viernes, 28 de junio de 2024

BARBIE

HEY BARBIE!!!       Ryan Gosling y Margot Robbie
 

Creo que la crítica más constante que escuché y leí sobre Barbie, el más reciente filme de Greta Gerwig (Lady Bird, Mujercitas), es que no sería más que un comercial de 2 horas para Mattel. Tal vez sea cierto, ya que, según tengo entendido, las ventas de la muñeca más famosa en la historia de los juguetes se dispararon, mientras el filme recaudaba dinero y más dinero en taquilla, hasta llegar a la cifra record de... ¡1,18 billones de dólares! Se llevó de corbata en taquilla a Oppenheimer, de Christopher Nolan, estrenada el mismo día, dando origen así al ya legendario "Barbenheimer". Pero así como el filme de Gerwig funcionó como un comercial para la marca de Barbie, también lo han sido todas sus películas y series animadas, que se han producido con estreno directo en DVD, tele, y plataformas. Nadie ha puesto un grito en el cielo al respecto. ¡Aaaah, claro! Es que aquí la cosa cambia, al tener el primer filme de Barbie con actores de carne y hueso, promocionado con toda la fuerza de la mercadotecnia por parte de Warner, y toda la expectativa que ésto puede conllevar, desde que se supo que sería Margot Robbie quien produciría y protagonizaría la película.

No dudo que ver a Margot Robbie conduciendo un coche color rosa en una ídilica carretera de colores profundos y brillantes, en una de las primeras imágenes usadas para promocionar la película, debió de haber atrapado fuertemente la atención de todos los fans de la muñeca. No sé si habrá tenido el mismo efecto ver a Ryan Gosling interpretando a Ken, el eterno amigo-compañero-novio de Barbie, con cabellos oxigenados. No soy un experto en Barbie, pero creo que Gosling no se parece mucho al muñeco original. Si me preguntan, creo que James Marsden hubiera quedado mucho mejor en el papel. En fin, que sean las niñas y mujeres que jugaron y crecieron con Barbie (y sus variantes) quienes juzguen ésto. En lo que a mí respecta, Gosling no se parecerá mucho, pero se desempeña magníficamente como el estúpido muñeco que vive por y para llamar la atención de Barbie.

Sería bueno preguntarse: ¿Este es el film que las fans esperaban de su muñeca favorita? La película de Gerwig, nominada al Oscar este año a Mejor Película, es para mí uno de los mejores filmes del 2023, aunque con ciertas reservas. Dirigida y escrita por Gerwig, junto a su marido, Noah Baumbach, durante su encierro por la pandemia, desde la primera secuencia el filme es por completo transgresor, una parodia sobre el feminismo, el machismo, el sexismo, y los roles del hombre y la mujer en la sociedad actual. Al inicio, vemos una escena al estilo 2001: Odisea del Espacio, aquella de los homínidos descubriendo cómo usar unos huesos como armas frente a una estela gris, pero mostrando aquí niñas jugando con unas muñecas tradicionales. Las niñas lucen aburridas al jugar a ser mamás.

Eso hasta que, según nos cuenta la narración hecha por Helen Mirren, una tal Ruth Handler, quien trabajaba en Mattel en los años 1950, tuvo la idea de darle un giro de 360 grados al concepto tradicional de muñeca, y darle al mundo la primera muñeca que no representaba a una niña, sino a una mujer,....con todo y senos. Handler pretendía algo más con su muñeca: Darle a las niñas una muñeca en la que pudieran verse a sí mismas reflejadas, no con el rol de mamá, si no el de mujeres independientes y profesionistas, gracias a las múltiples versiones que tuvo Barbie, como astronauta, presidenta, ejecutiva, cantante, doctora, etc.

Sin embargo, es la "estereotípica Barbie" (Margot Robbie) la que protagoniza el filme, la cual vive en el universo alterno de Barbieland junto a otra gran variedad de Barbies, más racialmente diversa e inclusiva. Fuentes de inspiración para Gerwig, al parecer, fueron las películas de Lego, o incluso, The Truman Show. Barbieland, por ejemplo, es como una especie de diorama gigante, con una mega ampliación de la casa de Barbie. La muñeca vive aquí una vida rutinaria y de total simulación (toma baños sin que salga agua de la regadera, su refrigerador no tiene otra cosa más que cosas de juguete). Es aquí en donde se debe hacer mención del buen trabajo de Sarah Greenwood con su diseño de producción, todo un logro al hacer réplicas exactas y de tamaño natural de la casa y otras cosas propias de los juguetes de Barbie.

En cuanto a Ken, también tenemos una especie de "estereotípico Ken" (Gosling), quien sin mucha inteligencia y un robótico comportamiento, vive por y para captar la atención de Barbie, sin traspasar los límites de su territorio, la playa. Ken tiene "kenergia" de sobra, y también tiene sus variantes, igualmente diversas, como un Ken asiático en la forma del actor Simu Liu. Ah, y me olvidaba de un tal Allan (Michael Cera), el más fiel seguidor de Ken, de quien no tenía la más remota idea que existía.

