viernes, 3 de mayo de 2024

ROAD HOUSE

SI TE MIRA ASÍ, YA ESTÁS FUERA.   Jake Gyllenhal
 

 ¿Qué sería de los remakes si no se hicieran elevados a la tercera o cuarta potencia? Muchos los pasarían de largo, con seguridad. Le toca el turno ahora a Road House, uno de los clásicos filmes de Patrick Swayze, de 1989, protagonizado ahora por un Jake Gyllenhal al 15 por ciento de grasa corporal (y eso es poco más que simplemente estar marcado), y definitivamente más rudo, sin mucha de la clase, porte, personalidad, e imperturbable estado zen que caracterizaban al primero en el filme original.

No exagero si digo que el nuevo saca borrachos y saca pleiteros de bar de mediana categoria, cuyo nombre también es Dalton, es ahora una mezcla de Jack Reacher, del Sherlock Holmes de Robert Downey Jr. (en su faceta de peleador), y algo también del Van Damme de Lionheart. De Jack Reacher (y me refiero al que interpreta Tom Cruise), hay una escena en esta nueva Road House, dirigida por Doug Liman (Edge of Tomorrow), en donde Dalton saca a un grupito de pandilleros del bar en donde trabaja, cuyo nombre le da título al filme. Afuera, con toda la calma y serenidad del mundo al estilo Reacher, les advierte que deberían mejor irse para no salir lastimados. Y no sólo eso, en un despliegue de caballerosidad y decencia, les pregunta si hay un hospital cercano, pero no para él... ¡sino para ellos! ¡Es en serio, ni el Dalton de Swayze hacía eso en el filme original!

La verdad sea dicha, el filme original no era nada notable, una especie de western modernizado con la clásica premisa del forastero recién llegado a un pueblo para tratar de empezar de cero. Dalton es atraído por la oferta de ser el nuevo saca borrachos que intentará poner orden y disciplina en el Road House, con su propio método y técnica, que puede resumirse en unas palabras: No usar la violencia, a menos que la amabilidad y las buenas maneras no funcionen. El Dalton versión 2024 no se molestará en darles un cursito express a sus subordinados, sino que, sobre la marcha, les irá dando uno que otro tip.

Todo va bien, hasta que Dalton empieza a tener sus roces con los villanos de Florida Keys (escenario a donde la historia se ha trasladado), que harán su trabajo todavía más difícil al llegar al bar a provocar y buscar problemas. Como la película del 89, esta nueva versión es para pasar el rato, y si aquella fue un clásico vehículo de lucimiento para Swayze, lo mismo puede decirse de este remake, en donde Gyllenhaal presume six pack y pectorales. ¿Que también sabe dar golpes? Bueno, eso ya lo sabíamos.

De alguna manera, esta Road House trata de conservar las mismas ideas y espíritu de la primera película, con los cambios de rigor, por supuesto, y uno que otro personaje añadido, como una chica adolescente parlanchina y con carisma, hija del dueño de una tienda de libros, con quien Dalton forja una amistad. El cambio de escenario no le viene tan mal al filme, la excusa perfecta para llevar a nuestro héroe a recibir más golpes del destino, y enfrentar a traficantes de drogas, cocodrilos, y escaparse a un paraje secreto con el interés amoroso de rigor. Al respecto, tal vez la portuguesa Daniela Melchior no tenga el mismo sex appeal y personalidad de Kelly Lynch (actriz en el filme del 89), pero se desempeña bien en su papel de joven y bella doctora.

Gyllenhaal hace bien su papel, con todo y el sacrificio y preparación física que debió haber involucrado (¿dieta baja en carbohidratos? Sin duda). El personaje lleva arrastrando un trauma que no lo deja dormir ni estar en paz, y al parecer, la idea de Liman y los productores fue hacer un filme más violento y con peleas más espectaculares; con más dolor y destrucción. Ah, y por supuesto, si la cosa era hacer todo aumentado también hay más música, con más bandas tratando de tocar algo en el escenario detrás de una alambrada de gallinero, y esquivando botellas voladoras.

Los cambios que muchos fans del primer filme tal vez no reciban con mucho gusto, es que aquí Wade, el mejor amigo de Dalton en el primer filme (interpretado por Sam Elliot), brilla por su ausencia. Además, los villanos rayan por completo en lo caricaturezco, unos traficantes de drogas encabezados por un jefe ahora más joven que el del primer filme, interpretado por Billy Magnussen. Siempre he creído que Magnussen tiene un tipo hecho para estos papeles, el tipo que, de sólo de verlo, irradia esa cualidad de ser el típico idiota dedicado a hacer la vida de cuadros a todo mundo. A Conor McGregor, peleador de artes marciales mixtas en la vida real, le dieron el papel del Goliat en la historia. De actor no tiene nada. Liman seguro le dijo: "Ponte frente a la cámara, haz lo tuyo, sé tú mismo, y no te preocupes por lo demás". Y es exactamente lo que hace el irlandés, incluído el derrochar carisma celta hasta la exageración cada segundo.

En resumen, Road House vale la pena para quienes gusten de filmes en donde halla peleas y puñetazos casi cada 10 minutos, sin una historia que requiera un gran esfuerzo neuronal para seguirla. Ahora, quienes vimos el flime original, tal vez al inicio nos cueste trabajo ponerle al personaje de Swayze el rostro de Gyllenhall, pero con el tiempo uno empieza a bailar al son del nuevo tono del filme.
Ambos filmes están disponibles en Prime.

