lunes, 6 de junio de 2011

BEFORE THE DEVIL KNOWS YOU'RE DEAD * * * *

Ethan Hawke y Phillip Seymour Hoffman planearán un inusual robo
en "Before the Devil Knows You're Dead".

Todo empieza como un simple plan, aparentemente sencillo, rápido y sin complicaciones. Como casi todos los planes. A lo largo de la original narrativa de Before the Devil Knows You’re Dead (2007), nos iremos enterando qué pasó antes y después de un robo, desde el punto de vista de cada uno de sus personajes involucrados, directa o indirectamente. El último filme del recientemente fallecido Sidney Lumet, cuenta cómo dos hermanos, Andy y Hank (Philip Seymour Hoffman y Ethan Hawke, respectivamente) planean robar la joyería de sus padres, escapar con el botín y esperar que el seguro resuelva el problema después.

Este thriller es una diabólica inmersión en la parte más obscura de las enfermizas relaciones de una familia, cuyos lazos están destruídos desde hace mucho. El robar el negocio familiar es poco más que una travesura para Andy, el mayor y con más malicia, quien tratará de convencer, a como de lugar, a su más inocente hermano menor Hank, torpe, inseguro y fácilmente manipulable. Ethan Hawke interpreta brillantemente su personaje, capaz de transmitir todas y cada una de aquellas características con ese permanente estado de juvenil incertidumbre que siempre lo ha caracterizado.

Cada salto en la narración es revelador. Gracias a esta estrategia, podemos conocer más de cada personaje, en un remolino de hechos y circunstancias, que cuentan la historia casi en tiempo real. Before the Devil parece una película filmada hace 30 años o más, con su fotografía deslavada y que luce arcaíca. Es algo tarantinesca, escapa de lo lineal y convencional. De hecho, el reparto es de lujo. Phillip Seymour Hoffman es la “oveja negra”, casado con una atractiva mujer (Marisa Tomei). Como el gran actor que es, Hoffman consigue hacer de su personaje una conflictiva masa de emociones, que luce tan natural como siempre en las películas que protagoniza.

Lumet ha concebido una intrigante película. Sus raíces se encuentran en el film noir. Albert Finney tiene una soberbia actuación, al grado de robarse la película, especialmente, en el controversial final. Lo notable es ver cómo Lumet mantiene este rompecabezas narrativo de suspenso en completa coherencia. Cada punto de vista ofrece un detalle nuevo y diferente. El dilema moral del relato deja mucho que discutir. Hay un autor intelectual y otro material del crimen. ¿Es justo que sólo sea uno de los hijos el que pague caro por ello?

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