sábado, 23 de junio de 2007

CINE ANIMADO: SHREK THE THIRD * * *

No hay duda que todo por servir se acaba. Ha llegado Shrek Tercero (Shrek the Third, E.U., 2007), la inevitable tercera película sobre las aventuras del ogro verde, que en 2001 causara sensación por su original propuesta de parodiar los cuentos clásicos infantiles, una clara burla-venganza hacia los filmes animados de la casa Disney. Dicen las malas lenguas, que Jeffrey Katzenberg, el ahora ex presidente de la casa Dreamworks, quiso vengarse contra la Disney por haberlo despedido luego de tantos años de trabajo en dicha empresa.

Quedó lejos aquel éxito con la primera película, de la cual vendría una segunda parte (2004), que si bien no igualó a su predecesora en calidad, todavía se lograba salvar en comicidad, por seguir agregando referencias paródicas a películas famosas, engrosando la fila de personajes con el Gato con Botas (voz de Antonio Banderas), ahora compañero inseparable de Shrek (voz de Mike Miers) y Burro (voz de Eddie Murphy).

No es que esta tercera película sea mala o no se pueda ver. Hay mucha comicidad que le permite a uno soltar la carcajada, bastantes gags logrados y chistes verbales, casi todos a cargo de Burro y buena parte al Gato con Botas. Sin embargo, la fórmula ya se siente desgastada y no tan atractiva como en un principio. Apenas y hay algunos detalles rescatables y novedosos, como los inverosímiles hijos burritos-dragones de Burro, o la inclusión de uno que otro personaje nuevo, como el joven rey Arturo (Justin Timberlake), un hippioso Mago Merlín (el ex Monty Python, Eric Idle) o ver a Blanca Nieves, Cenicienta y la Bella Durmiente convertidas en una versión medieval de Los Ángeles de Charlie.

Resulta que, en el Reino Muy, Muy Lejano, el rey ha muerto. Sin embargo, Shrek, presionado ahora por Fiona para que le de unos ogritos, no querrá sucederlo en el trono e irá en búsqueda del primo de ésta, el mismo Rey Arturo. En tanto, el príncipe Encantador (Ruppert Everett), formará una rebelión junto a todos los villanos más famosos de los cuentos, para atacar el Reino y usurpar el trono.

La realización, sin la habitual dirección de Andrew Adamson y colaboradores, está a cargo de Chris Miller y Raman Hui, sin nada del otro mundo más que el saber mantener un buen ritmo cómico sin que en ningún momento decaiga. Esta tercera entrega de Shrek, no voy a negarlo, es divertida, en especial si se disfruta del humor escatológico. Pero lo molesto de todo, es lo derivativa que se siente al volver a los mismos escenarios, sin mucha novedad o cambios de por medio, haciendo que todo el asunto no se sienta tanto como una tercera parte, sino como la simple continuación de una serie televisiva. Ni se preocupe, todavía hay Shrek para rato, con la cuarta entrega en el 2010.

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