PAPÁ O MAMÁ

CON PADRES ASÍ, MEJOR... Mauricio Ochmann y Silvia Navarro.
 

¿Qué le pasó a Ernesto Contreras? Sí, el director de Párpados Azules, Sueño en otro idioma, entre otras...mejores películas que ésta. Muchos se preguntan lo mismo en Letterboxd. No sé si luego reseñe este bodrio de forma más extensa, pero es suficiente decir, por ahora, que esta es otra de esas "joyas" protagonizadas por Mauricio Ochmann, quien podrá interpretar a un médico (como aquí) o a un monje budista, el caso es que el tipo siempre actuará igual, sin ofrecer nada nuevo. 
 
Papá o Mamá es un filme repelente, una historia de divorcios con un giro inusual: aquí los padres no se pelean la custodia de los hijos, sino que, al conrario, se la echan uno al otro, por estar en momentos importantes en sus carreras. Así es, sus hijos les estorban. ¿Ya sientes que los odias? Yo lo hice, y casi toda la película. Pero lo peor, es que no hay nada en la historia que haga graciosa esta premisa. ¿Y los hijos? Ni reaccionan, ni se dan cuenta de lo que pasa en una guerra que se declaran su papá (Ochmann) y mamá (Silvia Navarro). ¿Son o se hacen? Quién sabe. Y ya que pregunto ésto ¿hay abuelos aquí que actúen de mediadores? ¡No los hay! Tal vez los haya en el filme original francés, del cual esta película es un refrito. Como sea, el caso es que no me creí más de la mitad de lo que vi. En fin, dije que no me iba a extender, y miren. Con padres así,...

CONFESIONES

Claudia Ramírez en la nueva película de Carrera.
 

Prometía, sobretodo con Carlos Carrera en la dirección. Sin embargo, va a mi lista de lo peor del 2023. Para empezar, el diseño de su póster te revela la identidad del malo del filme. Luego, en una trama que involucra el secuestro de una niña, tenemos a una mamá (Claudia Ramírez) que ...¡jamás llora una sola lágrima desde que se entera de la noticia! Tampoco lo harán ni el papá, ni el hijo mayor (bueno, el papá llora, pero lo hará por otras razones). Es absurdo todo lo que sucede con la mamá, como en toda la secuencia del vagabundo, la cual es completamente ridícula. Y la cosa se pone más ridícula, cuando el único que termina llorando lágrimas auténticas al final...¡es el malo de la historia! Quizás luego la reseñe más ampliamente. Disponible en Max.

viernes, 29 de marzo de 2024

SOUND OF FREEDOM

Jim Caviezel (derecha)
 

Es más la controversia y escándalo a su alrededor que lo que realmente es esta película. Que si su productor, Eduardo Verástegui, la hizo para financiar su campaña presidencial en México; que si el héroe, Tim Ballard (Jim Caviezel), es un fraude y, en realidad, hizo la mitad o menos de lo presentado en el filme; que si Verástegui le organizó una función privada a Trump; que si el filme respalda las teorías conspiratorias del QAnon (a las que el mesiánico Caviezel, aparentemente, es adepto); que si su éxito en taquilla fue producto de compras masivas de boletos en linea, y no por asistentes reales a las salas; o que un "patrocinador" del filme estuvo involucradro en un caso de secuestro y tráfico de infantes, tema que el filme intenta denunciar y condenar.

En realidad, la película, sin ser nada extraordinario, es una muy básica historia de secuestros y rescates, con un héroe blanco llevando a cabo una misión de rescate digna de Rambo, pero sin armas de por medio. Ah, claro, también es sobre paternidades irresponsables, que dejan a sus hijos a merced del primer extraño que se les pone enfrente. Dirigida por Alejandro Monteverde, la película me recordó uno que otro thriller televisivo de Lifetime, como aquel sobre robo y tráfico de bebés (protagonizado por Kristie Alley), Baby Sellers, pero con algo más de producción. Al final, Sound es tán básica como iluminar con números. Las actuaciones están aceptables, pero Mira Sorvino tiene apenas 2 o 3 palabras que decir, y Gustavo Sánchez Parra sale haciendo caras locas todo el tiempo, mientras que unos paramilitares, supuestamente colombianos, salen borrachos y cantando "Los Caminos de la Vida". ¿Habrá sido así realmente? Para verla si no hay nada mejor que ver.

 Disponible en PrimeVideo.

SEÑORA INFLUENCER

MALAS INFLUENCIAS. Mónica Huarte (pelirroja) como la "señora influencer"
 

Señora Influencer trata de decirte algo sobre la subcultura de los "influencers", esas figuras que son tratadas casi como semidioses/semidiosas sin importar si son personas inteligentes o simplemente idiotas. Su valor radica más en que su número de seguidores alcance la tan preciada letra K, la que representa los miles y miles. Ah, y claro, la película, dirigida por Carlos Santos (Chilangolandia) quiere ser también una historia sobre la frivolidad de las redes sociales cuando son usadas pobremente y mal. Pero como decía al principio, Señora Influencer trata de decirte algo sobre todo eso, pero lo hace con un pobre desarrollo y falta de una buena ejecución narrativa. Sin embargo, lo peor tal vez sea la total falta de credibilidad de la historia. El tema no es nuevo, ya que algo ya habíamos visto en Guerra de Likes, más en tono de comedia, pero igualmente con resultados desafortunados.

