martes, 7 de febrero de 2012

AUSTRALIA * * * *

Nicoles Kidman y Hugh Jackman.

Enfrentar una película de Baz Luhrmann, es saber de antemano la clase de espectáculo visual que puede ofrecer. Su corta filmografía lo demuestra, con películas como Romeo + Juliet (1996), Moulin Rouge (2001), y ahora Australia (2008). Además, si algo demuestran estos filmes también es lo hábil que es el realizador para renovar géneros con mucha inventiva, sea con una total reinvención de la clásica historia romántica de Shakespeare, o en un musical con un explosivo diseño de producción y un sabor pop, rescatando canciones clásicas de los 1980. Australia es la respuesta del realizador australiano al melodrama romántico-épico, con un atractivo reparto de estrellas australianas de corte internacional (nada más faltó Russell Crowe y Eric Bana). Es cierto, la película es “Out of Africa” llevada a Australia, pero con un tono épico irresistible, mezclado con otro más de fábula que es, a su vez, un homenaje al cine en sus referencias a un clásico como The Wizard of Oz (1939).

Ambientada a finales de los años 1930, la película tiene a Nicole Kidman (quien ya había trabajo con Lurmahnn en Moulin Rouge), en el primer acto de la película, encarnando algo muy cercano a una parodia de Katherine Hepburne (viene a la mente “The African Queen”, por ejemplo), en su personaje de refinada mujer aristrocrática, quien viaja de Inglaterra a Australia, donde su marido tiene un negocio ganadero. Hugh Jackman no está tampoco muy alejado de ser algo como un Humphrey Bogart versión “cocodrilo dundee”, con aire de héroe de acción. Lady Sarah (Kidman) encuentra que su esposo ha fallecido, siendo la única heredera del descuidado negocio y propiedades, en donde vive Nullah (Brandon Walters), un niño mitad aborigen mitad blanco, con su madre. El niño es cuidado de lejos por su espiritual y chamánico abuelo, King George (David Gulpilil), quien representa el lado tradicional al cual el chico se siente atraído, como si la sangre le llamara a vivir en las montañas y praderas.

Si ya se ha visto “Out of Africa”, más o menos se puede ir adivinando el camino del filme: Lady Sarah, al vivir en un ambiente inhóspito, desértico y salvaje, irá cambiando. Cabalgará y, con rifle en mano, defenderá las 2,000 cabezas de ganado de su propiedad, al enterarse que King Carney (Bryan Brown), otro ganadero, y su empleado (David Wenham), lo están robando. Además, formará una relación maternal con Nullah, a quien de alguna forma adopta y tendrá bajo su cuidado cuando cierto hecho trágico sobrevenga en la historia. La travesía por el desierto, donde Sarah, Drover (Jackman) y Nullah guían el ganado para venderlo, es todo un espectáculo portentoso. Por unos minutos no parece que estamos en Australia, sino en el desierto de Utah, inmersos en la trama de algún western clásico. Lo que recuerda lo bien que las historias de vaqueros pueden encajar en Australia. Western, más melodrama romántico al más puro estilo de Hollywood, más un tema bélico agregado, como lo es Australia durante la Segunda Guerra Mundial (el bombardeo de Japón en la ciudad de Darwin) es la fórmula que sigue Bazh Luhrmann. Australia puede sentirse algo tonta y sobreactuada en su comedia en la primera parte, pero en sus casi 3 horas de duración poco a poco va enderezando su camino. De parodia se convierte en un gran espectáculo cinematográfico, en donde tanto su fotografía como su magnífico diseño de producción son un deleite.

Ver también reseña de The Proposition. 

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