viernes, 23 de octubre de 2020

7500

CLAUSTROFOBIA EN LAS ALTURAS.  
Joseph Gordon-Levitt 
7500 quizás sea la película más claustrofóbica sobre secuestros de avión jamás hecha. Y digo esto poniendo a consideración incluso United 93, el filme de Paul Greengrass sobre el secuestro, precisamente, del vuelo del título, que durante el 9/11 se estrelló en los bosques de Pennsylvania en 2001. Aunque 7500 es, por el contrario, una historia de ficción (posiblemente inspirada en los hechos del vuelo 93), es inevitable que traiga a la mente dicho filme de Greengrass. Es oportuno decir, que las personas claustrofobias tal vez deban pasar por alto esta película. Pero será una lástima, ya que se estarán perdiendo los 90 minutos más tensos y angustiantes que se pueden experimentar al ver una película.

Dirigida por el alemán Patrick Vollrath, toda la trama de 7500 (el título refiere al código para notificar a la torre de control que un vuelo ha sido secuestrado) está instalada dentro de la cabina de mando de un avión, y pone a Joseph Gordon-Levitt, sencillamente tremendo y espectacular, en el "centro de la acción". Gordon-Levitt interpreta a un joven copiloto quien, durante un vuelo de Berlin a Paris, deberá enfrentar a unos terroristas, quienes luego de escasos minutos del despegue toman el control del avión. Los terroristas, bajo amenaza de matar a unos pasajeros, tratarán de ingresar a la cabina. Nada se puede agregar de más, sin el peligro de revelar detalles de la minimalista trama, la cual, con todo y estar cerca del 100 por ciento instalada dentro de la cabina, te tiene mordiéndote las uñas. Uno queda enganchado por saber qué va a pasar al siguiente segundo, preguntándote: ¿Cómo resolverá Tobias, nuestro piloto, esta situación? ¿Deberá anteponer lo que más ama por seguir al pie de la letra protocolos de aviación y seguridad? ¿Cómo hará para mantener el vuelo en el aire y seguro, considerando todo lo que está en juego?
Una parte de la mente de Tobias tiene que estar controlando el avión, y mantener al tanto a la torre de control de la situación, y al mismo tiempo cuidar que la puerta de la cabina (que aquí representa la enorme y valiosa barrera entre la seguridad de estar dentro de la cabina, contra los peligros del otro lado), no sea abierta. Una cosa se puede decir, y es que Tobias, contrario a otros pilotos que hemos visto recientemente retratados en cine, como en Sully, o Flight (con Tom Hanks y Denzel Washington interpretando a los pilotos en dichos filmes), será todo menos un héroe. Además de que el filme es impresionante en su muy realista representación del trabajo de un piloto, desde que despega el avión hasta que lo aterriza, incluyendo una cabina de avión que luce tan auténtica, que si no es una reconstrucción debe ser un avión real o un simulador, el principal mérito de Tobias como personaje es haberse mantenido -al menos, la mayor parte del tiempo- estoico, en extremo profesional, y siguiendo las reglas al pie de la letra. En el estira y afloja emocional, cambiante y fluctuante, del tercer acto, uno como espectador, a pesar de adivinar a estas alturas el desenlace, termina rendido frente a 7500 y la sobredosis de adrenalina que nos inyecta.
Disponible en Amazon Prime Video.
⭐️⭐️⭐️⭐️

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