Para ser honestos, en comparación me gustó más Chilangolandia, el primer filme del realizador. De hecho, no hace falta decir que Señora Influencer también quiere ser una comedia, y al respecto me parece que hubo controversias sobre cómo, en su estreno en cines, la película se quiso "vender" más como comedia, cuando, en realidad, no lo es tanto. Al menos a mí no me pareció muy graciosa. En realidad, para quien esto escribe, el filme es una caótica mezcla de tonos, entre comedia y melodrama, pero que de pronto, justo a la mitad, Santos tiene la ocurrencia de meter un evento que le da un giro por completo al asunto, queriendo hacer un filme también de crímenes y suspenso psicológico. En este último aspecto, la película nunca logró atraparme ni convencerme del todo.

Si ven el filme, no hagan gestos extrañados al llegar a esa parte. Toda la justificación la tendrán al final, en forma de flashbacks que nos revelarán eventos dramáticos en el pasado de Fátima, nuestra protagonista, quien evidentemente sufre de algún retraso o problema mental. Fátima trabaja como voluntaria en una escuela, aunque su papá, un director de cine (Leonardo Daniel, en una muy mala actuación, empezando por una inexplicablemente lenta forma de hablar y voz extraña), la tiene casi recluída en casa y sin permiso para tener un teléfono celular. Pero cuando Fátima se haga de un teléfono celular, se convertirá, sin quererlo mucho, en la nueva "influencer" del momento, aunque por todas las razones equivocadas que puede haber.

Decía que el filme no es muy creíble. Para empezar, Mónica Huarte, quien interpreta a Fátima, no se ve exactamente de cuarenta años, la edad del personaje (Huarte tendrá unos 50 años, por lo menos, en la vida real). No le ayuda mucho un primer acto ridículo, en donde se nota sobreactuada. Fátima, quien jamás ha usado un celular en su vida (¿Habrá contratado plan de datos, o lo usará con prepago?) de pronto se convierte en una total experta en Instagram y otras redes, publicando videos, fotos, y todo lo posible para convertirse en presa de "trolls" y todo tipo de acosadores. Fátima se convierte en el hazmerreir de las redes, logrando captar la atención de dos "chicas malas", influencers por supuesto, Sofi y Camila (Macarena García y Diana Carrerio).

Si lo anterior no les pareció muy creíble, esperen la última parte, en donde Señora Influencer se transforma en una historia sádica de venganza que ni a golpes me la creí. ¿En serio, Fátima hace en esa parte todo sola, sin ayuda de nadie, incluyendo conseguir las direcciones sus 4 o 5 "trolls"? Bueno, creo que nada más hay explicación para uno de ellos, pero ¿y los demás? En fin, todo el final termina siendo absurdo y ridículo (¡Esa canción que cantan entre todos, por favor!), siendo además la premisa contradictoria: Nuestra protagonista termina siendo, tal vez, peor que las influencers nefastas. No sé, pero creo que muy inocente no era. Al final, un filme fallido, a pesar de tener una idea que parecía rescatable. 

En PrimeVideo.

martes, 26 de marzo de 2024

THE GREATEST NIGHT IN POP.

Michael Jackson y Bruce Springsteen.
 

Fueron incontables las veces que de niño vi Whe Are the World, el video musical que inspiró este documental. Y quienes pertenezcan a mi generación, podrán recordar cómo, cada mañana de 1985, lo transmitían en cierto canal antes de su programación. Lo que jamás había visto, es el material de archivo que le da cuerpo al filme, incluyendo el detrás de cámaras y el cómo-se-hizo, teniendo como anfitrión en este viaje nostálgico al mundo musical pop a Lionel Richie.

Harry Belafonte y Richie tuvieron la idea de producir el video musical, luego de que el primero se diera cuenta de la terrible hambruna que azotaba a Etiopia durante uno de sus viajes. Para recaudar fondos y ayudar, Belafonte tuvo una idea: tratar de reunir, por una noche -y madrugada-, a varias estrellas del pop musical. Hubo de todo, no nada más estrellas de los 1980, sino que también fueron bienvenidos cantantes de décadas pasadas.

Michael Jackson coescribió el tema junto a Richie y Quincy Jones, productor de la canción. Los invitados a la "fiesta" fueron, entre otros, Cyndi Lauper, Huey Lewis, Kenny Loggins, Kenny Rogers, Billy Joel (el más serio), y leyendas como Bob Dylan (con la sensación de no encajar en el grupo), Tina Turner, Smokey Robinson, Al Jarreau (algo pasado de copas entrada la madrugada), David Byrne, Paul Simon, Bette Midler, y un largo etcétera.

Lo que me tomó desprevenido, fue ver participar a Dan Aykroyd en el coro. Si canta o no es un misterio, pero lo mejor es ver que estuvo ahí con disposición de apoyar. En tanto, las grandes ausencias fueron Madonna (por encontrarse de gira) y Prince les hizo el feo, argumentando alguna fobia a grupos de gente, o espacios cerrados. Al final, el filme es fascinante, no sólo por el hecho de ver a un gigante como Quincy Jones tratar de hacer funcionar a este grupo de voces tan variopinto, sino también por la disposición y altruismo que llevó a muchos de ellos a grabar hasta la mañana siguiente, ininterrumpidamente, para intentar parar el hambre en África y, de paso, dejarnos una de las canciones más icónicas de los 1980.
En Netflix.

viernes, 1 de marzo de 2024

ELEMENTAL

Come on baby, light my fire.
 

