viernes, 14 de diciembre de 2007
EN CARTELERA: 1408 * * * *
El trauma de Mike es la muerte de su hija, con la imagen de sus últimos minutos clavados en la mente. Mike se encuentra escribiendo su nueva novela, y para inspirarse decide hospedarse en un hotel, donde se cree que la habitación 1408 está maldita y ocurren fenómenos paranormales, por lo que ningún huésped desea ocuparla. Tal información le es proporcionada por el mefistofélico recepcionista en turno (Samuel L. Jackson), y a pesar de la advertencia, el escritor decide tomar la llave de la habitación para probar que no son más que habladurías.
El realizador sueco Mikael Hafström, en su segundo largometraje en Hollywood, demuestra una gran habilidad para mantener el filme intacto en el suspenso que va creando, en una trama que transcurre la mayor parte del tiempo dentro de la mentada habitación, que pronto se convertirá en una trampa en la que Mike se quedará encerrado. El tiempo para el escéptico Mike parecerá ser eterno dentro de la habitación, de horas y horas, en las que intentará salir por dónde pueda. Incluso tratará de pedir ayuda a su esposa, de quien se encuentra separado desde la muerte de su hija, a través de su laptop y una cámara web.
El asunto parecerá como un relato alargado de la teleserie The Twilight Zone, pero si algo demuestra Hafström es cómo se puede crear un ambiente escalofriante con pocos recursos, un mínimo de personajes y la construcción de un buen suspenso psicológico, en el que no sabemos si todo es obra de la delirante mente de Mike, o si en verdad es atacado por espíritus chocarreros dentro de la habitación embrujada.
Es evidente que por encima de los sustos que se llevará Mike, nos encontramos frente a un personaje en camino a reconciliarse consigo mismo y con su pasado, luego de pasar por duras pruebasm en las que o casi se ahoga, o casi acaba congelado. En ese sentido, el desempeño de John Cusack, un actor casi siempre desperdiciado, es notable en la desesperación que sabe transmitir, como el conejillo de indias de una fuerza obscura que busca darle una lección.
EN CARTELERA: ALL THE INVISIBLE CHILDREN * * * 1/2
++ La película pudo verse en el pasado Festival de Cine de Sevilla 2006.
BARTON FINK * * * * *
John Turturro y John Goodman. |
CINE ANIMADO: SHARK TALE * * 1/2
Shark Tale puede verse como una especie de respuesta obvia de la Dreamworks a Finding Nemo (Andrew Stanton y Lee Unkrich, 2003), magistral producción de la Pixar, pero una respuesta distorsionada y, sobre todo, mal asimilada. Eran tan parecidos los tiburones mafiosos del filme de Shark Tale a los geniales tiburones de Finding Nemo, estos últimos asistiendo a sesiones terapéuticas para quitarse las ganas de comer peces, que las comparaciones fueron inevitables. En lo personal, prefiero mil veces más el filme de la Pixar, al churro que terminó siendo Shark Tale, sobre el cual pesó más su atractivo elenco de voces, entre los que se podían contar a Robert De Niro, e incluso a Martin Scorsese.
La película de la Dreamworks, dirigida por Bibo Bergeron, Vicky Jenson y Rob Letterman, tenía también el tema paternal como punto central en sus dos tramas paralelas, que acababan cruzándose. Primero, teníamos a un colorido pez, Oscar (voz de Will Smith), empleado en un negocio de lava-ballenas, que ya está cansado de hacer nada más por seguir los pasos de su padre, quien toda su vida fue un lava-ballenas. Luego, un tiburón inocente y bienintencionado, Lenny (voz de Jack Black), hijo del capo mafioso Don Lino (De Niro), sufre porque su padre no acepta el hecho de que es vegetariano y le asquea el simple hecho de tener un pez en la boca, al grado de causarle un trauma por sentirse rechazado.
Por azares del destino, las vidas de Oscar y Lenny se cruzarán, cuando el hijo de Don Lino, Frankie (voz de Michael Imperioli), muera accidentalmente mientras persigue a Oscar, pero se formará un tremendo malentendido cuando algunos testigos crean que el pececillo mató a Frankie, por lo que empezará a ser conocido como el Mata Tiburones. Claro, Don Lino buscará venganza, mientras Oscar se aprovechará del malentendido para hacerse famoso, situación que le causará problemas con su amiga enamorada (voz de Renée Zelweger), por la admiración que despierta en una atractiva pececita (voz de Angelina Jolie).
