jueves, 26 de abril de 2012

UNDERWORLD: RISE OF THE LYCANS * * 1/2

Rhona Mitra como una princesa vampiro.

Underworld me parece una de las mejores franquicias fílmicas sobre vampiros contra hombres lobo. Con todo y que suena muy serie B, estas películas se han mantenido a flote gracias a su envoltura épica: una mítica pelea entre chupasangres y licántropos, que se remonta a la Edad Media y que ha continuado hasta el presente. Rise of the Lycans (2009), tercera película de la franquicia, está concebida como una precuela. Se toca una de las tantas historias que se han venido contando desde las dos primeras películas, sobre cómo empezó la guerra entre las dos razas de monstruos. Michael Sheen, que interpreta al poderoso hombre lobo Lucian, inicia la rebelión de su especie oprimida por los tiránicos vampiros, comandados por el draculesco Victor (Bill Nighy). Hasta el momento (todavía tengo que ver Underworld: Awakening, la cuarta y última película) me parece que Rise of the Lycans es la película más floja de la saga, sin que por ella deje de ser un simple entretenimiento palomero de fin de semana. Su principal problema es no tener ya a Len Wiseman en la dirección. 

El lugar de Kate Beckinsale es ocupado por Rhona Mitra, quien interpreta a Sonja, la primogénita de Victor. En un muy shakespereano toque, Sonja tiene un tórrido romance con Lucian, prisionero en el castillo de Victor. Es el perfecto escenario para desatar una tragedia romántica. Aunque para ser honestos, a Patrick Tatopoulos, director del filme, le falta mucho camino por recorrer para ser un narrador que involucre al espectador con la trama y, especialmente, con los personajes.  Si bien es una buena idea argumental, no acaba siendo lo suficientemente interesante en su desarrollo. Si por algo se sostiene la película, es más por el trabajo del equipo de producción (el diseño de arte y los efectos especiales siguen siendo buenos) y las buenas actuaciones del reparto. Bill Nighy sigue genial como el explosivo líder vampiro, Michael Sheen sigue impresionando con su enérgica y muy física encarnación de Lucian, en tanto, Rhona Mitra se desempeña aceptablemente como la atractiva y sexy Sonja. Desafortunadamente, Tatopoulos no supo imprimir la emoción de las dos películas anteriores, ni el cinético entretenimiento de  las sangrientas peleas, que Len Wiseman dirigió con maestría.

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