En Inside Out, la Pixar hizo que una historia tan abstracta y compleja protagonizada por las emociones humanas funcionara. En Elemental consiguen nuevamente algo muy cercano, teniendo de protagonistas a los 4 elementos: agua, fuego, viento, y tierra. Al respecto, creo que sus realizadores hicieron una elección acertada al elegir el fuego y el agua como los protagonistas principales. Será porque a Peter Sohn, su director, le habrá parecido atractiva la interacción que ambos elementos podrían ofrecer, en una historia romántica con inspiración en Romeo y Julieta, es decir, el amor imposible al pertenecer los involucrados a universos distintos.

Pero Sohn (quién además de haber trabajado en el área de animación de otras películas de Pixar, también ha hecho trabajo de voz en filmes como Ratatuille y Monsters University) quiso imprimir en la historia un poco de su propio ADN, rindiendo con ello un sensible tributo a sus padres, inmigrantes de origen coreano (historia que, de hecho, cuenta en el pequeño documental Good Chemistry: The Story of Elemental, que puede verse en Disney Plus). El padre de Sohn, quien fuera propietario de una tienda de artículos de arte, luchó por sacar adelante a su familia, y para encajar en la cultura occidental de los E.U.

Sin embargo, la trama termina siendo más como su título, elemental. La fogosa -en más de un sentido- historia de amor, protagonizada por una muy flameante chica, Ember (voz de Leah Lewis), con problemas de manejo de la ira (hazla enojar y perder la paciencia, y tendrás un incendio forestal en 3 segundos), y por el acuoso Wade (voz de Mamoudou Athie), un sensible, noble, pero muy llorón sujeto perteneciente al agua, tiene su justa carga emocional y de humor.

En este universo, cada elemento vive en su propia región, dentro de una ciudad en donde tratan de convivir lo mejor posible. Mientras la tierra es representada con personajes de apariencia combinada entre tierra, plantas, y árboles (estos dos últimos resultarán si tienen el más mínimo contacto con el agua), los personajes de viento son nubes gaseosas y, ocacionalmente, también de vapor. Algo que sea propiamente viento no lo hay, algo comprensible, ya que los animadores y diseñadores del filme hubieran tenido que lidiar con personajes invisibles y sin mucho atractivo visual.

El fuego y el agua también tienen sus propias zonas, sin que puedan interactuar mucho por razones obvias. La premisa es muy básica, con el dilema para Ember entre seguir los pasos de su padre, Bernie (voz de Ronnie del Carmen) y heredar el negocio familiar, o tomar un camino diferente. Este camino, sin revelar mucho, tiene que ver con una vocación artística (¿no sucede así siempre?). Para ponerle a Ember las cosas más difíciles, su abuela la morir les hizo prometer siempre unirse con miembros de su propio elemento, es decir, "fuego con fuego".

La zona del fuego es una de inspiración muy bollywoodense. Su concepto me pareció inspirado en filmes de Bollywood, lo cual es acentuado con una banda sonora de Thomas Newman, igualmente, con esa misma inspiración. No hay números musicales, pero sí una paleta de colores naranjas encendidos dominante. En tanto, el universo del agua es, precisamente, azul, con sus personajes maleables y adaptables a cualquier superficie. La familia de Wade tiene una tendencia a llorar por todo. Una escena con la familia incluye un juego, en el que deben hacerse llorar unos a otros. La llorosamente hipersensible personalidad de Wade y su familia terminó desafiando un poco mi paciencia.

Cuidado si los personajes de agua se acercan mucho al fuego, ya que corren el riesgo de acabar hechos vapor, cosa que hará riesgosa, si no imposible, una relación entre Ember y Wade. Además, también chocará mucho el fuerte arraigo de la familia de Ember a sus tradiciones, mientras que la familia de Wade será de mente más liberal.

Visualmente, Elemental es, por el contrario, impresionante. No hubo un momento en las escenas de Ember y familia en el que no acabara distraído, viendo el realismo de sus cuerpos llameantes. Cada color está conseguido, al igual que sus flameantes movimientos. Menos atractivo me resultó el mundo del agua. Pero es justo decir que el realismo acuoso de sus personajes es impactante también, aunque menos interesantes desde el punto de vista dramático.

Al final, con todo y que la originalidad no es precisamente lo que defina a Elemental, lo que destaca es su aproximación y desarrollo. Gracias a eso, llegada su conclusión la trama terminó atrapándome y conmoviéndome, especialmente, por la necedad y persistencia de Wade, sin caer jamás en lo cursi.
En Disney Plus

domingo, 14 de enero de 2024

YOUR CHRISTMAS OR MINE? 2

ASA BUTTERFIELD
 

Your Christmas or Mine? (2022) fue, al menos para quien esto escribe, de los mejores filmes navideños del año pasado. Y esto último considerando que casi nunca la oferta de pelis navideñas, de las que valen la pena ver, es muy vasta. Es de esas comedias románticas de temporada invernal en donde varias cosas se conjuran para hacer que la corriente fluya a su favor, sin necesidad de que aparezca Santa ni haya necesidad de salvarlo; ni de mucha magia, o efectos especiales. Es graciosa, emotiva, y con una calidez peculiar.

