sábado, 31 de julio de 2021

LA CASA DE LAS FLORES: LA PELÍCULA

 

Aislinn Derbez (centro)

Tal vez sea la persona menos indicada para reseñar este filme, ya que jamás he visto un solo episodio de La Casa de las Flores. Y no pienso hacerlo, sinceramente. Si eso significa pasar por la tortura de tener que escuchar, por 3 temporadas, a Cecilia Suárez hablar como si estuviera bajo los efectos de alguna droga, o algo parecido, no, muchas gracias. El problema, es que quienes se arriesguen de todas formas a ver la película sin ver la serie antes, es posible que entiendan la mitad, o prácticamente nada, del filme. No lo digo porque su trama sea compleja o intrincada, sino porque es un desastre narrativo de primera.

Las buenas heist movies (o filmes de grandes robos) como Ocean's Eleven, Rififi (el clásico francés), o incluso Ocean's 8, dentro de sus elaborados planes para llevar a cabo un golpe maestro, su narración siempre es clara, entendible, sin que te pierdas. En La Casa de las Flores no hay nada de eso, ya que el plan que sus personajes, interpretados, entre otros, por Aislinn Derbez y Juan Pablo Medina (esos que no vemos en películas con mucha frecuencia) se caracteriza por todo menos por tener coherencia y claridad, sin olvidar mencionar que la historia no tiene mucho atractivo qué digamos. Los hermanos de la Mora planean infiltrarse en la residencia donde vivieron su infancia en compañía de su nana (Norma Angélica), quien se encuentra enferma de cáncer. De niños jugaban a esconder "tesoros", y el último fue una caja con algo que la nana desea tener antes de morir. Por ello, para complacer su última voluntad, los hermanos han decidido urdir un plan para invadir la casa, habitada ahora por la "mala" del filme (Angélica Maria), justo durante la celebración de una boda judía que se llevará a cabo en el lugar. Además, el plan servirá para vengar la muerte de un tal Beto, venganza que cuando tiene lugar no se siente tan contundente, o digamos, tan "vengativa", o con el peso necesario. Dirigida por Manolo Caro, está por demás decir que a la historia no nada más le falta claridad, sino también tensión dramática suficiente. Al final, las cosas no salen del todo como lo planearon, y hay complicaciones, sobre todo porque Paulina (Suárez) se dedica la mitad del tiempo a estar avergonzando y vigilando que su hijo, Bruno (Luis de la Rosa, soso como siempre) se "porte bien" con su novia. Esto último intenta ser cómico, pero no lo es tanto como suena. Mientras, en la boda tampoco salen las cosas bien, en donde se nota que los realizadores se robaron ideas de "Cuatro Bodas y un Funeral". Lástima, ya que Caro y Gabriel Nuncio, su coguionista, querían darle cierta emotividad al filme con el asunto de la nana enferma de cáncer, y los hermanos queriendo demostrarle afecto. Pero todo se va por la borda, debido a un guión malo, falta de buena comicidad, falta de originalidad y claridad narrativa, al igual que una dirección de fotografía descuidada (hay una escena al final, en donde se ve la sombra de la cámara pasar por la espalda de Angélica María), y ese estilo de hablar de Cecilia Suárez, que los productores de la serie y el filme pensaron que sería muy gracioso. Qué equivocados estaban. Pero qué puedo saber yo, si no he visto la serie. A mi lista de lo peor del 2021. ⭐ 1/2 +Disponible en #Netflix

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