miércoles, 20 de abril de 2022

THE MATRIX RESURRECTIONS

Carrie-Anne Moss y Keanu Reeves.


Cuando se dio la noticia de que habría una cuarta película de Matrix, no lo podía creer. Estaba incrédulo, pero no tanto de emoción -me gustan los filmes, pero no soy fan-, sino por el hecho de, literalmente, no creer que a casi veinte años de ver el tercer filme, Matrix Revolutions (2003), la cual fue bastante concluyente con la historia de Thomas Anderson/Neo (Keanu Reeves), ibamos a tener una cuarta parte. ¿Qué más habría por contar después de tanto tiempo? No mucho, por lo que puede verse. Seamos sinceros: sin Hugo Weaving, quien interpretó en la trilogía original al agente Smith, y sin Laurence Fishburne, quien interpretó a Morpheus, una película de Matrix no te sabe a lo mismo, especialmente sin este último. Digo, Morpheus es el icónico personaje que, en el primer filme de 1999, introdujo a Thomas, un hacker, al universo de la Matrix, ofreciéndole tomar una píldora azul o roja. Aquí, tenemos a una especie de sustituto, una fusión de Morpheus y el agente Smith (Yahya Abdul-Mateen II), el cual, si bien hace un trabajo aceptable tratando de emular la actuación de Fishburne, no alcanza a llenar completamente sus zapatos. Como sea, la estrategia en The Matrix Resurrections, dirigida esta vez únicamente por Lana Wachowski, ha sido poner en un estado amnésico tanto a Neo como a Trinity (Carrie-Anne Moss), en un reencuentro que será el núcleo alrededor del cual gira toda la historia. Y otra de las estrategias en la película (escrita por Lana Wachowski, David Mitchell, y Aleksandar Hemon) es convertir al filme en una broma en sí durante su primer acto. Es decir, Thomas se encuentra ahora trabajando como diseñador de videojuegos para una compañía, desarrollando un juego, precisamente, titulado "The Matrix", el cual es la cuarta parte de una serie. Varios de sus colegas hacen bromas al respecto, como ¿cuál seria el mejor título? o ¿es una estrategia para, nada más, hacer ganar dinero a la empresa?, etc. Anderson/Neo no recuerda nada de lo vivído en los tres filmes anteriores, y se encuentra sufriendo una especie de stress post-traumático, luego de su lucha contra las máquinas. No parecen estarle sirviendo mucho las terapias que lleva con un psicólogo (Neil Patrick Harris), quien trata de hacerle ver que nada de eso fue real, sino más bien un mal sueño, o una simple ilusión. Neo termina reencontrándose en "la Matrix" (o sea, el mundo en que vivimos) con Trinity, ahora casada, con hijos, y un nombre diferente, Tifanny, sin que tampoco recuerde nada del pasado. Entre algunos de los problemas de esta cuarta parte, no es únicamente el hecho de que, en general, se siente algo agotada en ideas, sino que además se siente dependiente de las anteriores películas. En su primera mitad, constantemente estamos viendo escenas de las anteriores cintas, como si Lana Wachowski no confiara mucho en la memoria de los espectadores y seguidores de la saga. Esto último es tan recurrente, que termina sintiéndose rutinaria esta parte del filme. Esto sucede mientras Bugs (Jessica Henwick) y el clon de Morpheus intentan refrescarle la memoria a Neo, el antiguo elegido, ya que necesita regresar al universo de las máquinas (o, siguiendo las referencias religiosas y simbólicas de la historia, "resucitar") y ver que las cosas no han mejorado mucho en estos veinte años, con otro conflicto con las máquinas a punto de ocurrir. Los humanos en aquel universo futurista, ahora conviven amigablemente con una que otra de esas máquinas con tentáculos. "Veo que mi sacrificio y todo lo que hice no ha servido de mucho", dirá Neo, una vez que su memoria haya regresado y se reencuentre con una ahora avejentada (en mi opinión, demasiado avejentada) Niobe (Jada Pinckett Smith), y sepa que Trinity se encuentra en peligro. Es cierto, estamos ante la película menos buena de la saga (hay críticos que afirman que la tercer película ya era mala), y su excusa para traer de vuelta todo el show no se siente tan fuerte como debiera. Y lo malo también, es que hay uno que otro personaje de regreso, como "El Merovingio" (Lambert Wilson), quien, ahora sin Monica Belluci, se siente ridículo y sin mucho sentido su reaparición. Pero eso no significa que la película no se pueda ver, ya que, a pesar de su narración tendiente a lo caótico, en su tercer acto "resucita", ofreciéndo a los fans lo que quieren, como acción cinética, buenos efectos especiales, y una vuelta de tuerca inesperada. Esperemos que ya dejen descansar la franquicia. En #HBOMax y a la renta.

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