Disponible ahora también en Primevideo, llega -con una rapidez que me tomó desprevenido- la secuela. Dado el triunfo de su antecesora, me llené de expectativas y me aventuré de inmediato a verla. Si bien esta segunda parte no cuenta con la misma originalidad, sí cuenta con la misma comicidad desbordante, sobretodo en su primer acto. De ahí, llegando a la mitad, y pasando un poco ya la segunda parte, no es precisamente que el asunto ya no funcione, sino que su ritmo cómico va bajando. Es cuando esta secuela, dirigida también por Jim O'Hanlon, cae en la típica historia de malentendidos y reconciliación, además de uno que otro lugar común en estas comedias, en donde todo un clan familiar viaja fuera de su hogareña zona de comfort decembrina.

Las familias de James (Asa Butterfield) y Hayley (Cora Kirk) deciden pasar juntos la Navidad en los alpes suizos. Luego de abrir con una agitada secuencia en el aeropuerto antes de partir, las cosas no irán precisamente como lo planearon para ambas familias. Aquí no habrán los típicos desacuerdos entre familias, ni rencillas, o discusiones, sino que todo irá más bien dentro de la línea de problemas en la comunicación con los lugareños (hay un personaje que, por más que intenta, no puede darse a entender en alemán con nadie). Pero también habrá dificultades con la fauna local (una cabra), y con el folklor de la región, como la creencia en Krampus en lugar de Santa.

Afortunadamente, todo lo anterior da lugar a situaciones bastante graciosas, hasta que claro, cuando ya las cosas más o menos se "normalizan" en la segunda mitad, todo empieza a moverse dentro de aguas más seguras, sin tanto riesgo como en la primer película. Por ejemplo, no faltará la escena en donde lo británico de los personajes saldrá a relucir, y buscarán lo más cercano a un pub (cosa no muy difícil en Suiza), y aunque la secuencia dentro del bar es divertida, son situaciones que ya hemos visto antes.

Por otro lado, Daniel Mays, quien se robó el primer filme con su personalidad bonachona, aquí su Geoff, el papá de Hayley, me siguió cayendo bien, me arrancó algunas risas, pero me tuvo con ansia por la espera de esa línea o escena memorable y graciosa. Lástima que el protagonismo de Geoff se va perdiendo luego de la escena del pub. La nueva adición al reparto (interpretada por Jane Krakowski), es una especie de gurú y coach de vida, además de ser la nueva y muy joven pareja del papá de James. Fuera de ciertos roces con la familia de Hayley, el personaje no tendrá mayor relevancia sino hasta el final de la película.

Por supuesto, la secuela no podría estar completa sin que nuestra pareja estelar vuelva a tener problemas, como en el primer filme. Lo que salva la historia, es el ver si James y Hayley ahora pasan esta prueba de fuego en su relación, siendo aquí en donde el filme toma un segundo aire y despega. No tiene ahora mucho sentido el título como en la primera parte, pero "¿Tu Navidad o La Mía? 2" vuelve a sobresalir como lo más pasable y visible de esta temporada navideña, post-navideña, y de fin de año.
En PrimeVideo

sábado, 6 de enero de 2024

CANDY CANE LANE

THE CANDY MAN CAN Eddie Murphy y Tracee Ellis Ross
  

 Quienes ya hemos visto Jingle Jangle: A Christmas Journey (2020), película navideño-musical, con un elenco mayormente de actores de color (como Forest Whitetaker), dirán al ver Candy Cane Lane "esos muñequitos digitales como de porcelana ya los vimos en Jingle Jangle". No están del todo equivocados, ya que la idea de los muñequitos en Candy es prácticamente la misma idea tomada de JIngle Jangle. La misma, pero en menor escala. Y no me refiero al tamaño de los muñequitos, sino a la escala de producción, historia, elenco, etc. Candy Cane Lane es el más reciente filme de Eddie Murphy, a quien creo no lo habíamos visto en un filme navideño desde "Trading Places", esta última infinitamente mejor.

Este último intento de Murphy dentro del subgénero de temporada no lo ha favorecido mucho. En primera, porque no es tan gracioso como uno esperaria, desafortunadamente, y en segunda, Candy Cane Lane termina siendo un filme olvidable. El personaje de Murphy, Chris Carver, es un padre de familia al cual le ha pasado lo peor que a cualquier padre podría pasarle en época navideña: ser despedido. Su esposa (Tracee Ellis Ross), por fortuna, podría tener un trabajo, pero eso no calma mucho a Chris.

Sin embargo, la salvación para Chris podría estar en un concurso navideño, en donde la casa mejor adornada de su calle recibirá un cuantioso premio. Por lo tanto, Chris se empeñará en ganar el concurso, especialmente, en ganarle a su vecino, el cual le restriega en la cara siempre que su casa es la mejor decorada.

Está bien, imagino que ya van adivinando cómo va a terminar el asunto. Y no se equivocan, ya que, la verdad ¿qué sería de un filme navideño sin uno o dos milagros de por medio? No hay nada de malo en ello, y en lo personal me gusta ver milagros y mucha magia en estos filmes. Para Chris y su hija, Holly (Madison Thomas), un posible milagro estará en un hallazgo que tendrán a mitad de camino, cuando se topen con una tienda navideña muy mágica y extraña, administrada nada menos que por una asistente de Santa, Pepper (Jillian Bell), según ella una elfo, aunque de elfo no tiene nada.