El subtexto está más que claro: debajo de la condición vegetariana de Lenny y del rechazo de su padre, se encuentra la referencia al padre machista que no acepta a su hijo homosexual. En el trayecto, veremos los grandes esfuerzos que hará Lenny para conseguir el cariño y aceptación de Don Lino, con la ayuda de Oscar, formando así la típica pareja amistosa de una buddy-movie a la que le cuesta mucho trabajo lucir, en un filme caótico, con unos gags graciosos y otros no tanto, y saturada de personajes, algunos estereotipados, como esas medusas jamaicanas.
DVD: HEAVEN * * * * *
La policia captura a Phillipa, y Fillipo fungirá como su traductor durante los interrogatorios a los que será sometida, aunque acabará enamorado de ella por lo que decide arriesgarse a ayudarle a escapar, convirtiéndose en prófugos de la policia, que los buscará por media Italia.
Tykwer lleva a cabo un ejercicio de estilo admirable, en su intento por realizar un filme lo más cercano posible al que quizás Kieslowski hubiera producido, por ejemplo, en el manejo del color. Al igual que en la trilogía kieslowskiana, en Heaven será el blanco y el azul los dos colores que predominen en el vestuario y los escenarios. Además, Heaven es una interpretación particular del cine de Kieslowsky y sus temáticas: la justicia por propia mano, el desencanto por las instituciones corruptas, etc. En un principio, lo que parecía iba a ser un thriller policiaco, se convertirá en un tranquilo relato romántico en el giro crucial que toma el filme con el romance que surge entre Phillipa y Fillipo.
miércoles, 12 de diciembre de 2007
DVD: THE DARK CRYSTAL * * * * *
The Dark Crystal fue un proyecto complejo y enorme, al estar protagonizada por marionetas, mientras otros personajes estaban hechos con sofisticadas máquinas de tecnología hidráulica, manejadas por varios “titiriteros”, cada uno ocupado en el movimiento de alguna extremidad. El relato se notaba inspirado en historias fantásticas como El Señor de los Anillos de Tolkien, ambientada en otro mundo, sobre la clásica confrontación entre el bien y el mal, la luz y la obscuridad. Su protagonista, Jen (voz de Stephen Garlic), un gelfling (especie de elfo), huérfano y según parece el último de su especie, estaba predestinado a llevar a cabo una misión peligrosa y cumplir una profecía antigua: antes de que los tres soles de este universo se agrupen en una milenaria conjunción, debe restaurar el Cristal Obscuro, buscando un fragmento perdido, guiado por las instrucciones de su moribundo maestro, líder de los “buenos” Místicos, criaturas pacíficas de seis brazos, larga cola y que parecen budistas de otro mundo.
El Cristal Obscuro se encuentra bajo el poder de los malvados y horrendos Skeksis, criaturas con cabezas de pajarracos, dentro de su castillo, cuyo emperador también está muriendo y temen que su raza sea exterminada por un gelfling, que según la profecía llegará al castillo a restaurar el cristal. Una vez elegido a su nuevo emperador, los Skeksis enviarán a unas cucarachas gigantes y metálicas a buscar a Jen para matarlo y evitar que cumpla su misión. Mientras, el Chambelán (voz de Barry Dennen), un Skeksi desterrado, iniciará su propia búsqueda para intentar redimirse ante el emperador.
Dirigida por Jim Henson junto a Frank Oz (quien manejara y diera voz a Yoda en la primera trilogía de Star Wars), The Dark Crystal es un filme que, en esta época de grandes avances técnicos y digitales en el cine, no deja de impresionar. Esa apariencia tan artesanal y sofisticada al mismo tiempo de las criaturas de Henson, no ha podido ser igualada por alguna animación digital hasta la fecha. Muchos de los monstruos y personajes creados por el taller de Jim Henson, pueden llegar a verse más convincentes que unos generados digitalmente.
