martes, 25 de junio de 2019

THE DIRT


Sexo, drogas, y Rock and Roll. 
Hay muchos momentos en The Dirt, biopic sobre una de las bandas de "rock pesado" más célebres e influyentes de los 1980, Mötley Crüe, en que todo pudo haber caído fatalmente al precipicio, fallar, y ser un rotundo fracaso. Pero es tal el control demostrado por Jeff Tremaine (productor de los filmes de Jackass, director de Bad Grandpa), el realizador de esta producción de Netflix, que la película te acaba atrapando en sus descerebradas e intoxicadas redes heavymetaleras, seas o no fan. Su retrato de la época es logrado, y minuciosamente conseguido, ya que parece un filme rodado en la época de los inicios de la banda, es decir, fines de los 1970, e inicios de los 1980. Su ambientación es buena, combinando material audiovisual de la época con material rodado en la actualidad, incluyendo una colorización que nos hace sentir que estamos viendo polaroids animadas.
La película exhibe una misoginia sin pudor, así como un retrato no muy favorecedor de la banda, formada originalmente por Tommy Lee (uno de los productores de la película, aquí interpretado por Machine Gun Kelly), Nicky Sixx (Douglas Booth, quien nos narra la formación del grupo), Mick Mars (un gruñón Iwan Rheon, de Game of Thrones), y el vocalista, Vince Niel (un estupendo y loco Daniel Webber), mostrándolos como unos tipos desmadrosos (hotel en donde se quedaban, hotel que acababa semi destruido. Hay una escena, difícil de creer que haya realmente sucedido, que te revolverá el estómago, y que involucra a Ozzy Osbourne, interpretado por Tony Cavalero, dando un asqueroso espectáculo en una alberca), drogadictos, borrachos, y adictos al sexo.
Uno cosa es segura. Para quienes hayan visto Bohemian Rhapsody, sentirán a The Dirt como la otra cara de la moneda. No quiero decir que sea menos buena en comparación a la multinominada y oscarizada biopic de Freddy Mercury (para empezar, sus presupuestos son completamente distintos), sino al hecho de que The Dirt muestra sin tapujos ni censuras la historia de la banda. Los mismos integrantes confiesan que "así fueron las cosas realmente". Uno de ellos dijo: "Ahora estoy lejos de ser así, pero así fue todo, una vida llena de excesos". Todo el elenco está en su punto, con interpretaciones fantásticas, metidos completamente en sus papeles. Las recreaciones de sus conciertos y presentaciones son fenomenales.
Si hay algún pero, es el hecho de que el guión (escrito por Amanda Adelson y Rick Wilkes, basado a su vez en el libro homónimo escrito por todos los miembros del grupo) relega mucho el lado artístico y creativo del grupo, para ayudarnos a entender un poco más qué había detrás de su proceso musical (a pesar de que Nicky Sixx cuenta aquí que varias de sus canciones reflejan los traumas de su infancia, y los maltratos de sus padrastros). En resumen, una película perfectamente hecha para los fans de Mötley Crüe, dispuestos, tal vez, a perdonarle sus fallas.
⭐️⭐️⭐️1/2

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