jueves, 5 de marzo de 2015

AMERICAN SNIPER * * * *

EN LA MIRA. Bradley Cooper.
Chris Kyle era el mejor en lo suyo, ser un francotirador. No pudo haber sido más profesional en ello. En su haber, tuvo alrededor de 160 muertes confirmadas (se afirma que fueron 255, en total) en campos de guerra. No por nada se le considera el francotirador más letal en la historia militar de los E.U. No hacía distinciones de sexo o edad, ya que tenía un sólo objetivo: cubrir la espalda de sus compañeros. En la escena que abre el filme,  Clint Eastwood establece el suspenso que prevalecerá en toda la película. Kyle (sorprendente Bradley Cooper, con una transformación física de evidentes horas en el gimnasio, y carbohidratos al por mayor) tiene que tomar la crucial y demoledora decisión de jalar o no el gatillo. Ninguno quisiera estar en su lugar, haciendo un trabajo que requiere la mayor destreza para usar el rifle, sangre fría, imperturbable concentración, vista privilegiada, pasar horas y horas en una azotea, y lo principal, tener nervios de acero. Basada en la autobiografía de Kyle, American Sniper, en la película Eastwood le rinde tributo, con un cierto regusto patriotero que no cae en el descaro o la exageración. 

Kyle murió trágicamente a los 39 años, asesinado durante una práctica de tiro por un soldado mentalmente inestable (quien sigue esperando juicio por el hecho), durante el trabajo que realizó en clínicas de rehabilitación psicológica para soldados retirados. El mismo Kyle sufrió de estrés postraumático, después de regresar de cuatro misiones especiales en Irak. En ese sentido, American Sniper, más que una típica película de guerra,  es un estudio de personaje en el cual Eastwood no pretende sacar conclusiones o juzgar a su personaje principal. Lo que le interesa es mostrar a Kyle en acción, con una excepcional precisión para el detalle, movimientos, posiciones, etc.

El filme recuerda a Enemy at the Gates (2001), en la manera de contar la guerra personal entre dos francotiradores.  Kyle (a quien los insurgentes iraquíes llamaban "El Diablo de Ramadi") se pone como objetivo eliminar a  "El Carnicero", un francotirador iraquí, quien está causando bajas al ejercito americano. Es un buen balance entre película de guerra reflexiva y thriller bélico que entretiene, gracias al buen suspenso que Eastwood inyecta a la historia. Además, hay una parte de melodrama familiar, cuando Kyle empieza a tener problemas domésticos con su esposa (Sienna Miller), debido a su obsesión de estar lejos de casa y de sus hijos recién nacidos (se nota que usaron muñecos en vez de bebés reales), sin dejar de lado los momentos traumáticos, al no saber ella si regresaría vivo o muerto. En casa, Kyle extrañaba la adrenalina, deseaba regresar a la guerra. Eran dos frentes en los que tenía que luchar

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