Mencioné magia y milagros navideños, pero sinceramente el filme, con sus muñequitos de porcelana, una elfo que no parece elfo, y, olvidé mencionar, numerosas aves que en algún momento del filme invaden el vecindario, se siente como algo ya visto y sin mucha gracia. No niego que hay uno que otro momento chistosón (de pronto los muñecos tienen algún chiste gracioso, o Pepper suelta alguna linea graciosa). El problema, es que conforme avanza la trama el filme se torna caótico, especialmente, al llegar el momento del concurso. Es aquí cuando Candy es más caótica y simplona. No digo que el filme no pueda verse, especialmente si hay fans de Eddie Murphy que quieran verlo en modo navideño, antes de que regrese a interpretar a Axel F. en la nueva "Beverly Hills Cop". Candy funciona todavía para estos días post navideños, especialmente por sus efectos visuales, lo único que la salva.
En PrimeVideo.

sábado, 23 de diciembre de 2023

FAMILIA

Maribel Verdú y Daniel Giménez Cacho.
 

 Me gustó infinitamente más el anterior filme de Rodrigo García, Raymond & Ray. Y podría decir lo mismo de Four Good Days, su antepenúltimo filme. Familia, su nueva película, en comparación, es un filme en extremo pasivo, en donde, prácticamente, no pasa nada. De hecho, es de esas historias (si se le puede llamar así, ya que una historia propiamente dicha no hay) que parecen más hechas para un escenario teatral que para la pantalla de cine,... o de la televisión, ya que hace unos días se estrenó en Netflix, luego de una pequeña corrida en cines también.

Sus personajes son en extremo teatrales, con diálogos y diálogos sin interrumpción, en donde el personaje central, Leo (Daniel Giménez Cacho), dueño de una empresa aceitunera, es el patriarca de una enorme familia, padre de tres hijas (interpretadas por Ilse Salas, Cassandra Ciangherotti y Natalia Solián), todas ellas con dilemas y problemas encima, que tienen que ver con infidelidades, promiscuidad, embarazo en una relación lésbica, etc. El papá tiene una relación en extremo conflictiva con una de ellas (la interpretada por Ciangherotti, para ser exactos). Esta hija la lleva con Leo con una actitud en extremo relajada, no lo llama papá, constantemente lo desafia, y tiene siempre la provocación a pedir de boca. Y si a eso agregamos que Leo tiende a ser malhablado y explosivo, el asunto se complica más.

Leo es también abuelo de unos adolescentes que gustan de decir frases en spanglish (por cierto, todos viven cerca de la frontera México-E.U., quizás cerca de Tijuana, Baja California, pero no queda muy claro), y de una niña que aparenta cierta normalidad ante el sin fin de discusiones y tensiones que tienen lugar en el filme. La mayoría de estas ocurren en la enorme escena, casi interminable al punto del tedio, durante esa comida que tienen al aire libre, en donde Leo confesará que ha tomado una decisión crucial que podrá afectar a todos, incluyendo a su muy joven novia española (Maribel Verdú, quien también aparece en Raymond & Ray).

En fin, un reparto multigeneracional de personajes mexicanos de clase pudiente, adinerada, y todos de piel clara (en serio, los únicos personajes de piel obscura son las empleadas domésticas, interpretadas por Jessie Valcin y Ángeles Cruz). Familia tal vez no sea (y estoy seguro de ello) para aquellos que busquen un filme, digamos, con más "acción" y más dinámicas entre personajes, y menos letárgico, como el ver personajes sentados y platicando la mayor parte del tiempo, a pesar de los interesantes temas que plantea y las buenas actuaciones.
En Netflix.

sábado, 25 de noviembre de 2023

MARCEL THE SHELL WITH SHOES ON

 

Marcel, el caracol.

Marcel, protagonista de este falso documental, es un caracolito con un ojo saltarín pegado, y claro, vistiendo zapatos con estilo. De hecho, yo completaría el título agregando "con zapatos y... adorable a más no poder". El mayor logro de este documental, sobre un personaje salido de la imaginación de su director, Dean Fleischer Camp (presentado por primera vez en una serie de 3 cortos animados en 2010), es que, conforme avanzan los minutos del filme, es tremendamente difícil no caer en las arenas movedizas repletas de carisma del pequeño Marcel. Bueno, al menos para quien esto escribe así sucedió.

Antes de ver la película, no sabía en lo absoluto a lo que me iba a enfrentar, viendo continuamente pósters e imágenes de un extraño personaje al que, viendo desde un ángulo u otro, no le encontraba forma ni tenía idea de qué era. Leyendo el título las cosas se iban aclarando. "Está bien, es un caracol, con un ojo saltón y patitas", terminé concluyendo. A primera vista, Marcel parece el tipo de personaje que regularmente podrías encontrarte en películas infantiles, pero al ver la película, nominada este año a Mejor Filme Animado en los Oscares y BAFTAs, te sorprendería ver que la película está lejos de ser un simple filme familiar sobre las aventuras de un caracolito viviente en el mundo de los humanos.

Y son cosa curiosa aquellas nominaciones, ya que la película tiene únicamente un pequeño puñado de personajes animados, todos ellos ubicados dentro de un contexto real. Es decir, no es 100 por ciento un filme de animación. Pero la forma en que ambos mundos, el animado y el real se funden aquí, es verdaderamente sorprendente.

