viernes, 20 de enero de 2012

VICKY CRISTINA BARCELONA * * 1/2


Rebeca Hall y Scarlett Johansson.


Woody Allen llega a España por primera vez, al menos como realizador, en Vicky Cristina Barcelona (2010). Ha pasado ya por Londres  y Paris, y para ser sincero esperaba mucho más de su primer película ambientada en Barcelona. Esperaba uno más inspirado, más ingenioso y cómico, y, en especial, sin tantos clichés. Javier Bardem, por ejemplo, interpreta el obligado cliché exótico del “latin lover”, conquistador de mujeres anglosajonas, en su personaje de moderno “Picasso” con amantes de sobra. De hecho, uno de los atractivos es ver a dos estrellas hispanas internacionales juntas, como Bardem y Penélope Cruz, quienes trabajaron juntos en “Jamón Jamón” (1992), de Bigas Luna. El reparto tiene un buen desempeño, las actuaciones son disfrutables, aunque siento que Woody acabó desperdiciando muchas oportunidades de utilizar más lugares icónicos de la ciudad condal. Y hacerlo con la fotogenia que lo caracteriza. Se centrá tan sólo en la Sagrada Familia y el Parc Güell, y todo se siente muy “de paso”.

Dos atractivas amigas norteamericanas, Vicky (Rebeca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson, en su tercera colaboración con Woody) llegan a Barcelona. Vicky, la más tranquila, centrada y con un prometido esperándola en Nueva York (Chris Messina), llega para hacer su tesis sobre la “identidad catalana” (ambicioso el tema, por cierto). En tanto, Cristina, el cliché de la rubia fogosa y sexualmente intensa, es una poetisa esperando encontrarse a sí misma en el viaje, así como inspiración. Su viaje toma un giro inesperado cuando ambas conocen a Juan Antonio (Javier Bardem), un pintor que las aborda sin mayores preámbulos y les propone tener una aventura sexual en Toledo. Vicky, por supuesto, acaba indignada por la propuesta, mientras Cristina no lo piensa dos veces y acepta. Al final, Vicky también la acaba acompañando y lo gracioso –y muy predecible- será ver el camino que tomarán las cosas, en especial, cuando la desequilibrada e inestable ex esposa de Juan (Penélope Cruz) aparezca en el escenario.

La película no es fallida, pero si es un trabajo menor de Woody Allen. Soy un ferviente seguidor de su cine y libros, pero debo admitir que su primer película ambientada en España me dejó esperando más. Hay ocasiones en que no parece un filme de Allen, en especial en las escenas románticas. Qué interesante hubiera sido ver que Allen jugara más con el choque cultural, con un enfoque más hacia el bilingüismo catalán y que, cómo lo hizo en la más reciente Midnight in Paris, explotara más el lado bohemio de Barcelona de una manera divertida. Me gustó cómo Rebeca Hall interpreta una especie de “alter ego” femenino de Woody Allen, y Patricia Clarkson actúa como anfitriona en la que casa donde Vicky y Cristina se hospedan, como siempre con una buena actuación. Aunque el filme tiene algunos momentos divertidos, es el que menos me ha hecho reír en la filmografía de Allen.

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