viernes, 10 de julio de 2009

PARANOID PARK * * * 1/2

En Paranoid Park (2007), Gus Van Sant ofrece una especie de reflexión autobiográfica y, al mismo tiempo, uno de sus acostumbrados retratos sobre la juventud norteamericana.


La reflexión sobre la juventud estadounidense sigue siendo una de las inquietudes temáticas de Gus Van Sant en Paranoid Park (2007). En Elephant (2003), de sus más intensos filmes, tomaba como inspiración directa la masacre en la preparatoria de Columbine, ocurrida en 1999, para luego participar con su cortometraje “Le Marais” en Paris, je t’aime (2006) y, más tarde, dirigir Last Days (2005), inspirado en la figura musical de Kurt Cobain..

Paranoid Park, como ha confesado el mismo Van Sant, no es precisamente autobiográfica, sino un recopilatorio de emociones, sensaciones y confusiones de su etapa adolescente, en su ciudad natal de Louisville, Kentucky. En la página oficial de la película en MySpace, cuenta cómo hizo el casting, a través de una convocatoria publicada en internet entre los habitantes de esa ciudad.

El título del filme hace referencia a una pista de patinaje de Portland, en la que se reúnen jóvenes a realizar malabares y suertes peligrosas. Alex (el debutante Gabe Nevins) es uno de ellos, un chico solitario, callado e introvertido, que gusta de escribir un diario. A lo largo de la cinta, bellamente fotografiada por Christopher Doyle, quien captura ambientes entre preciosistas (¡Los paisajes!) y etéreos, veremos constantemente escenas de chicos patinando, filmados en ralentis que los hacen ver como ángeles volando. En algún momento escuchamos la canción “Angels” de Elliott Smith, y estos “ángeles” patinadores parecen salir de la imaginación del pensativo y soñador Alex.

Basada en la novela de Blake Nelson, la película llega tardíamente a las pantallas españolas, donde incluso ya se ha estrenado Milk, la última película del realizador. Paranoia Park es un retrato, con ciertos toques artificiosos, de la cotidianidad de un adolescente común y corriente: sus clases en la escuela, su vagar por los pasillos y calles, las sosas conversaciones con su amiga, su desencantada vida familiar, con unos padres a punto de divorciarse. Su escape emocional serán las visitas al parque.

La vida de Alex se desequilibra con la muerte accidental de un guardia en las vías del tren. Por supuesto, Alex tendrá un problema grave encima, el acontecimiento lo afectará sobremanera por dentro, aunque la mayoría del tiempo sigue con su vida normal, sin mostrar algún signo de remordimiento o algo parecido.

Paranoid Park es la película que menos me ha convencido de Van Sant a la fecha. Es verdad, la película está filmada con el gran estilo que caracteriza al realizador, demostrando un gran entendimiento con su director de fotografía, al usar de manera notable desenfoques, ralentis, extreme close-ups, etc.. Por otro lado, la banda sonora es magnífica, nostálgica y retro. En lo personal, su punto débil está en el guión, que se siente divagante y, además, deja de lado la investigación llevada a cabo por un detective de policia, sintiéndose el asunto del accidente como un simple pretexto argumental.

Lo cierto, es que la película es un ejemplo más de las reflexiones sobre la conflictiva y confusa mente de los adolescentes, tan características de Gus Van Sant. Los jóvenes en sus películas a veces son violentos (Elephant), a veces talentosos (Last Days, Finding Forrester, Good Will Hunting) y otras soñadores y sin rumbo, como el Alex de Paranoid Park.

++Lo mejor: la fuerza visual con la que están filmadas muchas escenas, en especial, las de los chicos patinando.
++Lo peor: su guión divagante.

-Apropiada para: quienes quieran ponerse al corriente con una película de Gus Van Sant, que se estrenó 2 años antes de Milk, su exitosa película nominada a varios óscares este 2009.
-Inapropiada para: aquellos que prefieran pasar por alto una película más artística y de corte independiente de Gus Van Sant.

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