jueves, 30 de abril de 2009

EL CARTEL...CLÁSICO

La informalidad en su tipografía y el juego simbólico de tamaños en los personajes, en el cartel de One Hundred and One Dalmatians (1961)

En México se celebra este 30 de abril el "Día del niño". En España se celebró el pasado 15 de abril, por lo que me pareció una buena idea dedicar la reseña de esta semana al cartel de alguna película de la Disney. Observando los carteles de muchas películas antiguas de Walt Disney, el de One Hundred and One Dalmatians (1961), fue de los pocos que rompen con la trillada composición en “S”. Por más que quise incluir algún cartel de Fantasia (1940), ninguno me pareció tan bueno en comparación con la gran obra de animación que es, lo mismo que los carteles de Snow White and the Seven Dwarfs (1937). En deuda con la celebración del "Día del niño" de hace 15 días en la península, y hoy con México, dedico la sección a todos los niños quienes, con seguridad, no están leyendo esto.

Los carteles de la Disney, en general, se caracterizaban por un diseño en extremo sencillo, para ser más accesibles a su público principal, los niños. No contenían demasiada información, eran sencillos de leer visualmente, y una constante en ellos era poner la mayor cantidad de personajes posibles, como sucede en el cartel de One Hundred and… El diseñador del cartel hizo muchos esfuerzos para que no pareciera saturado. En la parte de abajo, acomodó lo mejor que pudo al resto de personajes secundarios, los animales de la granja en la parte derecha y a los villanos en la parte izquierda, incluyendo a la famosa Cruella De Vil.



La lograda versión horizontal se basa en una interesante composición circular y más información escrita.

Lo que sorprende es que, con todo y la numerosa cantidad de elementos (hay una lograda versión horizontal que tiene mucho más), su composición se siente muy relajada. La pareja de dálmatas, formada por Pongo y Perdita, ocupan el primer lugar en la composición triangular, rodeados por los cachorros, que se aproximan corriendo desde el enorme tagline superior “One Great Big Onederful Motion Picture”. Entre Pongo y Perdita se encuentran sus dueños, de menor tamaño, simbólicamente atados por las correas de los perros, quienes a su vez, se encuentran también atados por las correas. Hace alusión a la cómica escena del parque en donde se conocen los perros y, junto a sus dueños, acaban enamorados. Esta idea de las correas atadas me parece muy buena, y además permite al diseñador jugar con los tamaños de los personajes en la composición.

Algo que se desaprovechó, fue la oportunidad de utilizar como tema visual el pelaje moteado de los dálmatas, cosa que en carteles más recientes, como en los relanzamientos en DVD y la adaptación al cine, sí se hizo. Aquí se apostó más por una combinación cromática sencilla y efectiva de los 3 colores primarios, tomando el amarillo como color de fondo, mientras el rojo y el azul sirven para colorear las tipografías. Por su parte, el diseño de las tipografías es igualmente relajado y divertido, su trazado es a mano y la trayectoria que siguen sus letras es inestable.

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