lunes, 30 de noviembre de 2020

SUMMERTIME

Poesía, rap, y hamburguesas.

Las criaturas que pueblan el universo citadino de Summertime, empiezan a recitar poesía impulsivamente, como si un virus poético de pronto los hubiera invadido. Por lo tanto, es muy probable que los aficionados a la poesía disfrutarán mucho de este filme, dirigido por Carlos López Estrada (el director del nuevo filme de Disney, Raya and the Last Dragon, a estrenarse el próximo año), un melodrama-comedia ambientado en las calles de Los Angeles. La película tiene mucho sabor urbano, plagada de personajes variopintos, y el estilo narrativo de López Estrada parece emular el de un musical. Y aunque Summertime no es en sí un musical en toda la extensión de la palabra, hay una que otra canción dentro de la película. Si hay algo por lo que destaca el filme, es por el gran dinamismo en la narración de sus múltiples historias, las cuales poco a poco se van relacionando una con otra. Los personajes, caminando por esquinas y aceras, entrando y saliendo de locales, de librerías de segunda mano y restaurantes, irán coincidiendo uno con otro. 

Por ejemplo, la historia que abre el filme, es la de un chico negro de enorme afro (parece sacado del Studio 54), quien será el hilo conductor de las historias, cuyo problema es el no poder encontrar un lugar en donde le sirvan una buena hamburguesa de queso con papas. Luego de ponerse insoportable con la mesera de un restaurante al no traerle lo que desea, el tipo explotará en furia recitando un poema sobre la situación. Si bien Summertime destaca por su dinamismo, edición ágil, frescura, espontaneidad (ese número musical con un baile a mitad de la calle, con sabor latino y bailarinas con vestidos rojos, como si trataran de emular algún número musical de West Side Story), y humor (los raperos en la calle buscando poder grabar, o el graffitero mexicano que busca pintar y dejar su marca en toda pared que se le pone enfrente), llega a sentirse algo disparejo. Hay una que otra historia que no funciona al mismo nivel, o se siente que sale sobrando (la de la chica obsesionada con su ex novio, por ejemplo). Por fortuna, la mayoría de las historias funcionan, en donde hay una que nos toma por sorpresa por su fuerza: la de la chica negra con sobre peso y no muy agraciada, que se cobrará una muy poética venganza en contra de su ex novio. O aquella otra historia dentro del muy extraño restaurante de hamburguesas chinas (o eso creo que son), en donde el gerente y sus empleados se vuelven locos con las quejas de los clientes inconformes; o aquella del chofer de limosina de origen latino, que recita un poema junto a algunos de los personajes, frente a fuegos artificiales y a un paisaje nocturno de la ciudad. Summertime te dejará con ganas de salir a la calle a recitar poemas. ⭐⭐⭐1/2

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