domingo, 20 de febrero de 2011

COLD SOULS * * * *

Paul Giamatti se somete a un tratamiento de extracción de almas en "Cold Souls".

Un actor del calibre de Paul Giamatti no podría tener un reto más interesante que en Cold Souls (2009). Me refiero a interpretarse a sí mismo. Ya lo hizo John Malkovich brillantemente en “Being John Malkovich”. Es curioso, pero en Cold Souls su realizadora, Sophie Barthes, trata de hacer un ejercicio cinematográfico al estilo Spike Jonze-Charlie Kauffman, con una historia de corte existencialista del tipo “Being John Malkovich”.

Es un deleite ver a Paul Giamatti, incluso, burlarse de sí mismo en muchos momentos. La historia no se sostiene mucho, pero plantea una premisa que tiene mucho de donde explotarse: qué tanto somos alma y qué tanto cuerpo físico. La película juega con una idea vista anteriormente en “Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, con todo y máquinas más cercanas a la ciencia ficción, capaces de jugar con el destino de un ser humano. Aquí, una empresa ofrece un servicio de extracción e intercambio de almas, y Giamatti no tardará en caer en la tentación de hacer uso del servicio, luego de leer un artículo al respecto en la revista “New Yorker”.

Más que abordarse desde un punto de vista serio y profundo, Barthes se aboca a abordar el tema de una manera desenfadada y divertida. En la película, Paul Giamatti se encuentra tratando de sacar adelante la obra teatral “Uncle Vanya”, de Anton Chejov, pero tiene problemas para conectar con su personaje, debido a que se siente deprimido y desencajado.

Cuando se entera de la existencia de la empresa, dirigida por el Dr. Flinstein (David Strathairn), Paul Giamatti se someterá a un tratamiento en el que sólo se le extrae una parte de su alma, para así quitarse de encima la pesadez moral y emocional que lleva a cuestas. Las almas parecen aquí como una colección de rocas, de diferentes tamaños y colores. El alma de Giamatti luce como una haba. Paul no tardará en sentir cierta mejoría, pero a los ojos de su esposa (Emily Watson), el actor empieza a comportarse extraño, a sentir que no es el mismo de siempre.

Suena divertido, y lo es. El asunto no podría tomarse de otra forma, aunque despierta preguntas como: ¿Someterse a un tratamiento así no significaría la muerte? ¿De ser extraída un buen porcentaje de nuestra alma podríamos seguir vivos? El guión, escrito por la misma Barthes, resuelve esta cuestión de una forma genial. Al plantear el hecho de que si nuestra alma –o parte de ella- fuera extraída, seríamos como una especie de seres incapacitados, como vegetales, sin emociones, sentimientos y parte de nuestros talentos desaparecerían. La escena en la que Paul y su esposa se encuentran cenando con unas amistades es hilarante. Paul come como un animal y responde de manera insensible a los problemas que cuentan sus acompañantes.

No todo es perfección en esta compañía. Detrás se encuentra una compleja red de tráfico de almas en Rusia, donde se encuentra una máquina similar (las causas nunca se explican), a la que acuden personas que quieran donar sus almas. La esposa del dueño (Katherin Winnick), una pseudo actriz rusa de telenovelas, está en busqueda del alma de un talentoso actor. Nada exigente, la chica pide el alma de Al Pacino. Cuando una atractiva traficante rusa (Dina Korzun) cometa el grave error de llevarle el alma equivocada (¿Adivina de quién), las cosas se complicarán para todos.

Tanto visual como argumentalmente, Cold Souls tiene un sabor de película de “autor”, como de película de ciencia ficción de los 1970. El diseño de la máquina “extractora de almas” es retro, que luce más cercana a una máquina para sacar tomografías en hospitales. No hay efectos digitales sofisticados, ni mucho menos. La película de Barthes es de ideas, de personajes, más experimental; interesada en actuaciones y en la interacción de los personajes. La película se torna en su segunda mitad (la ambientada en Rusia) solemne, fría y deja algo de su humor inicial. Sin embargo, no deja de valer la pena ver a un Paul Giamatti movido por tormentos actorales que se sienten auténticos.

++En España, "Cold Souls" tan sólo ha sido proyectada en el "Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya" en el 2009. Hasta el momento no ha tenido estreno comercial en cines, ni ha sido editada en DVD. 

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