The Dark Crystal es un magistral trabajo cuidado al detalle en todos sus escenarios, por ejemplo, esa jungla con sus animales e insectos a donde llega Jen, y descubre que no es el único gelfling vivo al encontrarse con Kyra (voz de Lisa Maxwell), una chica gelfling que lo acompañara en su aventura, junto a su mascota, Fizzgig, una bola peluda con cola y colmillos.
Por más que fueran marionetas, los personajes de The Dark Crystal tenían su personalidad cuidada y bien construida. Los Skeksis llegaban a ser en verdad detestables, los Místicos transmitían paz y sabiduría, Jen nos envolvía con toda su confusión y temor respecto a su importante trabajo de salvar al mundo, Kyra era una sensible y al mismo tiempo fuerte amante de los animales, etc., y contaba con escenas inquietantes y con acción, en los ataques de las cucarachas gigantes, o ese viaje de Jen y Kira sobre los “zancudos”, elevándose la cinta por encima de cualquier ñoñería infantil. Con seguridad, la obra maestra de Jim Henson.
CINESPAÑA: TRASTORNO * * * 1/2
La trama se desarrolla totalmente dentro de la residencia, a la que llegará Elena (Ingrid Rubio), acompañada de su novio, para pasar unos días. Todo irá marchando bien, la convivencia es relajada entre ambas parejas, hasta que Elena empieza a mostrar un comportamiento extraño, se pone agresiva con el novio y sarcástica con su cuñado, se desmayará sin causa aparente, dirá vulgaridades frente a su hermana, Natalia (Nimri), una chica tranquila, quien con su mirada de preocupación nos dice que hay algo mal con Elena.
Pero su mayor error será que callará, seguirá como si nada y aparentará que todo está bien. Elena no tardará en revelarle a Natalia que también está embarazada, aunque a estas alturas es claro que aquella siente envidia por la acomodada y feliz vida de su hermana, por lo que el cambio de personalidad será más drástico, acompañado de pesadillas, delirios, que amenaza con tornarse peligroso y sangriento para los habitantes de la casa. Natalia tiene respuestas sobre el origen de los trastornos de Elena, pero necesitará más que eso para sobrevivir, con todo y su embarazo, a su lunática hermana.
Escrita por el mismo Cámara, Trastorno es un claro ejemplo de cómo un buen trabajo se puede arruinar por un final precipitado y mal planeado. Tenemos un cuidado trabajo de realización de Cámara, con una fotografía de luces suaves a cargo de Daniel Aranyó, una buena construcción del suspenso psicológico y una idea argumental en la que sabe aprovechar la vulnerabilidad de una mujer embarazada, que debe sobrevivir encerrada en su espaciosa casa a los instintos asesinos de su hermana.
Hasta ahí la película es un muy visible filme de suspenso, que a pesar de ser entretenido como para palomear un rato por la noche (apenas dura hora y 20 minutos), no escatima en hacer una interesante descripción psicológica de sus mujeres protagónicas, acorde al bien aprovechado escenario (ese cuarto del bebé en la última planta de la casa). La actuación de Ingrid Rubio es bastante lograda, en un personaje que pudo haber caído en el mayor de los ridículos de no haber sido bien dirigida por Cámara, mientras la guapa Najwa Nimri sabe reflejar desesperación y fragilidad al mismo tiempo y sin muchos problemas.
lunes, 10 de diciembre de 2007
CINE ANIMADO: SURF'S UP * * * 1/2
Si hay algo nuevo en Surf’s Up, dirigida por Ash Brannon (director de Toy Story 2) y Chris Buck (director de la cinta animada Tarzan/1999, de la Disney) es que la trama no está ambientada en el polo sur, hogar de los pingüinos, sino en una soleada playa de la isla Pen Gu, en donde viven relajada y despreocupadamente muchos pingüinos surfistas, preparándose para participar en una famosa competencia. Ahí llegará un joven pingüino, Cody (voz de Shia LaBeauf), para probar sus habilidades como surfista, inspirado por su gran ídolo, Big Z (voz de Jeff Bridges), de los más grandes pingüinos surfistas que hayan desafiado a las olas, y que desapareció del panorama sin que nadie sepa qué fue de él.