La verdad sea dicha, no hay que juzgar las cosas por su tamaño. Marcel, a pesar de su diminuto tamaño, se roba la película, la abarca totalmente, y si bajas la guardia tal vez te robe el corazón. Este falso documental trata de decirnos quién es realmente Marcel (magnífico trabajo de voz de Jenny Slate), y de dónde proviene. La primera cuestión queda cubierta, aunque la segunda, al final del filme, no tanto. Tal interrogante prevalecerá hasta el final. Marcel y Connie, su mamá (voz de Isabella Rossellini), cuales gnomos habitando un jardín, viven en una enorme maceta, ubicada en la ventana de la casa de Dean (el mismo Fleischer Camp, de quien la mayor parte del tiempo sólo escuchamos su voz). ¿Será que Marcel y su mamá vienen del mar? Es posible, pero no lo sabremos con exactitud.

 

Marcel se va convirtiendo en un fenómeno mediático, así como una especie de personalidad del internet cuando, ayudado por Dean, inicia una causa pidiendo ayuda para encontrar a su papá y familiares. Dean decide hacer de todo ésto la historia de su siguiente documental, en tanto el filme se transforma en una parodia tremendamente encantadora sobre "influencers", las redes sociales, y lo que es la celebridad. Incluso, nuestro caracol se transforma en toda una figura de la televisión. Pero nada de esto se le subirá a la cabeza a Marcel, y seguirá siendo el mismo Marcel de siempre, carismático, filosófico, inteligente, y parlanchin.

La animación en stop motion es de una simpleza impresionante. Los personajes animados se mueven e interactúan en el mundo real con los protagonistas de carne y hueso (incluído un perro) de forma sutil. Por más infantil que pueda parecer la película, Marcel the Shell es una película sumamente inteligente y sensible a la vez, que lo mismo abarca temas sobre los medios y la celebridad, como la vida y la muerte, todo -o casi todo- desde el punto de vista del diminuto personaje. Marcel se mueve en un mundo miniatura, a escala, en donde cada área y rincón de la casa de Dean sirven como escenario para entrevistar al primero.

El motor de esta historia, la posible mudanza del realizador a una casa nueva, mientras le cuenta a Marcel la historia de su relación fallida con su novia, es el pretexto para expresar miedos a nuevos comienzos y los cambios para ambos Sin lugar a dudas ni discusión, de los mejores filmes del año.
Disponible en #HBOMax.

jueves, 9 de noviembre de 2023

BARDO, FALSE CHRONICLE OF A HANDFUL OF TRUTHS.

Daniel Giménez Cacho.

 Ni excesiva, ni confusa -al menos para quien esto escribe- como muchos dicen. Con seguridad, es el filme más personal de Iñárritu, en donde, como en Birdman, vuelve a los temas de las crisis creativas y emocionales de artistas y/o autores. Tan surreal como bizarra, loca y extraña, fellinesca, nos movemos junto a su protagonista en planos secuencia y tomas en grandes angulares. Lástima que Gimenez Cacho no tenga el mismo carisma que Marcelo Mastroianni en 8 y 1/2, con la cual Bardo tiene similitudes. De lo mejor del año.
En Netflix.

GUILLERMO DEL TORO'S PINOCCHIO

Nueva versión de Pinocho, tallada en madera por Del Toro.
 

Creo que no había visto una versión animada en stop motion de Pinocho (personaje creado por el italiano Carlo Collodi en su novela "Las aventuras de Pinocho") desde "La navidad de Pinocho" (1980), la cual marcó mi niñez. ¡Recuerdos, dulces recuerdos! Una película algo musical y cargada de pura magia navideña, con Pinocho interactuando con Santa y sus renos. Cuando me enteré que Guillermo del Toro, director más especializado en relatos fantasmagóricos, así como fantasías góticas y obscuras, iba a realizar una película de Pinocho animada en stop motion no lo podía creer. La animación no es precisamente un género abundante en su filmografía. Pero qué se yo, siempre hay una primera vez, y para ser la primera el filme (estrenado en Netflix la víspera de Navidad pasada) superó mis expectativas.

De hecho, del Toro estaba compitiendo con otra peli de Pinocho nueva, la nueva versión de Disney, con actores de carne y hueso, de su clásico animado de 1940 (disponible en Disney Plus). Sin embargo, el Pinocho de Guillermo del Toro (por cierto, así es como se titula la nueva película del director mexicano), es arena de otro costal.

La historia de este nuevo Pinocho está ambientada poco antes de la Segunda Guerra Mundial, en la Italia gobernada por Il Duce Mussolini (quien hace una aparición especial nada halagadora). No es de extrañar este escenario, ya que del Toro ha inscrito este filme en una especie de trilogía sobre el fascismo, junto a El Espinazo del DIablo y el Laberinto del Fauno. Confieso que desde el primer minuto ya estaba diciendo "Mamma mia!".

Geppetto (voz de David Bradley), quien parece una figura tallada en madera, experimenta una terrible tragedia con la pérdida de un ser querido cerca de un árbol. Justo de este árbol, Geppetto, carpintero y fabricante de juguetes y relojes, embriagado y sufriendo de depresión, tomará la madera para hacer un muñeco que sea la viva imagen del ser que ha perdido. Todo esto ocurre durante una noche tormentosa, siendo Geppetto como un doctor Frankenstein a punto de fabricar su monstruo.

