miércoles, 21 de diciembre de 2011

IMMORTALS * * 1/2


Teseo, el mítico fundador de Atenas, es el protagonista en "Immortals".


Una película como Immortals (2011), a pesar de estar publicitada como “de los productores de ‘300’ ”, está más cerca de ser una consecuencia de “Clash of the Titans”, el remake. Su historia está basada en la mitología griega, específicamente en la leyenda de Teseo, fundador de Atenas y considerado como un semidios, al tener tanto un padre humano (Aegeus), como uno divino, Poseidón. Teseo es interpretado por el atlético pero verdaderamente desconocido y no muy buen actor Henry Cavill. El filme es dirigido por otro nombre relativamente desconocido, Tarsem Singh, realizador de origen indio. Si “Mirror, mirror”, su adaptación del clásico cuento de Blancanieves, tiene éxito el próximo año, su nombre empezará a sonar más. Ya vi el trailer y no me entusiasmó mucho.

Singh es un realizador preocupado más por la estética y diseño de sus películas. Immortals no es la excepción.  Acabé considerando el filme un trabajo con muchas contradicciones. Es decir, mientras su diseño de producción es atractivo, rozando lo kitsh y haciendo una mezcla de elementos modernos (muy teatrales, a lo Julie Taymor) con otros más griegos, la mayor parte del vestuario luce fatal. El vestuario de los dioses parece de 3 dólares y casi risible. Por otro lado, tiene un diseño conceptual atractivo, que está entre lo surrealista y algo próximo a la novela gráfica. Lo malo, es que a pesar de sus raíces mitológicas, la historia se queda corta. El villano, el rey Hyperion, interpretado por un risible Mickey Rourke, luce acartonado, por no decir, caricaturizado. Es difícil seguir tomando en serio a Mickey Rourke como actor, si sigue haciendo esta clase de personajes. Es una lástima, ya que por un momento pensé que en “The Wrestler” ya había vuelto a sus cabales.

En ese sentido, la película es un desbalance total. Si por algo la disfruté un poco,  fue por sus momentos de verdadera inspiración visual, su espíritu de película antigua de matineé y aventuras. Hay dos presencias rescatables: John Hurt, como el viejo mentor de Teseo, Frieda Pinto, como una bella pitonisa, y Luke Evans, como un juvenil y enérgico Zeus, el cual prohíbe a los dioses dar cualquier ayuda a los mortales. Los dioses están vestidos como para el carnaval de Río de Janeiro, lejos de verse como viejos barbados y apostando más por una imagen juvenil. Teseo se dispone a pelear por su pueblo contra Hyperion, quien tiene sitiada Grecia para encontrar el  poderoso arco Epiro. El arco es como un arma de alta precisión, capaz de disparar un número infinito de flechas mágicas sin necesidad de apuntar.

Las peleas están coreografiadas y fotografiadas con el mismo estilo de las peleas vistas en 300. Tracking shots en cámara lenta, con la cámara siguiendo a Teseo mientras este elimina a sus oponentes sistemáticamente con la espada. La batalla final es una decepción, toda dentro de un largo pasillo, un desastre. En tanto, esa pelea final de los dioses contra los titanes, que son como dioses caídos, salvajes y primitivos, prisioneros en una jaula dentro del Monte Tartaros, es mucho mejor. Sigue el mismo estilo “300”, con una inspiración “Matrix”. Los dioses y los titanes flotan, vuelan y pelean suspendidos, en gravedad cero prácticamente. De no ser por sus defectos, Immortals bien hubiera podido pasar como un redondo entretenimiento palomero.  

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