miércoles, 8 de abril de 2020

THE CAVE


HÉROES ANÓNIMOS. La doctora Amani Ballour.
Lo que está a punto de presenciar en este documental, no es fácil de verse. Un documental sobre verdaderos héroes, que no se ocupan de "cuidar galaxias", o combatir villanos. Hablo de doctores, que día a día arriesgan sus vidas para salvar las de otros, dentro de un hospital en la provincia de Al Ghouta, en Siria. Dicha provincia ha vivido el asedio más grande en la historia, por parte de las tropas del régimen de Bashar al-Assad. El equipo de doctores está a cargo de Amani Ballour, la directora del hospital, quien a pesar de estar a punto de cumplir treinta años, luce cansada, y más bien, 10 años mayor de lo que realmente es. No es de extrañarse.
En The Cave, documental nominado este año al Oscar, dirigido por el sirio Feras Fayyad, se nos muestra, a un ritmo que parece en tiempo real, el gran trabajo de Amani y la responsabilidad que lleva a cuestas. Además de recibir, día y noche, gente herida y en estado crítico (muchos al borde de la muerte), Amani tiene que realizar su labor con recursos limitados, e incluso soportar el sexismo y otros prejuicios respecto a su profesión. En una escena, el familiar -hombre, por supuesto- de un paciente, la critica por no estar a la altura para dirigir el hospital, remarcando que el "lugar de las mujeres está en el hogar, no dirigiendo hospitales", además de culparla del desabasto y falta de material para atender a los pacientes.
Conectado a través de un complejo sistema de túneles, en donde la gente de Al Ghouta vive refugiada, buscando un lugar seguro en donde protegerse de los bombardeos constantes de aviones de combate rusos, el hospital es el escenario principal del documental. Durante cerca de 2 horas, vivimos junto a sus protagonistas momentos de suma tensión, de horror, en donde bebés y pequeños niños llegan heridos y sofocados, cubiertos de polvo, asustados y llenos de pánico. Podemos sentir el estrés de los doctores, de saber que en cualquier momento podrían ser el objetivo de un bombardeo, sobresaltándose ante cualquier ruido o estruendo, o de saber que pueden quedarse sin luz a mitad de una cirugía.
Lo mejor de The Cave, es que, así como terminamos involucrados con los miles de casos y pacientes que pasan frente a nosotros, todo filmado con una cámara nerviosa y agitada la mayor parte del tiempo (es de imaginar la tensión que el camarógrafo y el equipo de producción debieron vivir, al sentir y escuchar bombas caer a su alrededor. Ovación de pie por su admirable trabajo), también terminamos involucrados con los doctores y sus historias. Médicos que lo sacrificaron todo (hogar, familias, seres queridos) para estar aquí. En ese sentido, Amani no acaba opacada entre todo el ir y venir de la cámara, en medio del caos que reina, sino que el filme nos atrapa al contarnos su historia, sobre cómo de niña decidió estudiar medicina en la Universidad de Damasco, y luego venir a esta provincia a trabajar en el hospital y "hacer lo mejor que pueda y salvar tantas vidas como sea posible".
Sin embargo, otra doctora, Samaher, amenaza con robarle protagonismo a Amani como la carismática del grupo, con su constante buen humor en momentos difíciles, aunque temperamental cuando critican su forma de cocinar. La parte masculina está representada en el doctor Salim Namour, quien provee momentos sublimes que rompen con el tenso tono, gracias a su gusto por escuchar música clásica desde su celular mientras está en el quirófano operando. En ese sentido, Fayyad encuentra un balance sutil, al no limitarse únicamente a mostrar el documento crudo, violento y, sin duda, impactante, en lo gráfico con lo que expone la vulnerabilidad de la gente, víctimas del régimen y la guerra civil. El realizador sabe cómo involucrarnos con los médicos y darnos su lado más humano, honrando el trabajo heroico de una mujer, el retrato testimonial de su lucha ante la adversidad.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

No hay comentarios:

Vistas de página en total