domingo, 16 de noviembre de 2014

SIN CITY 2: A DAME TO KILL FOR * * 1/2

TODOS MATARIAMOS POR ELLA. Eva Green
despampanante como femme fatale. 
Una secuela tardía, cuyo estreno se retrasó tanto que cuando llegó la esperada fecha como que a muchos ya no les importó mucho. En Sin City 2 tenemos la continuación de las historias de algunos personajes de la primer película (2005), con uno que otro personaje nuevo. Además, hay cambios en el reparto. Por ejemplo, Manute, quien fuera interpretado en la original Sin City por el fallecido Michael Clarke Duncan, ahora es interpretado por el igualmente eficiente Dennis Haysbert (Far From Heaven). Mientras,   el personaje de Dwight, interpretado previamente por Clive Owen, ahora está en manos de Josh Brolin. Sin City: A Dame to Kill For no ha causado en mí la misma impresión de la primer Sin City, la cual en su momento me gustó mucho. Me dejó impresionado la visión de Robert Rodríguez en pantalla de la novela gráfica creada por Frank Miller (el cual regresa como guionista). Rodríguez supo recrear en cine la sensación de estar realmente viendo el cómic, gracias a la impresionante dirección de fotografía en blanco y negro (trabajo que realizó él mismo), con ciertos destellos de color en partes clave. La secuela sigue siendo impresionante desde el punto de vista visual, y Robert Rodríguez, como hombre orquesta y prestidigitador, es también impresionante (escritor de la música y responsable de la edición). 

Sin embargo, el aspecto del guión ha quedado descuidado, comprimiendo dos historias diferentes en un espacio demasiado pequeño de una 1 hora y 40 minutos. En la primera historia -sin duda la mejor-, es Mickey Rourke quien se roba todo el número - y tal vez toda la película- interpretando nuevamente a Marv, con todo su anti-heróico poder y aspecto semimutante. Errante, entre visitas a la taverna en donde Nancy (Jessica Alba) baile sexy (y quizás muy exhaustivamente) durante toda la película,  Marv une fuerzas con Dwight para ayudar a la femme fatale de la historia, Ava, encarnada por Eva Green, quien en su papel de "viuda negra" muy generosamente provee, para deleite del público masculino, la mayor cantidad de desnudos que haya hecho jamás en otra película. Ava ha regresado para un ajuste emocional con Dwight, encontrándose este haciendo trabajos de detective privado, y poniendo demasiada resistencia a los encantos de la mujer. 

Joseph Gordon Levitt es Johnny, quien está muy bien interpretando a un personaje torturado (en muchos sentidos) experto jugador de póker, quien tiene sus mejores escenas haciendo un mano a mano con el senador Oark (Powers Boothe, despiadadamente llenando la pantalla con pura y simple villanía), en juegos que tienen mucho sabor a western. 

Con todo y tener un irresistible poder visual, diálogos que son pura inspiración en la literatura hard boiled, y una propuesta visual que sigue retomando la estética del film noir clásico, Sin City 2 decepciona en otros aspectos. La primer película se sentía más unificada y redonda en general, especialmente en su historia. Desafortunadamente, en esta segunda parte no hay mucho de Eva Green (en cuanto a tiempo en pantalla se refiere, al menos), y Mickey Rourke no es ahora tanto el centro de la trama,  sino su papel es ahora más secundario. ¿Y Bruce Willis? Sí aparece, pero poco, nada más como "invitado especial". 

Sin City 2 es entretenida como película palomera. Tiene todo lo que puede esperarse en un film de Robert Rodríguez: violencia ridículamente desmedida, buenas escenas de acción, matazón al por mayor. Pero así como tiene todo esto de rescatable, incluyendo elementos muy serie B y de films explotation, el caso es que ahora Frank Miller escribió el guión con algo de flojera. 

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