jueves, 3 de febrero de 2022

DUNE

 

Timothée Chalamet y Rebeca Ferguson.

La épica de ciencia ficción, ha sido ahora llevada al cine por el visionario Denis Villeneuve, en una saga que parece estará al nivel de El Señor de los Anillos, ya que el realizador se ha propuesto adaptar toda la novela original, escrita por Frank Herbert, en dos filmes. Es por eso que Dune, la versión del 2021, y primera parte, no se siente tan concluyente como la versión de David Lynch, hecha en 1984 (en parte filmada en México). Luego de ver la versión de Villeneuve poco después de haber visto el filme de Lynch (no del gusto de muchos críticos), confieso que hay cosas de este último con las que me quedo, por ejemplo, su propuesta más surrealista y más orgánica, y otras que podría desechar por completo, como el gordo flotante lleno de ampollas supurantes, o la participación de Sting, que al menos histriónicamente, no aporta mucho. Mientras, hay cosas en el filme de Villeneuve con las que me quedo, y otras que dejaría un poco de lado. Lo mejor, sin duda, es su tradicional visión minimalista, rayando en la elegancia visual en su diseño de producción. En esta ópera espacial tenemos un preciado objeto llamado "especia" (algo cercano a ser comparado con el petróleo) por el cual varios planetas se encuentran en disputa, como el de Arrakis (o también llamado Dune) y Caladan, de donde nuestro héroe, Paul Atreides (Timothée Chalamet), es originario. Hay una guerra por la "especia", con intrigas y traiciones incluídas, en donde Paul se dispone a pelear para probar que puede convertirse en soldado. Entre su entrenador (Josh Brolin) y su madre, Lady Jessica (Rebeca Ferguson), la preparación de Paul incluye, no nada más el aspecto físico, sino el de desarrollar sus habilidades psíquicas. Estas últimas incluyen sueños recurrentes sobre la guerra en Arrakis, con las visiones de una misteriosa chica de brillantes ojos azules, así como una especie de voz telepática para, cual Jedi de Star Wars, poder manipular la voluntad y mente de otros. Mientras la versión de Lynch tiene un tono más de película antigua de aventuras de matineé, con humor tanto involuntario como voluntario, animatronics, y un diseño de producción, en general, más tendiente al kitsh, la versión de Villeneuve es todo lo contario. Dune del 2021 es más sobria, y sin duda, menos tendiente al caos en la narración de la historia de Paul, con un toque de tragedia, y actuaciones más dramáticas. El personaje del Baron Vladimir Arkonen (ahora encarnado por Stellan Skarsgard), sigue gordo pero flota menos, y no tiene ampollas a punto de reventar. Este termina siendo uno de los aciertos, ya que no es tan irritante como la encarnación que hizo Kenneth McMillan en 1984. Pero si algo tienen en común ambas películas, son el tener extraordinarias escenas en el desierto. Y aunque es verdad que ahora los gusanos gigantes lucen más impresionantes gracias a los efectos digitales, resentí el no verlos más tiempo como en el filme de Lynch, apenas apareciendo unos escasos minutos. Además de la gran actuación de Rebecca Ferguson, también destaca Oscar Isaacs como el Duque Leto, padre de Paul, al igual que secundarios como Jason Momoa y Zendaya, en el papel de Chani (Sean "Blade Runner" Young en la peli de Lynch). Si bien siento que el filme nuevo termina siendo algo largo (2 horas y media de duración), y que la actuación de Chalamet, aunque no está mal, no es tan memorable como la interpretación de Kyle MacLachlan en el filme de 1984, Villeneuve acaba dando algo más de fuerza y peso dramático a cada uno de sus personajes. La película goza también de una gran banda sonora compuesta por Hans Zimmer, estridente, y que le provee de toda una atmósfera nueva y única. ⭐⭐⭐⭐ En #HBOMax y a la renta.

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