domingo, 5 de agosto de 2007

DVD: LEMMING * * 1/2

En una de las escenas más inquietantes de Lemming (Francia, 2006), el personaje interpretado por la gran Charlotte Rampling dejará humillado y en ridículo a su esposo en la ficción, encarnado por otro grande del cine francés, André Dussollier. Todo en segundos y durante una cena frustrada frente a sus anfitriones, la joven pareja protagónica, hasta ese momento con una vida estable y feliz.

Lemming es el tercer largometraje del germano Dominik Moll, que nuevamente entra en los terrenos del suspenso psicológico, desafortunadamente sin igualar -y menos superar- a su más lograda y entretenida Harry, Un Amigo que Os Quiere (2000), su anterior película. Aquí, el pretexto será la extraña y no muy creíble aparición de un roedor en la tubería de una casa, habitada por el matrimonio formado por un inventor, Alain (Laurent Lucas), y su esposa, Bénédicte (Charlotte Gainsbourg), que acaban de mudarse a un lujoso suburbio.

El mentado roedor es el lemming del título, habitante de tierras nórdicas, que Bénédicte encuentra obstruyendo la tubería del fregadero. El hallazgo servirá para desencadenar una serie de desafortunados acontecimientos en la vida matrimonial de Alain y Bénédicte, el primero trabajando en una minicámara voladora a control remoto, a partir de la insana presencia de Alice (Rampling), esposa del jefe de Alain, quien aparentemente ha venido sufriendo los maltratos y engaños de su marido.

Al igual que el Harry del anterior filme de Moll, Alice será el personaje mentalmente inestable de la historia, introduciéndose de manera enfermiza y hostigante en la vida de Alain y Bénédicte, en una corta pero gran actuación de Charlotte Rampling. El brutal suicidio de Alice, vendrá a desequilibrar a los dos, siendo Bénédicte la primera en mostrarse afectada, comportándose como poseída por el espíritu de la fallecida Alice.

Si hay algo en lo que Moll jamás falla, es en la acertada creación de un ambiente pesado, acorde al cada vez más profundo desplome mental de Alain, sin jamás poder explicarse el porqué todo está en su contra, el porqué su esposa se aleja cada vez más de él, pareciendo todo el producto de una espantosa pesadilla... o al menos así lo quisiera él.

En dicho aspecto formal y en las buenas actuaciones de todo el reparto, están los puntos a favor en la realización de Moll, ya que con respecto a la trama, nunca logrará dominar su narración del todo. La película se convertirá en un conjunto de ideas no muy bien armadas, sin mucha coherencia, con hechos inverosímiles, hasta una resolución que carecerá de toda lógica.

El ejercicio hitchcockiano le ha fallado a Moll esta vez. No ha sabido manejar muy bien los elementos del suspenso con toques paranormales. Pero como decía al principio, la película vale por su enérgica primera mitad, con la Rampling a punto de robarse todo el numerito.

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