imparable.

En cuanto a la tipografía, es un buen trabajo, moderno, inclinado para sugerir la idea de velocidad y agilidad de Spidey. Su diseño es rígido, sin muchos detalles y en color platinado.

Al final de esta “red” visual de colores, figuras e imágenes, está la imagen de Mary Jane (el motivo amoroso de Peter), en un retrato a la acuarela que se va fundiendo con el de su retrato fotográfico en un anuncio espectacular de la calle. En este punto se abre la narración y, con voz en off, Peter empieza a narrar lo que es ahora su vida.

Las mejores secuencias de créditos muchas veces se encuentran en las películas de superhéroes. Spider-man 2 no es la excepción, con un gran trabajo de diseño que conjunta la información del staff principal dentro de un muy original soporte gráfico, de colores brillantes y puros, así como de movimiento. Nunca es una secuencia estática, y esa es una de sus virtudes.


No quisiera dejar en el tintero la pequeñísima secuencia que abre Valkyrie, uno de los estrenos del mes. No es propiamente secuencia de créditos, sino nada más del título del filme. Su diseño es estilo Bauhaus, la notable escuela de diseño alemana de los años 1920, y el diseño del título es un gran homenaje a esta escuela de arte y diseño. La propuesta de su pequeña animación, expresa una de las grandes contradicciones y puntos débiles de la película: el idioma. Mark Kermode lo expresó también en su programa de radio de la BBC, criticando la mezcolanza de acentos en un filme que, para su gusto, hubiera quedado mucho mejor en alemán. Estoy de acuerdo, pero también coincido con otra afirmación: los actores británicos siempre interpretan estupendamente a los nazis.

Como sea, la película abre con la voz en off del Coronel Von Stauffenberg (Tom Cruise) en alemán, mientras escribe su diario, para luego fundirse gradualmente con la de Tom Cruise en inglés. De igual forma lo hace la animación del título, en una especie de efecto de pregnancia visual, en el que el título en alemán, “Walküre”, se transforma en el título en inglés “Valkyrie”. La sensación de la animación es contradictoria, en el bilingüismo al que quiere hacer referencia (¿Veremos una película en alemán o en inglés?). A pesar de todo, me encantó el efecto visual. De hecho, este bilingüismo dura escasos segundos al inicio, cuando escuchamos el juramento de lealtad a Hitler, que los alemanes tuvieron que hacerle cuando subió al poder: “Juro por Dios este sagrado juramento: Que rendiré incondicional obediencia a Adolf Hitler, Führer del Reich Alemán y del pueblo, supremo comandante de las fuerzas armadas,….” Luego del título, vemos una transcripción textual del juramento en una tipografía limpia, blanca y correctamente legible.

Todo se encuentra en un fondo rojo, con sus referencias simbólicas al peligro, a la fuerza del nazismo, al dolor e, incluso, a la sangre por las muertes que vendrán. Hasta que el fondo comienza a hondear, para irnos revelando tan sólo una parte de la bandera nazi y la suástica. Esto es muy significativo, en cómo hace referencia simbólica a las creencias y lealtades fragmentadas de Von Stauffenberg. La imagen pronto se funde con las de las ruedas de un tanque y, de ahí, a Von Stauffenberg escribiendo su diario en alemán pero… recitado en inglés por Tom Cruise.

5 comentarios:

Ana A. dijo...

Vaya, nunca me había fijado tan a detalle de las secuencias de créditos de las películas, pero ahora que lo dices una que me gusta mucho (aunque no salen al principio sino al final de la película) es la de la Supremacía Bourne -bueno de las tres películas- con el tema de Moby (Extreme Ways) con todas esas líneas y el fondo negro. ¡Wow, me encanta!.

Alex dijo...

Hola Ana! Voy a revisarla nuevamente y la tomo en cuenta para reseña. Me parece que la primer película, Bourne Identity, tiene también una buena secuencia de créditos.

Esto es como un ejemplo que me gusta mucho, pero en materia de pintura. Si un crítico de pintura o aficionado a esta disciplina va a un museo, se fijará, obviamente, más en la imagen plasmada dentro del lienzo. Pero si el que observa es, por ejemplo, un fabricante de marcos, se fijará más en el marco de la pintura que en otra cosa, en sus detalles, en cómo está hecho, jajaja.

Por razones de carrera, me he fijado siempre mucho en estas secuencias y en cómo están hechas. Forman parte de toda la película en conjunto, es un elemento estético en el que tienen que ver mucho también las decisiones del director.
¡Saludos!

Joel Meza dijo...

Qué buen trabajo estas reseñas, Alex. Yo también disfruto mucho las secuencias de créditos, cuando son parte integral de la obra. Precisamente la secuencia de El Hombre-Araña 2 es una que disfruté mucho en el cine. Por cierto, me recordó la secuencia inicial de Superman II (de Richard Lester), que resume la primera película (de Donner) mientras suena la música compuesta por John Williams para la primera.
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Muy buenas ideas para tu blog en este 2009. ¡Felicidades!

Jossy Meza dijo...

Muy interesante lo que señalas de las secuencias de créditos. Por cierto, gracias por el follow.

Saludos.

Alex dijo...

Hola Joel! Me gustaría revisar nuevamente las secuencias de las peliculas de Superman. Recuerdo que tenían un buen trabajo de tipografía, era impresionante para la época: volaban los créditos sobre el espacio, con un destello detrás.

Gracias por los comentarios Jossy!

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