Los problemas comienzan cuando a Barbie de pronto le viene a la cabeza el preguntarse sobre su propia mortalidad, y con ello sus pies tocan tierra, abandonando la postura de tacón alto. Por supuesto, Barbie terminará cayendo al suelo, mientras ve imágenes en su mente de una niña jugando con Barbies.

La verdad sea dicha, no estamos ante la más original de las ideas. ¿El universo de Barbie podría ser una simulación manejada por alguien en el mundo real? Tampoco es del todo nueva la idea de juguetes vivientes teniendo pensamientos sobre la vida y la muerte. Si hacemos memoria, ya en Toy Story (en especial las últimas dos películas) se planteaban ideas así. No digo con ésto que Barbie no valga la pena como filme. Gerwig produce algo nuevo retomando lo anteriormente hecho, en la forma de una película musical sobre la batalla de los sexos entre Barbies, en plena liberación femenina, y Kens, presentados como unos completos idiotas, queriendo de pronto dominar el mundo rosa de Barbie. Lo que empuja a Ken a esta guerra, más que el descubrir al visitar nuestro mundo símbolos títpicamente masculinos (sombreros de vaquero, caballos, trajes ridículos de rodeo, etc.) es el hecho de que Barbie, simplemente, no le corresponde románticamente.

Lo inteligente del filme, es cómo la directora aprovecha la oportunidad para jugar con todos estos símbolos e ideas feministas, en donde - pobres de nosotros los hombres- ningún personaje masculino sale retratado muy halagadoramente. Ni siquiera Mattel sale bien librado de la burla, a cuyas oficinas corporativas llega Barbie directa desde Barbieland, quien, como si fuera un sketch de Saturday Night Live, llega exigiendo ver al presidente de la empresa, interpretado nada menos que por... ¡Will Ferrell! (lo sé, lo sé, hablando de SNL y de las películas de Lego ¿no?). Ferrel está en plan estúpido, de presidente corporativo incompetente, y está bien en su papel, haciéndolo sin ningún esfuerzo, aunque sin un momento verdaderamente gracioso.

No puedo decir que Barbie sea una comedia para reir a carcajadas, no es tan graciosa como debería, pero sí tiene unos momentos cómicos buenos, al ver que la historia va riéndose de sí misma. También hay una "Barbie rara" (estupenda Kate McKinnon) bastante graciosa, quien vive alejada y aislada de todos. Como una figura mística, la Barbie rara será quien oriente a la Barbie estereotípica sobre qué hacer para resolver sus dilemas existenciales y cómo viajar a nuestro universo. McKinnon hace el papel suyo, presumiendo su característica vena cómica, y luciendo más como una especie de hija de Cindy Lauper, explosivamente colorida, y muy punk (debió llamarse Barbie Punk).

El filme es más que Barbie preocupándose por un poco de celulitis apareciendo en su pierna. America Ferrera (nominada al Oscar por Mejor Actriz de Reparto), interpretando a una creativa de Mattel, es quien, en el tercer acto, inyecta alma, inteligencia, y vida al filme. Su personaje es una madre con serios problemas de comunicación con su hija adolescente (Ariana Greenblatt), y es quien dará a la película una de sus mejores escenas, con ese discurso que le da a Barbie (y algunas de sus compañeras) sobre los problemas y dificultades de ser mujer en un mundo dominado por los hombres. Un discurso devastador en cada una de sus palabras.

Pero así como hay grandes momentos, también hay uno que otro algo tonto y simplón, por ejemplo, en la persecución que empieza en el edificio de Mattel, con el grupo de ejecutivos patinando en la calle para alcanzar a Barbie. Hay un momento en que esta última tiene un encuentro con Ruth Handler (Rhea Perlman) en una escena estilo Matrix, que tiene lugar en una cocina. Barbie conoce a su creadora, o digamos, a su "madre", pero ni cuenta se da de ello. Es una escena muy apurada, sin una o dos líneas memorables entre ambas. Pero la escena en sí se quedó en mi memoria.

No le fue muy bien al filme en los Óscares, ganando sólo el de Mejor Canción Original, "What Was I Made For?", interpretada por Billie Eilish. Y al respecto, no puedo acabar sin mencionar el número musical fantástico con Ryan Gosling cantando I'm Just Ken (escrita por Mark Ronson, también nominado al Óscar), entre lo mejor de la película. Con sus arreglos de sintetizador dominando, y una paródica sensibilidad, te hace simpatizar, al menos por unos minutos, con el idiota de Ken y su oxigenada cabellera. Con toda su rosa y diamantina envoltura, el filme te hace pensar que verás una historia hueca, estúpida, y superficial, o una excusa para vender muñecas y juguetes. No es del todo así. Barbie me tomó desprevenido y me sorprendió, y estoy seguro que así sucederá con muchos hombres que no la han visto, temerosos de salir con el orgullo herido.

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