Olvidé decir, que el formato en el que está narrada la historia de Cody es el de un documental deportivo, todo en tono paródico con imágenes “de archivo” de Big Z en sus mejores años, entrevistas a la madre y hermano de Cody (su padre fue devorado por una orca), confesiones del mismo Cody respondiendo sobre sus miedos e ilusiones, que se pueden resumir en una sola: ser algún día como Big Z. Acompañado por un pollo, Joe (voz de Jon Heder), Cody llegará a la playa para ver que las olas del polo sur donde practicaba, no son nada comparadas con los verdaderos tsunamis a los que se enfrentará en la competencia, sin mucho éxito al principio. Auxiliado por una atractiva pingüinita salvavidas, Lany (voz de Zooey Deschanel), Cody entrará en contacto con un gordo y flojazo pingüino, Geek, quien tal vez pueda ayudarlo a entrenar para la etapa más dura de la competencia.
Si bien no estamos ante una gran historia (la clásica trama del maestro experimentado, que adopta un alumno talentoso pero inmaduro), la película es un buen derroche de parafernalia técnica. En primer lugar, vale destacar aspectos estupendos del filme, como el mar y las olas, muy reales y cuidados hasta el mínimo detalle (la espuma y los brillos del agua), y en segundo lugar está la manera tan realista de generar movimientos de cámara al estilo de una inquieta cámara documental, logro técnico de los realizadores, quienes precisamente crearon una cámara portátil especial para conseguir esos movimientos nerviosos en pantalla.
Sin embargo, es una pena que lo que se logra en técnica en Surf’s Up, no sea igual para el guión, escrito por Don Rhymer, Ash Brannon, Chris Buck y Christopher Jenkins, ya que tenemos en sí una película no muy divertida y sin gags memorables, sin personajes que nos atrapen. Ni la subtrama de Joe el Pollo y su encuentro con unos pingüinos “caníbales” en la isla, es lo suficiente graciosa. En resumen, Surf’s Up es una cinta que luce más preocupada por su aspecto técnico que por su historia, además de ser de lo más dispareja. Creo que uno de los personajes más interesantes acaba siendo Joe, ya que si hay una lección que deberá aprender Cody es a relajarse y no tomarse muy en serio, cosa que lleva a la perfección el despreocupado pollo.
DVD: LE PLACARD * * * 1/2
Una noche, a Pignon le pasará por la cabeza poner fin a sus días, hasta que conozca a su vecino nuevo (Michel Aumont), psicólogo empresarial retirado y que, al enterarse de las desgracias de Pignon, le aconseja poner en práctica una estrategia fuera de lo común: fingir ser homosexual ante sus jefes, para evitar ser despedido. Félix (un gordazo Gérard Depardieu), uno de los ejecutivos, "macho” hasta la médula, tratará de ganarse la simpatía de Pignon, debido a que su machismo homofóbico ha puesto en riesgo su trabajo en la empresa. Lo que seguirá después serán una serie de enredos y situaciones cómicas, las cuales, aunque riesgosas, beneficiarán personalmente a Pignon.
El Clóset, escrita por el mismo Francis Veber, refleja en tono de comedia los problemas sobre la invasión a la privacidad, los prejuicios morales y sexuales; las injusticias laborales debido a las preferencias sexuales. En ese sentido, el diseño de arte a cargo de Hugues Tissandier, tiene aspectos interesantes: las claras referencias al color azul, dominante en las instalaciones de la empresa (una fábrica de condones), como referencia la masculinidad, tener vidrios como paredes en todas las oficinas, ilustrando así el rompimiento de la privacidad.
Gérard Depardieu, como siempre, está excelente, aunque la mancuerna actoral que forma con Auteuil no llega a soldar del todo; no brillan juntos como deberían, justo cuando el filme se quiere transformar en una buddy-movie, en el giro que tiene el personaje de Santini.
El tono de crítica de El Clóset, en resumidas cuentas, habla también de cómo se vive en un estado de hipocresía en el trabajo, queriendo perjudicar al de a lado, con chismes o lo que sea. La película irónicamente lo representa en esas clásicas fotografías de grupo, que se toman al principio y al final de la misma, con todos los empleados muy “sonrientes” y "contentos" de trabajar juntos. Será que la película enseña que las apariencias engañan.