martes, 17 de junio de 2014

SUPER * * * 1/2

¡CÁLLATE, CRIMEN! Rainn Wilson como "The Crimson Bolt".
Quizás Super es otra película que agregar al puñado de películas sobre antihéroes que existen. Kick-Ass es la franquicia que hasta ahora se ha mantenido como la reina de las películas de este género. Super puede verse como la versión indie de Kick-Ass, pero lejos de ser un aspecto que ahuyente al espectador, es una película a la que recomendaría darle una oportunidad, ya que no decepciona, con todo y las similitudes entre ambas historias. James Gunn (guionista de Dawn of the Dead, director de Slither), el realizador, no se anda con tonterías ni niñerías. Super, con todo y ser una comedia con sus buenas dosis de humor y sátira, es una película violenta. Su violencia gráfica no es constante, pero está presente en momentos cruciales, y llega a  ser impactante. Rainn Wilson (The Office, Juno) está muy bien como el antihéroe protagónico. La creación de su alter-ego, The Crimson Bolt, es hilarante. Hace del arte del reciclaje una moda única, con su traje hecho a base de pedacería de telas y piel. Cuando su inestable y hermosa esposa (Liv Tyler), adicta a las drogas, lo deja por un traficante (Kevin Bacon, divirtiéndose a sus anchas), es cuando Frank (Wilson), decide convertirse en superhéroe y rescatarla de sus garras. De paso, también peleará contra el crimen, con mucha buena voluntad pero poco talento, teniendo como arma una llave de plomería, con la que saldrá a la calle a romper cráneos. 

Lo interesante de Frank como personaje, es que con todo y ser un acomplejado fanático religioso, una vez con su traje puesto no duda en salir a la calle y sacar su lado violento. Los escasos efectos especiales son decentes, para el bajo presupuesto que seguramente tiene la película. Hay escenas en que parece estamos viendo una película de Robert Rodríguez -o inspirada en su cine-, especialmente en el clímax final, por el tipo de violencia gráfica que muestra. La historia tiene un giro crucial y se torna más interesante, cuando Ellen Page entra a escena, interpretando a una empleada de una tienda de cómics, que acaba transformándose en la desquiciada compañera de nuestro héroe, para formar un dúo con ciertos problemas de compatibilidad. Es cierto, no será Kick Ass, pero Super es súper sorprendente y súper divertida. 

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