domingo, 26 de octubre de 2008

MAX PAYNE * *


Me declaro analfabeta en cuestiones de videojuegos. Ha sido un amigo, más versado en estas cuestiones, quien me ha orientado al enfrentarme a la primera adaptación cinematográfica de Max Payne (2008), un famoso videojuego que, según él, ya ha pasado algo de moda. La película, como el videojuego, sigue una estética de film noir, mezclado con toques de fantasía y thriller.

Con esta película, Mark Wahlberg quiere seguir consolidándose como una estrella de peso en el cine de acción, al encarnar a Max Payne, un detective sin nada que no hayamos visto antes: un hombre torturado en busca de venganza, por el asesinato no esclarecido de su esposa y bebé. Aunque no hace falta ser un experto en videojuegos, para comprobar que Max Payne no ofrece nada nuevo. Visualmente, es un nuevo retorno al estilo Matrix, con escenas de acción que desafían la gravedad, y caprichosamente nos muestran a detalle el volar de las balas y los movimientos de los actores. Además, la película, dirigida por John Moore, no está nada lejos del plagio estético, al hacernos sentir en un mundo urbano decadente y obscuro estilo Sin City, sin llegar nunca a la maestría visual lograda por Robert Rodríguez en este último filme.

Las vueltas de tuerca son predecibles, y hay escenas de acción tan inverosímiles como las de cualquier filme palomero de acción hollywoodense. Payne es el clásico detective solitario que parece poder arreglárselas sólo en su pelea contra los villanos, una banda de traficantes de una droga que al tomarla hace alucinar un infernal entorno, habitado por seres demoníacos. Bueno, Payne no está tan sólo, ya que lo acompañará en ocasiones una chica rusa (Mila Kunis, guapísima), en busca como él de venganza. El final deja espacio para una secuela. Ante el resultado de esta primera película, creo que tardará mucho en llegar. Lo que sí me sorprendió es ver de regreso a Chris O’Donnell, en un papel tan blando para lo buen actor que es.

En fin, mi amigo experto en videojuegos me dijo que, a pesar de que el filme sigue al pie de la letra muchos elementos originales del videojuego, como las alucinaciones de Payne cuando está bajo los efectos de la droga, que en el videojuego es algo que te hace dudar si lo que el personaje (y el jugador) mira es real o producto de sus alucinaciones. Como sea, no le convenció mucho el filme, y a mí tampoco.

2 comentarios:

adayin dijo...

Creo que lo más llamativo del juego era su jugabilidad (valga la rebuznancia) donde controlabas no solo el entorno o al monito, sino al tiempo y el freeze time. Todo el tiempo uno se la pasaba consiguiendo los frasquitos de droga para que tuviera más bullet time y mataras a todos en un solo movimiento.

Y fue todo un suceso cuando se estreno. Lo que si es que han seguido modalidades muy diferentes y más participativas y quiza sea por eso que el juego se siente pasado de moda.

La pelicula no la he visto y no niego que tengo la curiosidad, pero todos los comentarios vienen por el mismo lado y la verdad es que no espero mucho. Saludos

Joel Meza dijo...

Mejor no verla. Yo sí hago caso de los críticos. Gracias, Alex.

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