viernes, 4 de abril de 2014

THE WOLF OF WALL STREET * * * *



QUE LLUEVA EL DINERO. Leonardo DiCaprio como Jordan "El Lobo" Belfort. 

¿Existe una mancuerna más sólida en el cine norteamericano actual, que la formada por Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio? Ninguna que me venga a la memoria ahora. Cada vez que el actor es dirigido por Scorsese, derrama hasta la última gota de su talento. No ha habido filme en donde Scorse no haya sabido extraer toda la magia histriónica que DiCaprio posee. The Wolf of Wall Street es la enorme biopic (3 horas de duración) de Jordan Belfort, un sujeto que a finales de los 1980, principios de los 1990, sacudió el mundo de las finanzas con su emporio de asesoría bursátil y de valores. Inmediatamente me vino a la memoria Boiler Room (2000),  filme pequeño en comparación, pero que trata el mismo tema de la corrupción e ilegalidad dentro del mundo de las finanzas y capitalismo en Norteamérica; así como el rápido enriquecimiento a través del camino de la ilegalidad, en jóvenes que sueñan con ascenso inmediato en la escalera profesional.

Es evidente por qué a Scorsese le ha interesado el tema: una buena excusa para mostrar un mundo de decadencia y perdición. El filme está basado en el libro homónimo escrito por el mismo Belfort, en donde cuenta su rápido asenso en el mundo de las finanzas, justo cuando empezó como un inocente e inexperto vendedor de acciones, bajo el cobijo de su jefe (Matthew McConaughey), quien le enseñó todos los trucos y secretos para tener éxito y ser el mejor vendedor ("Lo único que debe importarte, es tener su dinero en tu bolsillo). Al mismo tiempo, se inició en el consumo de cocaína ("Te mantendrá enfocado, y tecleando el teléfono como loco"), y en una ridícula costumbre de golpearse el pecho como si tuviera algo atorado, mientras murmura una tonada. 

Vemos cómo Belfort llegó a convertirse en una especie de gurú de la mercadotecnia y las ventas (con el ejemplo de saber cómo vender una simple pluma), ganándose el apodo de "El Lobo de Wall Street". Su libro, aparentemente, es como una especie de "biblia" para mercadólogos y estudiantes de finanzas.

En ese sentido, es el clásico retrato del personaje decadente y autodestructivo, hundido en la adicción a las drogas y al sexo. Belford es como una estrella de rock del mundo bursátil, con una vida llena de excesos, orgías, escándalos, consumo de todo tipo de drogas, etc. Belford narra la historia en muchos instantes hablando hacia la cámara, con un cinismo y desfachatez impresionantes, consagrándose así como el personaje -tal vez- menos carismático que jamás se haya visto en un filme de Scorsese. No hay mucho de admirable o interesante en Belford como personaje, acaso un típico caso de genialidad mal encausada, con un éxito fundado totalmente en la ilegalidad y el crimen.

Podrá parecer la menos "scorsesiana" de las películas de Scorsese. A pesar de ser una película con una historia poblada de total insanidad y demencia, hay una banda sonora ecléctica y fabulosa, una interesante -si bien no extraordinaria- edición de Thelma Schoonmaker, incluyendo algo singular: escenas de sexo explícitas, como nunca antes se habían visto en un filme de Scorsese.

"The Wolf of Wall Street" no es la mejor película de Scorsese, pero es un buen trabajo del realizador. Si no me equivoco, es también su película más larga (10 minutos más larga que The Aviator).  Solamente fans de Scorsese tendrán la paciencia de aguantar las 3 horas seguidas, llenas de cameos y pequeñas participaciones de "caras conocidas" (Spike Jonze, Matthew McConaughey, Jon Favreau, Rob Reiner). La actuación de DiCaprio es genial. Es uno de sus trabajos más valientes a la fecha. Recuerda su retrato de Howard Hugues en The Aviator. En tanto, Jonah Hill, como el mejor amigo de Belford, Donnie Azoff, un insufrible drogadicto, está ganándose a pulso su credibilidad como actor. 


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