El Rey ha regresado. |
Con cada película de Godzilla manufacturada en Hollywood (de 1998 a la fecha) se pierde un poco de diversión. Mucho tiene que ver el hecho de que en esta nueva franquicia hollywoodense de "Gojira" (su nombre original en japonés), los efectos especiales tienen un "aplastante" resultado, especialmente para quienes crecimos viendo los filmes originales japoneses. Estos sí eran divertidos, unas joyas del cine serie B, con tipos enfundados en disfraces de monstruos (de cuestionable calidad), cuyo trabajo era caminar sobre maquetas y destruir edificios de utileria. De hecho, Godzilla: King of Monsters (secuela de Godzilla del 2014) está dedicada a Haruo Nakajima, el hombre que se puso el escamoso disfraz de Godzilla durante 12 filmes consecutivos, desde 1954.
No es que menosprecie la buena calidad de los efectos especiales de King of the Monsters, con todo y que en ocasiones el diseño de los monstruos a los que la famosa lagartija gigante de rayos radiactivos tiene que enfrentarse, como Mothra, Rodan, un "demonio de fuego" mexicano que habita en un volcán, y un dragón de tres cabezas llamado King Ghidora (todos tomados de los filmes originales japoneses) no sea tan impresionante como uno esperaría. Visualmente, esta secuela, dirigida por Michael Dougherty (Krampus), es apenas calidad "Furia de Titanes", y tal vez sea ponerse demasiado exigente pedir más que eso. Godzilla 2 es un simple filme palomero serie B, para audiencias no muy exigentes, y sin otra cosa mejor que hacer un domingo por la tarde. Los fans de Godzilla quizás sean los que salgan más decepcionados. Tenemos ahora a un grupo de "eco terroristas", que buscan despertar a todos los monstruos de la Tierra (uno de ellos vive en México), para que funcionen como "depredadores" de los humanos, causantes del deterioro y el desequilibrio del planeta. Una extraña máquina llamada ORCA, diseñada por la organización Monarch, integrada por un equipo de cripto-zoologos, genera ondas electromagnéticas para comunicarse con los monstruos, ya sea para controlarlos, o para desatar su furia. Sin embargo, las cosas se complican cuando una de sus científicas (Vera Farmiga) es secuestrada por los terroristas junto a su hija (Millie Bobby Brown, cuyo personaje que interpreta en Stranger Things no dejará de venir a la mente de quienes seguimos dicho programa de Netflix).
No es la secuela que merecía el "Rey de los Monstruos". Quien se anime a verla, que sea por el gusto de ver una hueca y superficial "monster movie", con monstruos arrasando ciudades, destruyendo aviones, aplastando edificios, y luchando entre sí (¿no son todas estas pelis así?). Lo malo, es que Gojira, la verdadera estrella, sale poco menos de 30 minutos en pantalla (de las 2 horas y 11 minutos que dura el filme), así como el hecho de que hay muchos personajes, y ninguno de ellos lo suficientemente interesante. No pude evitar al final sentirme algo aburrido, y las buenas "monster movies" no se supone que te hagan bostezar. Ken Watanabe está de regreso, y se agrega Ziyi Zhang, para darle más sabor "asiático" al asunto, junto a Kyle Chandler, como un experto en comunicación animal. Todos ellos están bien, aunque es una lástima que grandes actores, como Charles Dance, David Strathairn, y Sally Hawkins se sientan muy desperdiciados. Para hacer más decepcionante el asunto, México quedó reducido en el filme a una ficticia "Isla de Mara", con un volcán (no es el "Popo") donde vive Rodan, y escenas caóticas con montones de extras corriendo llenos de pánico. Bueno, una excusa para que los que trabajaron en el Centro Histórico vayan a ver la película y se busquen en la multitud.
⭐️⭐️1/2
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