lunes, 10 de diciembre de 2007

CINE ANIMADO: SURF'S UP * * * 1/2

La última película animada de la casa Sony Pictures Animation, Surf’s Up (E.U., 2007) es para aquellos que todavía no han tenido suficiente de pingüinos, aunque en realidad esta es la segunda cinta animada protagonizada por estas simpáticas aves, luego de Happy Feet (Miller-Coleman, 2006), sobre un pingüinito bailarín que no podía tener quietas sus patas.

Si hay algo nuevo en Surf’s Up, dirigida por Ash Brannon (director de Toy Story 2) y Chris Buck (director de la cinta animada Tarzan/1999, de la Disney) es que la trama no está ambientada en el polo sur, hogar de los pingüinos, sino en una soleada playa de la isla Pen Gu, en donde viven relajada y despreocupadamente muchos pingüinos surfistas, preparándose para participar en una famosa competencia. Ahí llegará un joven pingüino, Cody (voz de Shia LaBeauf), para probar sus habilidades como surfista, inspirado por su gran ídolo, Big Z (voz de Jeff Bridges), de los más grandes pingüinos surfistas que hayan desafiado a las olas, y que desapareció del panorama sin que nadie sepa qué fue de él.

Olvidé decir, que el formato en el que está narrada la historia de Cody es el de un documental deportivo, todo en tono paródico con imágenes “de archivo” de Big Z en sus mejores años, entrevistas a la madre y hermano de Cody (su padre fue devorado por una orca), confesiones del mismo Cody respondiendo sobre sus miedos e ilusiones, que se pueden resumir en una sola: ser algún día como Big Z. Acompañado por un pollo, Joe (voz de Jon Heder), Cody llegará a la playa para ver que las olas del polo sur donde practicaba, no son nada comparadas con los verdaderos tsunamis a los que se enfrentará en la competencia, sin mucho éxito al principio. Auxiliado por una atractiva pingüinita salvavidas, Lany (voz de Zooey Deschanel), Cody entrará en contacto con un gordo y flojazo pingüino, Geek, quien tal vez pueda ayudarlo a entrenar para la etapa más dura de la competencia.

Si bien no estamos ante una gran historia (la clásica trama del maestro experimentado, que adopta un alumno talentoso pero inmaduro), la película es un buen derroche de parafernalia técnica. En primer lugar, vale destacar aspectos estupendos del filme, como el mar y las olas, muy reales y cuidados hasta el mínimo detalle (la espuma y los brillos del agua), y en segundo lugar está la manera tan realista de generar movimientos de cámara al estilo de una inquieta cámara documental, logro técnico de los realizadores, quienes precisamente crearon una cámara portátil especial para conseguir esos movimientos nerviosos en pantalla.

Sin embargo, es una pena que lo que se logra en técnica en Surf’s Up, no sea igual para el guión, escrito por Don Rhymer, Ash Brannon, Chris Buck y Christopher Jenkins, ya que tenemos en sí una película no muy divertida y sin gags memorables, sin personajes que nos atrapen. Ni la subtrama de Joe el Pollo y su encuentro con unos pingüinos “caníbales” en la isla, es lo suficiente graciosa. En resumen, Surf’s Up es una cinta que luce más preocupada por su aspecto técnico que por su historia, además de ser de lo más dispareja. Creo que uno de los personajes más interesantes acaba siendo Joe, ya que si hay una lección que deberá aprender Cody es a relajarse y no tomarse muy en serio, cosa que lleva a la perfección el despreocupado pollo.

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