viernes, 26 de noviembre de 2010

THE FOUNTAIN * * * 1/2

Hugh Jackman como un monje budista en "The Fountain"

The Fountain (2007), es quizás la película más romántica de Darren Aranofsky hasta el momento. Y esto lo digo sin haber visto aún The Black Swan, su más reciente película. Rachel Weisz, su pareja en la vida real, es la protagonista que roba la pantalla, en una película que funciona como una “declaración de amor” a la actriz británica.

Aranofsky sigue sorprendiendo con su gran capacidad visual, en esta suerte de fábula budista llena de imágenes sorprendentes. Un relato cargado de misticismo y fantasía, pero que, para mi gusto, cae en lo pretencioso. Dividida en tres partes, la historia cuenta cómo un científico, Tom Creo (Hugh Jackman), se encuentra realizando experimentos para encontrar una cura para el cáncer que sufre su esposa, Izzi (Rachel Weisz). Sin embargo, se encuentra tan inmerso en sus trabajos que ha descuidado su relación con ella. Izzi, a su vez, se encuentra escribiendo una novela, “The Fountain”, y además es aficionada a la astronomía.

En la historia principal se irán intercalando mini relatos delirantes, en los que Tom se imagina a sí mismo como un conquistador español. Este conquistador tiene la misión de encontrar el “árbol de la vida”, el cual -según el filme- se encuentra junto a la ciudad maya de Chichén-Itzá, todo bajo el encargo de la reina Isabel La Católica (Weisz). En otro mini relato, el más intrigante de todos, Tom es un monje budista del siglo XXVI, viajando dentro de una burbuja en el espacio hacia el infierno de los mayas, el Xibalba, junto a un árbol que simboliza la vida de Izzi, a la que imagina como una aparición fantasmal.

No es difícil suponer que la película está dedicada a Rachel Weisz, a exponer su vulnerable belleza. Sin embargo, creo que “The Fountain” es también una cinta de exagerados delirios místico-budistas, que acaba fascinando más por su gran manufactura visual que por otra cosa. El trabajo de Hugh Jackman es uno de los más esforzados que he visto del actor, y tal vez el más sacrificado, al haber tenido que afeitarse completamente la cabeza.

Al final, he quedado con la sensación de que ha faltado mucho por ver, mucho por explorar, mucho más por tratar en esta fábula romántica, que incluye por igual las obsesiones medievales sobre la búsqueda de la vida eterna. Son temas demasiado grandes para un filme de esta envergadura, pero sus imágenes llegan a ser tan bellas como aterradoras.

++Los extras del DVD y el Blu-ray incluyen: "La vida en barco" y Documental: "Dentro de la fuente".

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