viernes, 4 de febrero de 2022

TICK...TICK BOOM!

El Asombroso...Andrew Garfield.
 

Andrew Garfield sabe hacer algo más que escalar paredes y colgar de telarañas. Tick, tick...BOOM! deja constancia que Garfield es un tipo con talento, y no es por menospreciar su trabajo interpretando a Spidey en ya 3 películas, pero se nota que quiere quitarse de encima la etiqueta del superhéroe. El actor quiere seguir involucrándose en otros personajes y proyectos, como lo hizo en Hasta el Último Hombre y Silencio. Pero tick, tick...BOOM! es otro asunto. 
 
 En tick, tick...BOOM! Garfield interpreta a Jonathan Larson, el compositor y escritor de obras de teatro musical, en donde además canta y baila. Para ser sincero, no lo hace nada mal. El filme, debut en la dirección del actor y también compositor musical Lin-Manuel Miranda, si bien cuenta con una buena producción musical, su historia, aunque buena, es algo convencional. 
 
De hecho, el filme es la adaptación del musical homónimo escrito por el mismo Larson (autor de Rent, entre otras obras), en donde cuenta la crisis emocional que pasó justo en las visperas de su cumpleaños número 30. El caso es que Larson, mientras lucha por hacerse de un nombre de prestigio como compositor, siente que no ha hecho algo verdaderamente grande y de importancia en su carrera, estando a punto de cumplir las tres décadas de vida. Su crisis se verá todavía más afectada debido a que, al momento, se encuentra tratando de conseguir financiamiento para su última obra, en pláticas con algún productor y preparando su presentación de prueba. Además, Larson busca que sus padres crean en él y en lo que hace, así como conseguir también la bendición de uno de sus ídolos, Stephen Sondheim (Bradley Whitford).
 
Al inicio (y durante prácticamente todo el filme), la narración será en algo cercano a un monólogo cantado-recitado por parte de Larson, acompañado de un piano, y un coro. En tanto, se alternan escenas en flash back, en donde también se cuenta la difícil relación del compositor con su novia, Susan (Alexandra Shipp), una artista que lleva su propia lucha para desarrollar su carrera. Hay una doble lucha, por un lado los esfuerzos de Larson por tratar de llevar su relación sentimental a la par con su carrera musical, mientras trabaja como mesero en un restaurante. En un punto, debe enfrentar el conflicto sobre qué es más importante para él. En tanto, su amigo más cercano, Michael (Robin de Jesus), es otro artista, con el dilema entre continuar con su carrera artística o dedicarse a la publicidad, en medio de la crisis en 1990 sobre el VIH. 
 
Lin-Manuel no es un gran narrador, ya que, por ejemplo, hay momentos en que se siente algo forzada la manera de integrar los números musicales con la narración de la historia. Lo mejor, al final, termina siendo el aspecto musical, con números buenos como el que tiene lugar en el restaurante donde Larson trabaja. Andrew Garfield (ganador, por cierto, hace unos días del Globo de Oro a Mejor Actor de Comedia y Musical), es quien se roba por completo la película, la cual, sin duda, está más dirigida a los fans del compositor, o aquellos que gusten de los musicales y quieran descubrir al compositor, fallecido en 1996. ⭐⭐⭐ 
En #Netflix

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