Guillermo del Toro codirige el filme junto a Mark Gustafson, este último con antecedentes en animación (trabajó junto a Wes Anderson en Fantastic Mr. Fox), y lo que ambos tuvieron claro fue hacer de este un Pinocho nunca antes visto, uno más obscuro y surreal, y con cambios drásticos, por ejemplo -y nada más revelaré este detalle nuevo- en lugar de tener a la clásica Hada Azul, aquí tenemos a una especie de dios/diosa (voz de Tilda Swinton) que vendrá de visita a la casa de Geppetto, para concederle una nueva oportunidad de ver al ser que perdió, trayendo a la vida el muñeco que dejó inconcluso. Pinocho (voz de Gregory Mann, estupendo) luce aquí sin pintar, no muy perfecto, con sus brazos y piernas pareciendo un poco ramas torcidas.

Partes del filme fueron animadas y realizadas en Guadalajara, y en general la calidad de la animación es de un nivel de sofisticación de alto nivel y detalle. Nada más la iglesia del pueblo, en donde tiene lugar una de las escenas más significativas del filme (Gepetto se encuentra trabajando en un Cristo enorme, al cual Pinocho se acerca a preguntarle "¿Por qué si eres de madera como yo todos te quieren y a mí no?"), tuvo que rehacerse varias veces y en varias escalas. Una iglesia medieval, con sus diseños góticos, además de frescos en sus muros con un detalle impresionante y realista.


Hay otros escenarios magníficamente hechos, como ese circo (en donde Del toro pone algo de inspiración fellinesca) a donde llega Pinocho, para encontrarse con el villano de la historia, Volpe (voz de Christoph Waltz), retratado aquí como un verdadero empresario del espectáculo, explotador y lleno de codicia. El filme, de hecho, es algo musical, siendo del Toro el coautor de todas las canciones, con música del genial Alexandre Desplat, la mayoría muy melódicas y melancólicas. En lugar del zorro y el gato clásicos de la historia, culpables de la perdición de Pinocho, aquí ambos están representados en la figura de Spazzatura (voz o, más bien, ruidos guturales de Cate Blanchett), un mono tuerto que no habla, pero que será un personaje decisivo en su particular forma de comunicarse.

Un tema que creo nunca se había tratado antes en un filme de Pinocho es la muerte y la resurrección, y el hecho es que aquí a nuestra marioneta no nada más le crece la nariz al decir mentiras, sino que puede regresar de la muerte una y otra vez. Y ver el más allá a través de los ojos de Guillermo del Toro es realmente aventurarse dentro de la madriguera del conejo. Solamente revelaré que este mundo está custodiado por una diosa de la Muerte, también con la voz de Tilda Swinton.

Me olvidaba del compañero inseparable de Pinocho, tan sólo llamado Grillo (voz de Ewan McGregor), que luce más como un insecto parlanchín, con una boca apenas visible, completamente lejos de lucir como los Grillos anteriores, más caricaturezcos y antropomórficos. La broma constante para Grillo, es el hecho de que, como narrador de la historia, no siempre es escuchado por los demás, y no ve cercana la oportunidad para poder cantar.

Lo sé, lo sé, el filme suena a todo menos a Pinocho, pero lo interesante es que del Toro supo conservar el espíritu de la historia original, incluyendo partes memorables, como la secuencia dentro de la ballena gigante. También es interesante la forma de haber pasado todo por el filtro de Frankenstein, como el personaje que no encuentra su lugar en el mundo, que es rechazado por los demás por ser diferente, y que incluso el sacerdote del pueblo (voz de Burn Gorman) lo verá como un monstruo diabólico.

En su segunda mitad, el filme se transforma en una pequeña película de guerra, mostrando niños siendo reclutados para formar parte del ejército. Irónicamente, tal vez este sea el lugar en donde Pinocho se sienta mejor. ¿Será del gusto de todos esta nueva versión? ¿Cómo verán aquellos que crecieron leyendo el libro, o con el filme de Disney en sus memorias, esta nueva revisión de un clásico? Hasta el momento, no he escuchado o leído algo negativo. Por lo pronto yo, quien también leyó el libro y creció viendo sus versiones animadas, terminé adorando este filme. Es toda una obra maestra de la animación, el cual, con seguridad se llevará el Óscar el próximo Marzo.
En Netflix.

ARGENTINA 1985

 

Ricardo Darín y Peter Lanzani.
 ¿Hay algún personaje que Ricardo Darín no pueda interpretar? Creo que no. No es uno de mis actores favoritos, pero es de esas presencias que llenan la pantalla. Aquí Darín encarna a JC Strassera, abogado que hizo historia en Argentina en 1985, por llevar a juicio a jefes militares acusados de las desapariciones y muerte de miles de personas durante la dictadura. Al filme le falta más efecto dramático en su narración, se siente tan lineal y severa como su propio protagonista. Pero lo mejor son las actuaciones. #PrimeVideo

viernes, 3 de noviembre de 2023

THE BLACK PHONE

¿Llamada local o larga distancia? Ethan Hawke en modo "lobo feroz".

Nunca vemos la cara de Ethan Hawke -al menos, no completamente-, y aunque todo el filme la mantiene oculta detrás de una máscara muy tétrica, no es impedimento para que ofrezca la que es quizás su actuación más espeluznante. Sin dicha máscara tal vez hubiera sido difícil creerle su papel de villano psicópata. Su trama está instalada más de la mitad del tiempo en un sótano, pero Scott Derrickson (Sinister) supo mantener mi interés hasta el final, ofreciéndome dosis suficientes de escalofríos y emoción. A la renta y en HBOMax.

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