lunes, 1 de junio de 2009

DEATH PROOF * * *

Quentin Tarantino homenajea en "Death Proof " a las películas de persecuciones de autos de los 1970, como Vanishing Point (1971).




Lamentablemente, creo que Tarantino sigue lejos de volvernos a ofrecer algo cercano a Pulp Fiction, su obra maestra. Jackie Brown y Kill Bill 1 estuvieron muy cerca de lo que podríamos llamar una gran obra tarantinesca, y puede ser que su nueva película, Inglourious Basterds, sea el regreso del buen Tarantino. En su más reciente largometraje, Death Proof (2007), Tarantino sigue gustando de reciclar ese cine de hace 30 años de bajo presupuesto, en el que no importaban mucho las estrellas, sino las persecuciones de autos y… los mismos autos.

Death Proof es el homenaje de Tarantino a ese cine de persecuciones de autos de los 1970, y a los dobles expertos en conseguir que un auto haga cosas inimaginables, como quemar llantas en el asfalto, volarlo espectacularmente, rodarlo por la carretera en aparatosos choques, etc. y, la mayoría de las veces, salir ilesos de estas escenas peligrosas. La película que homenajea en específico es Vanishing Point (1971), de Richard C. Sarafian, película emblemática de este subgénero olvidado. En la segunda parte de Death Proof, un auto blanco modelo Dodge Challenger, (el mismo modelo que aparece en Vanishing Point), es el protagonista de una espectacular persecución entre un psicopático doble, Stuntman Mike (Kurt Russell), y un grupo de chicas que trabajan de dobles en la industria del cine. Solo en una película de Tarantino podría verse algo así.

Lo que logra Tarantino aquí con Kurt Russell, es devolverle al actor un poco de esa vieja gloria que cimentó junto al realizador John Carpenter, en películas como Escape from New York (1981) y la secuela, Escape from L.A. (1996); The Thing (1982) o Big Trouble in Little China (1986). El Stuntman Mike que logra Russell es un tipo sarcástico y de doble cara, con una fetichista obsesión por las chicas, pero no una sexual, sino una de violencia sádica. Algo del fetichismo por los autos y los choques que se vio en Crash de David Cronenberg, sólo que con más humor negro. Tarantino le devuelve a Kurt Russell ese prestigio que tenía como actor de películas de acción serie B en los 1980.

Otra de sus protagonistas es Zoë Bell, una chica neozelandesa que trabajó como doble de Uma Thurman en Kill Bill, y en otros proyectos de Tarantino, como Grind House y Planet Terror. Incluso, el mismo Tarantino aparece cerca de un minuto haciendo el papel de un barman. El resultado de este extraño pero atractivo reciclaje, es una película dispareja que luce intencionalmente vieja y mal hecha en su edición y fotografía en la primera mitad. Stuntman Mike se presenta como un asesino serial en coche que no se anda con juegos. Mike conduce un auto negro, especial para filmar escenas de persecuciones, donde el asiento del copiloto ha sido retirado para montar la cámara, lugar en el que una guapa chica encontrará un destino sangriento.

Siento que en la primera mitad de Death Proof, Tarantino quiso hacer también su propio homenaje a la Nouvelle Vague, de la que se ha declarado admirador (en especial del cine de Jean-Luc Godard), en esa edición rudimentaria e improvisada, con jump cuts y música de unos cuantos segundos, así como escenas extensamente dialogadas y conversaciones que parecen naturales, marca de autor de Tarantino. Una de estas conversaciones tiene lugar dentro de un bar, con muros tapizados de posters viejos de películas mexicanas, como Las Tres Elenas (1954). Esta primera mitad luce como una película filmada en los 1970, sea por el tipo de cámara utilizada o por su tratamiento fotográfico.

Como sea, Death Proof es una película experimental a la que le sobra estilo pero le falta sustancia, musicalizada magníficamente con nostalgia y soberbia. Nuevamente, Tarantino recurre a Ennio Morricone con un par de temas, "Violenza in attessa", de la película "L'uccello dalle piume di cristallo", y "Paranoia Prima". El guión luce desastroso, con personajes que aparecen en una escena y de los que ya no volvemos a saber nada después, pero como decía, esa ha sido la intención de Tarantino. Hay escenas filmadas con gran solvencia e inspiración, como ese plano secuencia de la larga conversación de las chicas dentro del restaurante en la segunda parte, ese sádico y un poco gore choque frontal que sirve para dividir un relato del otro, o la persecución final.

El mundo de los dobles cinematográficos dista mucho de ser interesante y complejo, al menos desde el punto de vista de Tarantino. Death Proof llega a rozar lo misógino, pero al final el grupo de cuatro chicas se trastoca en las heroicas supervivientes de un lunático del camino como Stuntman Mike. Lo seguro, es que Death Proof está lejos de quedar entre mis películas favoritas de Tarantino, aunque es mucho más interesante, por ejemplo, que Kill Bill 2.

++Disponible en una edición especial con estuche metálico, que incluye 2 discos. Como extras incluye "Dobles sobre ruedas: Los conductores legendarios de Death Proof", "Kurt Russell como Stuntman Mike", "Encontrando a las chicas de Tarantino", versión completa de "Baby, it's you", "Los chicos de Death Proof", "Presentando a Zoe Bell", "La gran colaboradora de Quentin Tarantino: la editora Sally Menke", trailer del documental "Double Darem".

1 comentario:

Deric dijo...

hace tiempo que deje de ver las películas de Tarantino, dejaron de interesarme...

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