martes, 19 de abril de 2022

THE POWER OF THE DOG

Benedict Cumberbatch
 

El título suena a que veremos la clásica historia sobre un hombre y su perro, estilo "Call of the Wild" tal vez, pero nada más lejos de ser así. Se trata del más reciente filme de la realizadora neozelandesa Jane Campion (El Piano), refiriéndose el título a algún pasaje de la Biblia al cual la historia hace referencia en algún momento. La historia es, de hecho, sencilla, pero cargada de presencias fuertes en pantalla y actuaciones con su particular carga de intensidad. Me refiero en particular a Benedict Cumberbatch, quien, con un convincente acento sureño, encarna a Phil Burbank, un ranchero a cargo de mantener funcionando la propiedad que posee junto a su hermano, George (Jesse Plimmons), en Montana (de hecho, la peli fue filmada en Nueva Zelanda), en 1925.
Ambos hermanos son por completo polos opuestos. Phil es la encarnación misma del prototipo del vaquero macho americano, el "hombre Marlboro" de la postguerra, el cual es homofóbico, castra becerros con rapidez, y toma baños de lodo. Mientras, George es tranquilo, mesurado, algo tímido, un caballero en contraste, más civilizado. George acaba enamorado de Rose (Kirsten Dunst, esposa en la vida real de Plimmons), cocinera en un restaurante que lleva junto a su hijo adolescente, Peter (Kodi Smit-McPhee), chico sensible, algo afeminado, y con una extraña fascinación por el estudio de la anatomia, la biología, y por hacer flores de papel.
La rutina del rancho se pone de cabeza luego de que George contraiga matrimonio con Rose, y la lleve a vivir ahí, Peter incluído. La cosa, por supuesto, no agradará mucho a Phil. Desconozco que tan fiel es el filme a su fuente literaria original, la novela homónima de Thomas Savage, escrita en 1967. Hay varias preguntas que podrían ser respondidas al leerla, por ejemplo, por qué George no aparece tanto en la historia, concentrándose más en el complejo triángulo emocional que se forma entre Phil, Peter, y Rose. Mientras hay una conflictiva relación que raya en el desprecio entre Phil y Rose (esta última con problemas de alcoholismo), el ranchero empezará, inesperadamente, una amistad con Peter, una interacción que de la inicial homofóbia, pasará a una extraña relación amistosa. Una amistad que tiene un trasfondo homosexual semioculto, apenas sugerido, el cual es posible que en la novela sea más obvio.
Es en esta relación entre Phil y Peter, el segundo con intenciones de convertirse en médico, en donde radica la fuerza y centro del filme. Pero Phil y Rose tienen algún momento memorable, como un duelo entre banjo (el cual, Phil toca con verdadera maestría) y piano, instrumento que Rose presume tocar bien (se dedica a musicalizar películas con piano en un cine), aunque en una escena muestra lo contrario.
El Poder del Perro es una fuerte contendiente a obtener nominaciones al Oscar, y no hay duda que Benedict Cumberbatch tendrá una a Mejor Actor. Ya el filme tuvo varias nominaciones en los premios BAFTA. Por ahora, basta decir que Cumberbatch está fenomenal. El tipo sabe transmitir fuerza, su presencia es intimidante y, al mismo tiempo, carismática, siendo éste quien se lleva la película. Pero también el filme, al final, nos confronta con un misterio digno de ser resuelto por Hercule Poirot. Poco le faltó a la película en convertirse en una historia estilo Agatha Christie hacia su conclusión, dejando al aire varias preguntas en el espectador. Sin revelar mucho de la historia, es claro quién es el culpable de lo que pasó, pero la pregunta también es ¿cómo y por qué lo hizo? ¿El Poder del Perro es una historia de venganza? Una película segura contendiente también al Oscar a Mejor Película del Año.
⭐⭐⭐⭐
#Netflix

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