jueves, 27 de agosto de 2015

ANTMAN * * * 1/2

HORMIGUEOS ESPECTACULARES.
Paul Rudd es Ant-Man.
No importa si su nivel de popularidad no es tan alto como el de otros superhéroes de mayor calibre, como Batman, Spiderman o Superman. Ant-Man tiene suficiente carisma y peso dramático para quedarse en la memoria de aquellos que no han escuchado nunca antes de este personaje. No estoy seguro si se le puede llamar superhéroe, pero sin duda es un personaje interesante. Su único "superpoder" o habilidad, es el reducirse al tamaño de una hormiga, y eso nada más gracias a un traje sofisticado inventado por un connotado científico. El personaje pertenece a la casa Marvel, creado por Stan Lee (y sí, aparece en uno de sus clásicos cameos), y es Paul Rudd quien viste el traje. Hay  escenas con dosis de espectacularidad, que llegan a recordar pelis como Honey I Shrunk the Kids, o también The Antbully.

Ant-Man comanda ejércitos de hormigas, por tierra y aire. No suena mal. Ant-Man tiene su debut en una película que no tiene las dimensiones de un enorme blockbuster veraniego, pero afortunadamente es entretenida y con cierto humor. Es difícil etiquetarla. Una mezcla de heist-movie, filme de ciencia ficción y súperheróes, cruzando caminos con otra saga de la Marvel, Avengers. Scott Lang (Rudd), es un tipo que se encuentra tratando de enderezar su vida y dejar atrás sus años como ladrón. Luego de salir de prisión, y andar de trabajo fallido en trabajo fallido (incluso es despedido como vendedor de helados en Baskin-Robbins por sus dudosos antecedentes, en un comercial de cerca de 5 minutos al inicio de la historia), Lang parece querer volver a las andadas criminales, impulsado por sus amigos (Michael Peña, David Dastmalchian y el rapero T.I.). El nuevo golpe criminal será introducirse en el hogar de un científico, el Dr. Hank Pym (Michael Douglas,  magnífico), el desarrollador del traje miniaturizador, y robar lo que sea que se encuentre en la caja fuerte.

Lo que Scott no sospecha, es que será elegido por el doctor para que sea su conejillo de indias en una misión peligrosa. Divorciado de su esposa (Judy Greer), y tan solo con una pequeña hija por la cual vivir, Scott no tiene mucho que perder, excepto tal vez su vida. Con todo, acepta la propuesta de Pym, quien a su vez, no desea acceder a la iniciativa de su propia hija (Evangeline Lilly) de llevar a cabo ella misma la encomienda, la cual consiste en detener los planes del antiguo protegido del doctor (Corey Stoll, con un look calvo muy a la Lex Luthor que no le va nada mal), resentido por haber sido puesto a un lado en las pruebas del traje. Sin embargo, este ya ha fabricado su propio traje, convirtiéndose en la némesis de nuestro héroe, Yellow Jacket.

Rudd es un actor con una buena vena cómica detrás de su facha de niño bueno. Siempre se siente esa  faceta  cómica queriendo salir (cosa que ya probó en Anchorman). Ant Man no es precisamente una comedia, pero Rudd sabe transmitir una actitud de encontrarse en una situación incómoda, riesgosa, que nadie quisiera aceptar, pero que no le queda otra sino aceptarla. Con el tiempo, poco a poco, va sintiéndose en su elemento, y lucirá como superhéroe, capaz de controlar hormigas con sus ondas cerebrales y convertirlas en sus aliadas. Hay una escena en verdad impresionante, en donde Scott comprueba el peligro de miniaturizarse en exceso, llegando a ser más pequeño que un átomo. Es un momento 2001 A Space Odyssey, pero instalado en el universo de los cómics. Lo bueno, es que los guionistas no se molestan en sumergirnos en explicaciones pseudocientíficas sobre lo que vemos. Simplemente, dejan que la diversión siga, y cumplen con su objetivo.

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