miércoles, 28 de diciembre de 2011

MISSION: IMPOSSIBLE - GHOST PROTOCOL * * * *


Tom Cruise en otra acrofóbica escena
en "Mission: Impossible - Ghost Protocol".


La franquicia “Mission Impossible” (empezada en el ya lejano 1996 por Brian de Palma), tal vez sea una de las más estables a la fecha. Prácticamente las 4 películas que la conforman han sido éxitos de taquilla, gracias a que son thrillers de espionaje sumamente efectivos, cargados de impresionantes y adrenalínicas escenas de acción, muchas de ellas vertiginosas. Su poderosa estrella protagonista, Tom Cruise, es capaz de atraer audiencias de manera masiva desde su primer día del estreno. En la cuarta película, Mission: Impossible -  Ghost Protocol (2011), a pesar de su título poco imaginativo y algo ridículo, Tom Cruise sigue demostrando que tiene energía de sobra, condición física (a pesar de un constante gesto de cansancio que no lo deja en casi toda la película) y que es capaz de seguir haciendo que nuestra respiración se detenga por algunos minutos en otra escena acrofóbica. Dicha escena está situada en el que es considerado el edificio más alto del mundo, el Burj, en la ciudad de Dubai (2,000 pies de altura).

Lo más curioso, es que ahora el mando en la dirección está a cargo del realizador menos esperado, Brad Bird (J J Abrams, director de la anterior película, así como Tom Cruise, son productores), curtido mucho más en el mundo de la animación que otra cosa. Bird puede presumir de haber dirigido joyas como “The Iron Giant”, y películas para la Pixar, como “The Incredibles”, “Ratatuille” y “Up”. Ahora puede presumir de haber dirigido una película “Mission Impossible”, y lo hace de una manera admirable. Bird no sólo ofrece escenas de acción emocionantes (al menos nadie puede quejarse de que el filme no tiene acción), sino también un sentido del humor que no se había visto en las 3 películas anteriores. Esto es, en mayor medida, gracias al actor británico especializado en comedia Simmon Pegg, quien regresa como el nerd pero gracioso especialista en tecnología de punta, Benji. Además, el toque femenino viene ahora en la curvilínea forma de Paula “Precious” Patton.

La historia es muy al estilo de las películas de espionaje de la “Guerra Fría”, sólo que ahora los terroristas son suecos. Los rusos y americanos puede ser que unan fuerzas para detenerlos. Luego de escapar de una prisión en Rusia, Ethan Hunt (Cruise) y su equipo, tienen la misión –si deciden aceptarla- de detener a un terrorista sueco, Hendricks (Michel Nyqvist), quien quiere conseguir los códigos ultrasecretos de unas armas nucleares rusas para atacar E.U. La escena en la que Ethan y Benji logran infiltrarse en el Kremlin es graciosa y muy original (el dispositivo del pasillo para crear la ilusión de perspectiva). Una parte del famoso edificio de Moscú es destruido y colapsa majestuosamente, gracias a la tecnología digital.

El equipo de Ethan es culpado por el hecho, por el que este y sus colegas decidirán probar su inocencia yendo tras Hendricks, desde Dubai hasta Bombay. En tanto, una asesina sumamente letal, Sabina (Léa Seydoux), responsable de la muerte de un agente americano en Budapest, está en medio de la operación, y le  dará varios dolores de cabeza a nuestro equipo. Así, “Ghost Protocol” es puesto en marcha por el presidente, en donde no dará apoyo alguno al equipo IMF.

Ghost Protocol, la película, funciona en muchos niveles. No tiene el toque romántico de las anteriores películas. Ethan no se da mucho tiempo para aquello. Es frío, rápido en la toma de decisiones, border y se siente a cada momento la pesadez emocional por la pérdida -¿o simple ausencia?- de su esposa. Su gesto casi nunca cambia, serio y de mirada concentrada. Jeremy Renner se agrega también al reparto, como un jefe analista del gobierno con un par de ases bajo la manga (su escena suspendido en un túnel de ventilación es también de tenerte  pegado a la butaca). La música es buena y con un sonido muy “The Incredibles” (nada de extrañarse), y el final tiene un par de sorpresas, interesantes, aunque inverosímiles, clásicas de final feliz (Cameo de Ving Rhames incluído). Esto, de todas formas, no demerita el producto en total: una intensa película de acción y espionaje que no se toma en serio a sí misma. ¿Habrá quinta película?

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