jueves, 9 de agosto de 2007

LONELY HEARTS * * * 1/2

El famoso caso de la pareja de asesinos seriales, formado por Martha Beck y Raymond Martinez Fernández, conocida como los “Corazones Solitarios Asesinos”, ha sido llevada al cine, al menos, 2 veces: The Honeymoon Killers (Kastle, 1970) y Rojo Carmesí (Ripstein 1996). Beck y Martinez era una pareja-dispareja que se había conocido por correspondencia. La manipuladora y celosa Martha, de ser una potencial víctima del calvo y delgaducho Raymond, se convirtió en su pareja sentimental, quienes por el año 1949, se dedicaron a buscar viudas a causa de la guerra. Raymond las conquistaba, les proponía matrimonio y después las mataba, para así poder apropiarse de su fortuna, todo orquestado por la enfermiza mente de Martha, la cual se hacía pasar por su hermana.

La película dirigida por Todd Robins (responsable de un buen western sobre Wyatt Earp, Angel Fire/1992), tiene a su favor un cuadro de actores sumamente efectivo, en un filme que luce sencillo y convencional en su realización; con una buena fotografía, destacando por sus enormes paisajes, que en el fondo acaba siendo un buen film detectivesco al estilo antiguo. Si algo preocupó mucho a Robinson, fue hacer una película lo más apegada posible a los hechos reales en las que está basada.

Me sorprendió la capacidad de Salma Hayek (una actriz que histriónicamente no es capaz de mucho en pantalla) de darle a su Martha Beck una enfermiza presencia, que por momentos parece quedar atrapada en su mirada. Es uno de los meritos de Robins, sacarle a la Hayek una buena actuación, que si acaso tiene un pero es esa sensación contenida del pathos que logra transmitir, pero que nunca logra estallar, como sí lo hacía en el filme de Ripstein Regina Orozco, y su obesa enfermera Coral Fabre.

Con seguridad, el hecho de que no consigamos apreciar mucho las emociones atrapadas de Salma Hayek, se deba quizás a que la cinta no nada más trata sobre los asesinos seriales Beck y Fernández, este interpretado por un Jared Leto muy en su personaje. Lo que nunca habíamos visto en las versiones fílmicas anteriores, es que ahora vemos también en el relato la investigación policial que llevaron a cabo el detective Elmer C. Robinson (John Travolta) y Charles Hildebrant (James Gandolfini).

El trabajo de Travolta y Gandolfini es impecable, el primero interpretando a un tranquilo detective, que se divide entre su deber de padre soltero, novio de su atractiva secretaria (Laura Dern) y de su trabajo policiaco, este último el de más peso en su vida.

La parte dedicada a la investigación y vida privada de Robinson no podrá ser más convencional, en sus conflictos, en su simpática amistad con Hildebrant y demás compañeros de trabajo, y en su cacería del matrimonio asesino. Pero sin duda hace más interesante e imprime más suspenso a una historia criminal que, de todas formas, también ya hemos visto con anterioridad varias veces, y que guarda mucha relación con otra pareja sentimental de bandidos, Bonnie and Clyde.

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