lunes, 15 de diciembre de 2008

EVERYONE SAYS I LOVE YOU * * * *


Woody Allen dirigió su primer y único musical en Everyone Says I Love You (1996), en donde puso a bailar y cantar a todo su reparto. Algunos sonaban bien, otros no tanto, pero lo cierto es que dicho aspecto formal no le importó mucho a Woody. Su intención era tratar de extraerle todo lo cómico a esta situación.

Allen daba un repaso a lo previsible que eran muchos musicales del Hollywood de antaño, por ejemplo, cuando uno ya percibía en qué momento iniciarían las canciones y los bailes (por algunas notas musicales que empezaban a escucharse de fondo, o por la manera en que los actores se situaban desde antes para iniciar las coreografías). En el momento menos esperado, Edward Norton empezaba a cantar en una joyería, Woody entonaba una triste canción dentro de un hotel veneciano, e incluso, el espíritu de un abuelo fallecido se salía del ataúd y organizaba un baile con otros fantasmas en una funeraria.

En mi opinión, tenemos uno de los musicales más originales de la pasada década, con un estilo que ha sido copiado sin lograr la desfachatada y sensible magia que Allen supo transmitir. Quien menos mostraba aptitudes para el canto era el mismo Allen, pero todo el reparto luce inspirado en sus interpretaciones y en los bailes. En mucho ayudó la magnífica música de Dick Hyman, así como la interpretación de canciones clásicas como “I’m A Dreamer, Aren’t We All?”, o “What a Little Moonlight Can Do?”, la primera el tema principal del filme.

Aunque con algunos tropezones, Woody demostraba una gran habilidad para hilvanar las múltiples tramas que se desarrollaban de forma paralela. Las dos principales, trataban sobre las relaciones sentimentales de Holden (Norton) y Skilar (Drew Barrymore), a punto de casarse, hasta que un ex presidiario (Tim Roth), llegaba a cambiar sus planes. En tanto, Joe Berlin (Allen) no puede reencauzar su vida desde que su esposa, Steffi (Goldie Hawn), lo dejó por el mejor amigo de aquel, Bob (Alan Alda, uno de los actores fetiche de Woody), debido a que todavía está enamorado de ella.

Frieda (Trude Klein), hija de Joe y narradora en off en la cinta, ayudará a su padre a encontrar otra mujer aunque... haciendo trampa. En Venecia, se encontrarán con Von (Julia Roberts), paciente de la madre psicóloga de una amiga de Frieda, por lo que tiene acceso a sus traumas, gustos y secretos íntimos. Con esta valiosa información, Joe se transformará en el alma gemela de la guapa Von.

El reparto quizás es algo extenso, salía sobrando algún personaje, como el hijo de Bob, afecto al partido republicano. La manera de Woody para filmar cada uno de los números musicales era lucidora. El mejor -aunque demasiado corto de tiempo- es aquel que tiene lugar en París, junto al río Sena, donde Joe y Steffi bailan la noche de año nuevo, aislados del mundo, con una coreografía que era un homenaje a los trabajos de Gene Kelly o Fred Astaire. Steffi no nada más baila, sino que vuela lanzada por los aires por Joe, mientras este la sostiene en un brazo. Todavía se aman, tienen una hija inestable pero buena chica. La barrera que los separa es la madurez, pero juntos han vivido mucho. Les quedan sus recuerdos, y qué mejor ciudad que París para reencontrarse, aunque sea por unos horas.

++ Everyone Says I Love you se encuentra descatalogada por la distribuidora en España. Disponible en región 1.

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