jueves, 22 de julio de 2010

SHERLOCK HOLMES * * * *



Jude Law y Robert Downey Jr.

Los puristas deberían mantenerse alejados del Sherlock Holmes ofrecido por Guy Ritchie en su más reciente película. Está lejos de ser el Sherlock Holmes (personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle), que hemos conocido anteriormente en el cine. Sherlock Holmes es encarnado con suma convicción por Robert Downey Jr. Está lejos de ser el pulcro caballero victoriano, vestido impecablemente y fumando  pipa. Bueno, en el filme de Ritchie Holmes sí fuma pipa. Pero además de ser el deductivo y lógico investigador que vive en el 221 de la calle Baker, es ante todo un personaje de acción y, además –prepárese- un experto en artes marciales y peleas callejeras. Además, la pulcritud no es algo que caracterice a este revigorizado Holmes.

Considero a Sherlock Holmes como uno de los personajes más fascinantes de la literatura. Me ha gustado esta reinvención del personaje en una superproducción hollywoodense. De hecho, Holmes sí es descrito como experto en artes marciales en el relato “The Adventure of the Empty House”, en el que se enfrenta con el Dr. Moriarty. En específico, es un especialista en la técnica del baritsu, o lucha japonesa. Y claro, también se nos muestra (en una secuencia bien editada), cómo Holmes es también un maestro del disfraz.

Casi cada escena nos puede confirmar que no se ha escatimado en presupuesto para lograr una impresionante recreación del Londres de finales del siglo XIX. Es una Londres atmosférica, de un ambiente irrespirable, sucio. Nos sumergimos en los barrios bajos, callejones, los astilleros e, incluso, el laberíntico drenaje en la secuencia final.

La película de Guy Ritchie parece una novela gráfica adaptada al cine. De hecho, el mismo Holmes parece un personaje de novela gráfica, un antihéroe marginal, incapaz de relacionarse con otras personas, en específico, las mujeres. Todo lo contrario a su fiel compañero y colaborador, el Dr. John Watson, interpretado con igual eficacia por Jude Law, quien también rompe el esquema “tradicional” que tenemos del personaje. El Watson interpretado por Law, es de complexión más atlética, apariencia juvenil y, al igual que Holmes, está dispuesto a usar los puños de ser necesario. Todo lo opuesto al Watson con anteojos, obeso y más pasivo de las historias de Conan Doyle.

Aunque la película acabó por gustarme, mucho más de lo que había esperado (tenía mis dudas desde que vi a Robert Downey Jr. como Holmes en el trailer), siento que su principal falla es lo mucho que se parece a From Hell (2001), adaptación de la novela gráfica de Alan Moore. Es más, la historia de Sherlock Holmes, la película, también toma mucho de The League of Extraordinary Gentleman (2003), novela gráfica también creada por Alan Moore. Prácticamente todo en Sherlock Holmes se siente como una copia de aquellas películas y novelas gráficas. ¿Por qué Ritchie no le habrá pedido mejor a Moore que escribiera la película?

Sherlock Holmes y el Dr. Watson, se encuentran enfrascados en la investigación del miembro de una sociedad secreta, Lord Blackwood (el eterno villano Mark Strong). No son exactamente los masones, pero si se notan muy inspirados en ellos. Lord Blackwood lleva a cabo rituales secretos, que involucran el sacrificio de bellas jóvenes. Aunque es atrapado, encarcelado y luego ejecutado, Lord Blackwood “resucitará” con lo que parece el uso de magia negra. Como si se tratará de Jack The Ripper en From Hell, Lord Blackwood será una amenaza constante para la ciudad, debido a que lleva a cabo varios atentados terroristas. Blackwood tiene planeado un gran atentado, usando un sofisticado artefacto, mientras se dedica a avanzar, de manera poco escrupulosa, dentro de la sociedad secreta para convertirse en su líder.

Mientras Jack The Ripper, el villano de From Hell, era temible, sanguinario y despiadado, y su identidad un misterio, en Sherlock Holmes el villano es más cercano a una caricatura. Además, no hay mucho misterio detrás de él. Lo que en verdad resulta genial (como en las historias mismas de Arthur Conan Doyle), son las revelaciones finales que Holmes hace de sus investigaciones. Como película de acción, Sherlock Holmes cumple mucho. Hay un par de secuencias, la persecución que culmina en el astillero, con ese enorme barco en construcción, y la pelea en el puente de Londres, también en plena construcción, que son impresionantes y creadas con mucha "magia" digital. No será muy original el guión, pero la experiencia de ver este nuevo Sherlock Holmes es única.

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