jueves, 7 de febrero de 2008

CINE ANIMADO: ALICE OF WONDERLAND IN PARIS * * *

El respetado animador estadounidense Gene Deitch (Chicago, 1924), tomó como pretexto el libro escrito por Lewis Carroll, Alice in Wonderland, para hacer un recorrido por otros entrañables cuentos populares en el filme animado Alice of Wonderland in Paris (E.U., 1966). A Gene Deitch se le recuerda por haber dirigido varios cortos animados de Popeye desde 1953, y por haber ganado la Concha de Oro en 1969 por el corto Obri. La película abría con Alice leyendo un libro sobre los cuentos de Madeline. Desde el inicio manifiesta su ilusión por conocer a esta niña, que vive en París. Un muy profesional, pero simpático ratón, Anatole (que vendría a ser el equivalente del nervioso conejo del libro de Carroll), le propone a Alice llevarla a conocer a Madeline, no sin antes platicarle un poco sobre su trabajo como catador de quesos en la fábrica “Duval”.

Anatole y Alice llegan a Paris viajando por el drenaje. Mientras el ratón le habla sobre las maravillas arquitectónicas de la ciudad, llegan a la Embajada de España, donde inicia la primera historia sobre Pepito, hijo del embajador español, niño travieso que gusta de molestar a las niñas de una escuela cercana, en donde estudia Madeline, además de ser cruel con los animales. Sus padres no saben qué hacer con él, hasta que, en una de sus travesuras, acaba siendo atacado por unos perros, para luego ser salvado por Madeline, sus amigas y una monja, operando en el desafortunado Pepito un cambio de actitud positivo.

Anatole, preocupado por darle de comer a su familia, con sus aventuras catando quesos de manera oculta en la fábrica, es descubierto y contratado por el señor Duval. De hecho, el ratón roba todo el protagonismo a la famosa Alice.

La historia más divertida, es aquella de un “principito”, que sufre por tener un poco agraciado gesto de enojo en el rostro. Anatole nos narra que el niño príncipe no podía reír. Su padre, preocupado por la situación, lo lleva con un brujo para buscar alguna solución. La respuesta estará en una sonriente princesa, que le regalara una sonrisa al príncipe para quedar curado.

El estilo de Deitch se basa en graciosos fondos, dibujados con una línea muy suelta, y una técnica de animación caracterizada por el mínimo movimiento de los personajes. De hecho, es más cercana a teleseries de la época. Alice in Paris era una película animada infantil, a pesar de cierto humor negro manejado en las historias, más rescatable por eso que por su técnica de animación.

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