martes, 19 de febrero de 2008

DVD: BASIC INSTINCT 2 * 1/2

¿Qué necesidad había de esto? ¿Cuál ha sido el motivo para producir una secuela tan fallida, derivativa e inútil como Basic Instinct 2 (Alemania-Reino Unido-E.U., 2006)? Si fue nada más con el pretexto de traer de vuelta –que es lo más seguro- a la otrora sexy, escultural y muy atractiva Sharon Stone, en el papel que le diera fama internacional un ya lejano 1992 en la primera Basic Instinct (Paul Verhoeven), en su papel de escritora y femme fatale Catherine Tramell, la verdad, ni se hubieran molestado.

En esta tardía secuela (que el mismo Paul Verhoeven declinó dirigir), la Stone regresa como Catherine Tramell, sobreactuada y rozando la autoparodia, donde el realizador escocés Michael Caton-Jones no tuvo otra preocupación más que hacer que la actriz luciera bien su digitalmente retocado rostro, ejecutando además una galería de ridículas poses, supuestamente, muy provocadoras.

Lo único que se gana al enfrentarse a Basic Instinct 2 (calificada como uno de los grandes churros del 2006), nada más será recordar lo bueno que era el filme de Verhoeven, un efectivo thriller erótico que seguía con mucha habilidad las convenciones del film-noir más clásico. Y claro, recordarnos lo bien que se veía Sharon Stone en aquel entonces, lo convincente que resultaba como la atractiva Tramell, una suerte de “viuda negra” que eliminaba a los hombres luego de haberse acostado con ellos, todo para vivir en carne propia las experiencias que luego escribía en forma de ficción en sus novelas.

La trama de la secuela avanza con mucha dificultad, sin llevarnos a ningún lado. Un psicólogo (David Morrissey) tiene el trabajo de psicoanalizar a la Tramell, luego de un accidente automovilístico en el que ella está directamente involucrada, para ver si sufre de alguna alteración mental. Por supuesto, no faltará el eficiente policia (la digna presencia del actor David Thewlis), que trate de probar lo contrario: que Catherine es una asesina que necesita ir a prisión.

Entre las escenas de sexo, Jones no presume alguna que destaque o sobresalga por su creación de alguna atmósfera candente, una buena dirección o montaje o, por lo menos, que aproveche el físico de la Stone. Será que 14 años no pasan en vano, será que la Stone (tal vez por no tener otra mejor oferta) nada más se animó a revivir sus glorías pasadas en una película que, para colmo, tiene un final torpe y sin sentido.

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