jueves, 6 de septiembre de 2012

THE RUM DIARY * * 1/2


MIEDO Y ASCO EN EL CARIBE. Johnny Depp se mete nuevamente en la piel de
Hunter S. Thompson.

El proyecto comenzó de una manera extraña y muy simple. Johnny Depp, amiguísimo, más que hermano, casi compadre, del icónico representante del periodismo "gonzo", Hunter S. Thompson, encontró unos manuscritos de una novela del escritor, escrita por 1959. Nunca había sido publicada, por lo que Depp decidió homenajear a su fallecido amigo adaptando la novela al cine. Para la dirección, Depp decidió reclutar a Bruce Robinson, luego de ver su película Withnail & I (1987), con el inconveniente de que el realizador no estaba muy interesado en volver a dirigir. Como sea, de alguna manera lo convenció (dineros de por medio, quizás) y el resultado es The Rum Diary (2011). La película es un recuento de las primeras aventuras periodísticas de Thompson en Puerto Rico, en 1960, cuando este aspiraba a convertirse en novelista. Depp interpreta al alterego de Thompson, Kemp, quien llega a la políticamente tribulada isla para empezar a trabajar en un periódico norteamericano local, escribiendo los horóscopos.

Es notorio que la película es como una pieza de porcelana reconstruída, pieza por pieza, con una que otra faltante. Sus bases son simples ideas encajonadas y empaquetadas, desempolvadas del olvido, muy entusiásticamente, sin duda, pero con resultados poco interesantes. La película tiene momentos graciosos (la persecución que comienza en el "Café Cabrones" y que termina en un pseudojuicio, entre vómitos y confusiones). Cualquier novela de Thompson trata de tres cosas: periodismo, alcohol y drogas. Fuera de eso, la historia es como "The Hangover" para intelectuales. Kemp hace amistad con el fotógrafo del periódico, Sala (Michael Rispoli, quien suena como el primo-hermano de Danny DeVito), quien luego de invitarlo a vivir en su pocilgoso apartamento, le enseñará la isla y andarán de aventura en aventura. Kemp descubrirá en sus recorridos la otra cara de la isla, la menos turística, la de la pobreza, peleas de gallos con apuestas, carnavales, magia budú (ese otro episodio del hechicero hermafrodita también tiene su tono cómico) y, por supuesto, drogas alucinógenas. ¿Para qué propósito, al menos, dramático? Para ninguno.

Johnny Depp es uno de mis favoritos, pero aquí suena y se ve como el capitán Jack Sparrow con nuevo look y corte de pelo. Tiene que quitarse ese encasillante tono de encima. La banda sonora es muy disfrutable, empezando por escuchar a Dean Martin cantar "Volare" en la secuencia de créditos. Sin embargo, siendo sincero, me pareció superior Fear and Loathing in Las Vegas (1998), adaptación que hizo Terry Gilliam de esa otra famosa novela de Thompson. Por ejemplo, la secuencia alucinógena, con la lengua serpenteando en el aire, está bastante mala y simplona. Nada relacionado con la delirante visión de Terry Gilliam en aquella película. En su camino, Kemp conoce a una preciosa chica (Amber Heard), novia de un capitalista americano (Aaron Eckhart), el cual desea enlistar al periodista en su aventura empresarial, para que promueva un enorme complejo turístico que planea construir en una paradisiaca isla. Richard Jenkins como el jefe de Kemp, y Giovanni Ribisi (otro de mis favoritos que está ya cayendo en lo ridículamente autoparódico) como un decadente periodista neonazi, están pasables y el diseño de producción está bastante decente. El problema, es que esta aventura caribeña, medio existencial, bohemia, que trata de ser una reflexión sobre el oficio del escritor y periodista, se queda a medias en su historia, en sus personajes, en todo lo que a guión se refiere. Recomendable nada más para los seguidores de la obra de Thompson.

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