

De nuevo, las estadísticas están en contra de Snoopy. Al menos, no le están dejando disfrutar su situación como perro privilegiado con casa. Tiene su lugar dentro de la sociedad, y aún así, ya se siente culpable. En el caso de Snoopy, se puede aplicar muy literalmente el hecho de que tiene un "techo para dormir". Y vaya que sabe usar el techo para dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario