sábado, 25 de enero de 2025

EMILIA PÉREZ

          Karla Sofía Gascón y Zoe Saldana


Siempre sucede lo mismo con filmes que abordan temas muy mexicanos y que son dirigidos por extranjeros: terminan siendo  odiados, fuertemente criticados, atacados. Sus directores casi son enviados a la hoguera, con todo y su peliculita bajo el brazo. Para muestra, basta recordar lo que sucedió en el 2002 con Frida, de Julie Taymour, o con Apocalypto, de Mel Gibson. No hay director o directora extranjeros que se salve, ni cabeza que no caiga de atraverse a hacer un filme, en general, sobre México. La realidad, es que nadie estará contento. Ahora le ha tocado al  francés Jacques Audiard con su nueva película, Emilia Pérez, la cual se acaba de estrenar este fin de semana, pero que desde antes, con su proyección en festivales importantes del país, ya estaba causando controversia. Mucha de su audiencia ya la  calificaba como la película más anti-mexicana que se haya hecho. No nada más le tocaron jitomatazos a Audiard, sino a todo su reparto principal, encabezado por Zoe Saldana, Karla Sofía Gazcón (ninguna de ellas mexicana) y Selena Gómez (mitad mexicana, mitad estadounidense). 

Personalmente, me ubico dentro de la minoría a la que, con mis reservas, le gustó la película, e incluso la coloqué en lo mejor del año 2024 luego de verla dos veces. Multinominada en la pasada entrega de los Globos de Oro, en donde ganó el de Mejor Película Musical o Comedia, y el de Mejor Actriz en Musical o Comedia para Karla Sofía Gazcón, de hecho actriz transexual. No tuve tantos problemas, como muchos otros críticos, con la película, en tanto que la gente en general consideró que su máximo problema es la "falta de respeto" con la que aborda un problema serio en México: las desapariciones forzadas por el crimen organizado. 

Audiard ha confesado que para escribir el filme se basó en una novela titulada Écoute (Escucha), escrita por Boris Razon, cuya historia incluye a un personaje transexual. En lo personal, no sentí al filme como irrespetuoso con el tema de las desapariciones forzadas, tema que termina siendo secundario en la historia, junto al tema de presentar a un poderoso narcotraficante, apodado "Manitas", quien ha decidido cambiar su vida drásticamente y someterse a una operación de cambio de sexo. No hay duda que con ésto también busca huir de la ley, fingiendo su muerte y cambiando su identidad por la de la Emilia Pérez del título, ambos personajes interpretados por la actriz transexual española Karla Sofia Gazcón, con carrera en televisión y ésta siendo su segunda participación en cine (la primera fue en Nosotros los Nobles). Gascón ofrece una buena actuación, con un acento mexicano neutro convincente. 

Otra suerte corrió Selena Gómez, quien interpreta a Jessi, la esposa de "Manitas", quien ha sido la comida de muchos críticos  en México (incluyendo Eugenio Derbez, que no es el mejor actor del mundo ni el más indicado para hacerlo, considerando el pésimo acento español que hizo en su serie Y Llegaron de Noche) debido a su extremadamente marcado acento "pocho", y por una que otra desafortunada línea en la película ("Me duele la vulva de pensar en tí", dice en alguna escena). Reconozco que el acento de Selena Gómez llegó en un momento a ser un desafío para mis oídos, pero tal vez aquella tenga razón cuando, al justificarse en entrevista, dijo que "hizo lo que pudo con tan poco tiempo de preparación para el papel", y que no sea completamente su culpa. 

Selena Gómez no es mala actriz como parece. Su trabajo en la serie Only Murders in the Building es bastante bueno. ¿De haber tenido más tiempo para prepararse lo hubiera podido hacer mejor con la parte del lenguaje? ¿Hubiera sido mejor que su personaje fuera estadounidense y actuara en inglés? Es posible, pero también es cierto que, en alguna escena, Jessi da a entender que vivió en Estados Unidos con sus hijos. Siendo muy positivos, podriamos asumir que de ahí viene su acento marcadamente norteamericano. El caso es que, para muchos en redes sociales, su acento fue el hazmerreir, mientras que para otros (como yo, y no soy un fan de ella) no terminó siendo un verdadero problema. El problema de su acento termina siendo compensado cuando canta y, al ser más cantante que actriz, lo hace bien en la mayoría de sus números musicales.

