miércoles, 12 de diciembre de 2007

CINESPAÑA: TRASTORNO * * * 1/2

Destrozada por buena parte del público y la crítica en el momento de su estreno en España, Trastorno (España, 2006), del madrileño Fernando Cámara, no es un filme tan malo como parece. El filme está protagonizado por un par de eficientes actrices, Najwa Nimri e Ingrid Rubio, interpretando a unas hermanas que se reúnen después de mucho tiempo, en la enorme residencia de la primera, una ilustradora de libros infantiles, casada con un exitoso empresario y esperando un bebé.

La trama se desarrolla totalmente dentro de la residencia, a la que llegará Elena (Ingrid Rubio), acompañada de su novio, para pasar unos días. Todo irá marchando bien, la convivencia es relajada entre ambas parejas, hasta que Elena empieza a mostrar un comportamiento extraño, se pone agresiva con el novio y sarcástica con su cuñado, se desmayará sin causa aparente, dirá vulgaridades frente a su hermana, Natalia (Nimri), una chica tranquila, quien con su mirada de preocupación nos dice que hay algo mal con Elena.

Pero su mayor error será que callará, seguirá como si nada y aparentará que todo está bien. Elena no tardará en revelarle a Natalia que también está embarazada, aunque a estas alturas es claro que aquella siente envidia por la acomodada y feliz vida de su hermana, por lo que el cambio de personalidad será más drástico, acompañado de pesadillas, delirios, que amenaza con tornarse peligroso y sangriento para los habitantes de la casa. Natalia tiene respuestas sobre el origen de los trastornos de Elena, pero necesitará más que eso para sobrevivir, con todo y su embarazo, a su lunática hermana.

Escrita por el mismo Cámara, Trastorno es un claro ejemplo de cómo un buen trabajo se puede arruinar por un final precipitado y mal planeado. Tenemos un cuidado trabajo de realización de Cámara, con una fotografía de luces suaves a cargo de Daniel Aranyó, una buena construcción del suspenso psicológico y una idea argumental en la que sabe aprovechar la vulnerabilidad de una mujer embarazada, que debe sobrevivir encerrada en su espaciosa casa a los instintos asesinos de su hermana.

Hasta ahí la película es un muy visible filme de suspenso, que a pesar de ser entretenido como para palomear un rato por la noche (apenas dura hora y 20 minutos), no escatima en hacer una interesante descripción psicológica de sus mujeres protagónicas, acorde al bien aprovechado escenario (ese cuarto del bebé en la última planta de la casa). La actuación de Ingrid Rubio es bastante lograda, en un personaje que pudo haber caído en el mayor de los ridículos de no haber sido bien dirigida por Cámara, mientras la guapa Najwa Nimri sabe reflejar desesperación y fragilidad al mismo tiempo y sin muchos problemas.

Entonces, si todas estas piezas estaban bien puestas y calculadas ¿Qué le pasó a Cámara en la resolución del filme? No es malo por ser un happy-end, este es más que predecible, sino en lo mal resuelto que está, dejándonos con muchas preguntas respecto a lo que pasó minutos antes de la escena final. Sólo Cámara y sus guionistas lo sabrán, nosotros nos quedaremos con nuestras dudas.

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