jueves, 20 de agosto de 2020

RELATIVITY

 

Julius Feldmeier y Saskia Rosenthal

Al inicio de Relativity (Mein Ende. Dein Anfang), escuchamos a un joven dar una conferencia sobre el fenómeno del déjà vu, sus posibles explicaciones científicas, y si realmente podría ser una pequeña y momentánea visión del futuro que experimentamos. Más tarde, este joven, Aron (Julius Feldmeier) y su novia, Nora (Saskia Rosendhal), nuestra protagonista, se dirigirán a un banco, en donde experimentarán la peor de las tragedias. 

Quienes hemos visto películas de Alejandro González Inárritu (Amores Perros, 21 Gramos), sabemos que en sus historias casi siempre es una tragedia lo que antecede a una cadena de sucesos que atan cabos y unen historias. Se nota que la realizadora de este filme, la alemana Mariko Minoguchi, ha visto cine de Iñárritu y que lo tomó como punto de partida e inspiración para dirigir esta película. Lo que empieza como un típico melodrama romántico, sobre una pareja que, a pesar de sus diferencias intelectuales y sociales, se aman y lucen felices, termina por pisar terrenos más sombríos y tormentosos. Por otro lado, tendremos también la historia de un padre de familia, Natan (Edin Hasanovic), quien no tiene un matrimonio muy feliz con su esposa, y que tiene una hija por la que siente amor y cariño incondicional. Una noticia mala termina por hacer más difícil la vida de Natan, el cual trabaja en un almacén, y que lo llevará a cometer nuevamente errores del pasado. 

No estamos frente a un filme convencional, debido a que la realizadora nos interna en un laberinto narrativo del cual no podremos escapar fácilmente -y tal vez no queramos hacerlo. Conforme pasa el tiempo, las piezas que lo conforman pronto empezarán a embonar como bloques de Tetris. Entre flash backs, y regresos al tiempo presente, acabamos enganchados en este melodrama, que si por algo sorprende, es por el gran control que Minoguchi mantiene en la narración, en un experimento que fácilmente se pudo haber desmoronado al menor descuido, manipulando la manera en cómo vamos siguiendo la trama. Más adelante, en el tercer acto, empezamos a entender hacia dónde va todo -y quizás un poco, a predecirlo. Pero no hay duda que vale la pena dejarse llevar por este vaivén narrativo, de juegos con el tiempo, y destinos cruzados. 
⭐️⭐️⭐️ 1/2      #19SemanadeCineAlemán2020

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