Dejé a Zoe Saldana para el final, por ser quien mejor se desempeña en todo el filme, pero que tampoco salió bien librada de las críticas en México, simplemente por su nacionalidad y su acento. Para ser una actriz, mitad puertorriqueña mitad dominicana, cuyo mayor trabajo lo desempeña en inglés en Hollywood, debo decir que si algo hace bien Saldana aquí es actuar en español, manejando un buen acento mexicano neutro. Su intepretación de Rita, la abogada "chilanga" especializada en casos de maltrato y violencia contra las mujeres, es genial. Al principio del filme hay dos canciones bastante buenas sobre el tema: la que abre el filme, teniendo como trasfondo sonidos urbanos de la Ciudad de México, incluyendo la tradicional camioneta que "compra colchones, tambores, refrigeradores, etc.", unos mariachis de trajes luminosos y, de escenario, un mercado "sobreruedas". El otro número musical tiene lugar en la corte donde Rita está llevando un juicio. 

Por desafortunados azares del destino Rita termina siendo la abogada-secretaria-asistente de "Manitas", con el trabajo de  organizar todo el proceso de cambio de sexo al que aquel desea someterse, buscando el país, lugar, y médico correctos para hacerlo. 

Nunca habia visto bailar y, mucho menos, escuchado cantar a Saldana, y simplemente me quito el sombrero al comprobar que lo hace muy bien. Me tomaron por sorpresa sus escenas musicales, incluso una en donde hiphopea-rapea con buen ritmo, llevando con tempo y soltura sus coreografias. En un número musical, que tiene lugar durante una ceremonia en México, Saldana se luce brincando sobre mesas y bailando al ritmo de la cámara (¿o será al revés?). Esto, junto al tema de la canción, que intenta ser un llamado de atención contra la corrupción de un gobierno que poco o nada ha hecho por proteger a la mujer o prevenir las desapariciones forzadas, es de  los mejores números del filme. Puntos extra al director de fotografía, Paul Guilhaume (de quien me encantó su trabajo de azules intensos en Ava, así como en Adolescents) por este número y su manejo de la cámara. 

No ví en ningún momento que Audiard fuera irrespetuoso con un tema delicado como el de las desapariciones forzadas. ¿Por qué  haría algo así, considerando que su principal público está en México? Para algunos no fue creíble el ver a un narcotraficante transformarse (o, como dicen ahora, "transicionar") no nada más físicamente, sino emocionalmente, esto cuando Emilia decide dedicarse a ayudar a madres buscadoras y a otras personas que desean encontrar a sus familiares perdidos. Muchas de esas desapariciones y crímenes fueron provocados por la misma Emilia Pérez, pero cuenta con la ventaja de tener información y contactos que le podrían ayudar a encontrar a las personas desaparecidas. 

En ese sentido, Audiard rompe con el cliché en cine del típico narco mexicano, y de paso provocar a la audiencia (y vaya que consiguió hacerlo), presentando ahora a un transexual queriendo dar un giro a su vida y buscar una redención en la forma de activismo. En esto influye la relación de amistad que empieza a construir con Rita. Menos creíble me pareció la nueva vida familiar que Emilia trata de iniciar, de incógnito, al hacerse pasar por una prima de "Manitas" y así poder estar cerca de sus hijos, en una especie de Mrs. Doubtfire versión narco historia ambientada en México. El personaje de Robin Williams se hace pasar hábilmente por anciana usando maquillaje y prostéticos en aquella película, pero aquí nadie se da cuenta que tiene en frente a un transexual, o al menos, no hacen el más mínimo comentario al respecto, empezando por Jessi. 

A pesar de todo, el filme de Audiard termina siendo alucinante en muchos momentos, surreal, delirante, y, como sucede en prácticamente todos los musicales, con buenas canciones y otras no tanto (la canción "Bienvenida", que canta Selena Gómez, es para mí de las menos logradas, con todo y la polémica de la mala traducción de su título original, "You're Welcome"). ¿La película pudo haber tratado con más profundidad el tema de las desapariciones? Definitivamente, pero creo que ese no es, al final, el tema principal de la historia, sino la posibilidad de redención para un criminal. Y no acaba ayudando mucho a la reputación del filme y su coproducción internacional (el filme es franco-belga-mexicano) el haber tenido tan sólo a una actriz mexicana en el reparto, Adriana Paz, incluyendo, claro, a decenas de extras nacionales (según la directora de casting, no encontró actores en México con el suficiente talento para interpretar a los personajes principales). 

Como sea, Emilia Pérez me terminó atrapando más por sus virtudes (las tiene y muchas) que por sus defectos. ¿Ya estarán listos en México para cambiarle el nombre a las papas a la francesa? 
En cines y también disponible en NetflixUS. 

No hay comentarios:

Vistas de página en total